Ya no sólo está en juego la seguridad sino también la intimidad de las personas y sus círculos familiares. La inteligencia artificial plantea grandes soluciones y realiza tareas que no imaginábamos, pero también es un arma de doble filo sobre la que los grandes expertos han advertido, otros han pedido pausar las investigaciones y algunas autoridades se encuentran debatiendo cómo establecer un marco regulatorio que asegure un uso ético y humanista de esta tecnología.
Las alarmas han saltado recientemente por la aparición de niños creados a partir de IA que se hacen pasar por niños reales. Se trata de una práctica sumamente engañosa que genera gran preocupación entre padres y madres a nivel mundial.
“La IA tiene el potencial de redefinir nuestro futuro, pero debemos proceder con cautela cuando irrumpe en nuestra vida familiar privada”, advierte Sarah Greenwood, experta de Geonode, un gestor de contenidos geoespaciales creado con software libre.
El Deep Learning o aprendizaje profundo es una parte de la Inteligencia Artificial que se compone de un sistema de algoritmos que imitan el comportamiento del cerebro humano para adquirir conocimientos a través de una red de neuronas artificiales. Esto le permite imitar imágenes, conversaciones, voces y comportamientos que vuelven difusos los límites entre la realidad y la simulación.
Estas son algunas de las amenazas potenciales de los niños de IA
- Robo de identidad: Los niños de IA pueden imitar fácilmente a niños reales robando sus imágenes, voces e información personal, lo que conduce a problemas de credibilidad y posible mal uso de la identidad del niño suplantado.
- Riesgo de seguridad: La infiltración de niños de IA en los hogares podría proporcionar un camino para que los hackers maliciosos recopilen información familiar delicada.
- Manipulación emocional: Los niños de IA pueden ser programados para exhibir ciertos comportamientos, convirtiéndolos en herramientas para llevar a cabo operaciones psicológicas o manipular a individuos y familias.
- Desvanecimiento de la interacción humana: A medida que los niños interactúan más con sus pares de IA, corren el riesgo de perder habilidades esenciales derivadas de la interacción con humanos, como la empatía, la auténtica conexión y la comprensión de las complejidades de las emociones humanas.
Estrategias de protección
La información y educación siempre son herramientas clave, por eso la primera sugerencia es hablar con los niños y explicarles que no deben compartir información personal en línea, así como enseñarles que existen estos personajes creados con tecnología que no son reales y pueden suplantar identidades.
Estar atentos a los últimos avances les permitirá a los padres mantenerse actualizados y prevenir nuevos riesgos, esto puede hacerse de forma autodidacta o asistiendo a talleres o seminarios si es necesario.
Aprovechar las herramientas que las empresas de seguridad lanzan permanentemente puede simplificar la vigilancia ante posibles episodios con los niños. Y si tienes sospechas de que alguien de la familia está interactuando con una representación de IA no dudes en buscar la ayuda de expertos.
Tener información y consciencia sobre las posibilidades y riesgos que implica la inteligencia artificial siempre permitirá tomar decisiones más responsables acerca de la vida personal y familiar.