La IA que reduce 160 horas de trabajo a 30 segundos

Tres casos donde la inteligencia artificial consigue realizar el trabajo en los humanos hasta 10.000 veces más rápido y sin errores.

Gonzalo Díaz Bonet.

Especialista en Tecnología y Sostenibilidad.

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Foto de Danting Zhu en Unsplash
Foto de Danting Zhu en Unsplash

Es el principal objetivo de la inteligencia artificial. Reducir el tiempo de trabajo de los humanos para que puedan emplearlo en tareas más productivas o incluso en algo que solo en los últimos tiempos ha ganado cierta relevancia gracias a la preocupación por la salud mental: descansar. 

Más allá de las visiones apocalípticas que nos presentan a las máquinas dominando el mundo o quitándole el empleo a las personas, la IA se va confirmando como esa herramienta que nos permite reducir el tiempo destinado a tareas más repetitivas, o simplemente concienzudas, como revisar y comparar documentos para extraer conclusiones.  

Es el caso, por ejemplo, de la desarrollada por la empresa española Armatum, que permite calcular por adelantado el coste económico que puede suponer un ataque informático a cualquier compañía antes de que se produzca. Una evaluación de riesgos adaptada y eficiente que se realiza en mucho menos tiempo del que era preciso antes de la IA. 

Otro ejemplo relevante es el de la promotora Vía Ágora, que emplea la inteligencia artificial para la construcción de viviendas. Según afirman sus directivos, han logrado reducir 160 horas de trabajo a 30 segundos. Lo han hecho a través de la filial del grupo, Lignum Tech, que se encarga de fabricar fachadas industrializadas de madera, terrazas, escaleras y baños industrializados. 

Según explica su directora general en una entrevista con elEconomista.es, esta IA es capaz de encajar de la forma más optima las piezas de acabado en una fachada industrializada. "Nosotros le damos el tamaño de las piezas de acabado dentro de un proyecto de fachada en el que aparecen los huecos de las ventanas, la estructura y los forjados y en solo 30 segundos te desarrolla el proyecto. Esta labor de encaje la realizaban antes dos técnicos cualificados que destinaban unas 160 horas de trabajo", asegura. 

En este escaso periodo de tiempo, esta IA proporciona la mejor opción para los constructores, atendiendo a los criterios solicitados. Puede primar el mayor número de piezas enteras en la fachada o el menor desperdicio, u optimizar el tamaño del panel. Los técnicos sólo tienen que decidir cuál es la opción más óptima para la compañía, ahorrando tiempo y dinero u obteniendo mayores certezas en plazos y en costes de construcción. 

Cartografiar icebergs 

Una tercera actividad donde la inteligencia artificial está dando pruebas de su rapidez y eficacia es la cartografía. Según un reciente estudio publicado en la revista The Cryosphere, la IA es capaz de cartografiar icebergs hasta 10.000 veces más rápido que los humanos, y con una precisión asombrosa. 

El trabajo, liderado por investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) presenta una red neuronal -un método de inteligencia artificial inspirado en el cerebro humano- capaz de cartografiar con rapidez y precisión la extensión de grandes icebergs antárticos en imágenes de satélite, tarea que realiza en apenas 0,01 segundos. 

Su potencia reside, según los científicos, en la capacidad de las redes neuronales para comprender intrincadas relaciones no lineales y tener en cuenta todo el contexto de la imagen. Su arquitectura está basada en un modelo de red neuronal conocido como U-net, que se entrenó utilizando imágenes del Sentinel-1 que mostraban icebergs gigantes en diversos escenarios; a lo largo del proceso, el sistema fue afinando sus predicciones y ajustando sus parámetros. 

El algoritmo se probó con siete icebergs de tamaños comprendidos entre 54 y 1.052 kilómetros cuadrados, equivalentes aproximadamente a las superficies de la ciudad de Berna (Suiza) y Hong Kong, respectivamente.