¿Es posible que la inteligencia artificial pueda ayudarte a encontrar pareja?

La inteligencia Artificial puede resolver muchos de los problemas del ser humano, pero queda por ver si puede solucionar los problemas afectivos o ayudarnos a encontrar novio como San Antonio, el novio casamentero.

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Las posibilidades de encontrar la pareja  ideal por Internet
Las posibilidades de encontrar la pareja ideal por Internet

Proligeran las apps de citas, las webs que afirman utilizar IA para ejercer de Celestinas, y la gran pregunta es si se puede encontrar el amor mediante la tecnología. La  respuesta parece ser que no es del todo posible. Al menos eso se deduce de la respuesta que ha dado Inma Martínez en una entrevista que ha concedido al diario El País. Inma es una auténtica gurú tecnológica, y es  es profesora n el Imperial College de Londres, la ciudad donde reside y asesora de distintos gobiernos (Gran Bretaña y España entre ellos) y empresas.

Y esta ha  sido la respuesta a la pregunta del millón, la que interesa tanto o más que cualquiera relaconada con el dinero. Inma Martínez afirma que  "cada persona entiende el amor a su manera. Es imposible homogeneizarlo. Una compañía llamada eHarmony fue la primera en usar unos algoritmos para combinar a las personas basándose en las respuestas que daban sobre muchos temas: qué vas buscando en tu pareja, qué nivel cultural tienes, en una situación determinada qué harías. Y creaba pequeños bots con los que emparejarlas. ¿Esas personas se van a llevar bien? Sí, porque tienen mucho en común y hemos visto que reaccionarían de la misma manera". Sin embargo, hay una pega muy importane: "El amor es química. Estos algoritmos empiezan a fallar conforme más abstracta, más complicada y compleja sea la persona".

Los hallazgos de Inma Martínez sobre la bolsa de Brasil y el fútbol

Pese a sus comentarios sobre el amor, hay otros ámbitos que no son tan "random", y valga el ejempo de la bolsa brasileña. A Inma le dijeron que el comportamiento de los brokers era completamente imprevisible. Cuando era joven trabajaba en un banco de inversiones vendiendo acciones, y lo cuenta así:  "Yo estaba en mercados emergentes de Latinoamérica y no entendía de qué iba Brasil. La Bolsa allí funcionaba con unos patrones que no tenían sentido". Sus compañerosla pusieron sobre aviso de que "la peña aquí es imprevisible. Mañana compran otra vez. No se guían por macroeconomía”.  Inma, que se define como una mujer muy curiosa se dijo a sí misma: “Tiene que haber otra razón. Las cosas no ocurren así”. Y así averiguó, indagando, que los traders de la Bolsa de Sao Paulo, "si su equipo de fútbol había ganado el día anterior, llegaban eufóricos y lo vendían todo, y luego por la tarde volvían a comprar. Todo estaba relacionado con el fútbol".

A partir de aquel momento todo fue "pan comido" para ella: "Me monté un modelito en mi superordenador de Bloomberg y empecé a ver cómo iban los resultados de los cinco equipos de São Paulo. Era un modelo de predicción y empecé a acertar".