Ocho niños activistas que no son Greta Thungberg y también quieren salvar el mundo

Estos son algunos de los nombres que también brillan con voz propia en su objetivo de frenar el calentamiento global y salvaguardar el medio ambiente.

Gonzalo Díaz Bonet.

Especialista en Tecnología y Sostenibilidad.

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Para lo bueno y para lo malo, la sombra de Greta Thungberg es alargada. La famosa activista sueca ha conseguido tanta notoriedad que ha servido de inspiración para que niños de todo el planeta alcen sus voces para luchar contra el cambio climático. La parte negativa es que también ha eclipsado a algunas de estas voces.

Es por ejemplo el caso de la activista hindú Licypriya Kangujam, que ha pedido públicamente que dejen de llamarla “Greta de la India”. Aunque reconoce ya agradece el papel inspirador de la activista nórdica, reclama su propia personalidad y asegura también llevar más tiempo luchando por el medio ambiente, algo en lo que se inició con solo 7 años.

 

De una forma u otra, lo cierto es que cada vez son más las voces de niños y niñas que se alzan contra el cambio climático, siguiendo el camino marcado por la más mediática de todos ellos. Buena prueba de ello lo hemos podido ver en la reciente cumbre COP27, que se ha celebrado en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij.

Estos son algunos de los nombres que también brillan con voz propia en su objetivo de frenar el calentamiento global y salvaguardar el medio ambiente.

Javier Vera (Colombia)

Es colombiano, tiene 13 años y empezó su lucha por el medio ambiente con nueve, motivado inicialmente por los derechos de los animales y que con el tiempo adoptó una posición más completa de las diferentes aristas alrededor del cambio climático.

Los incendios que asolaron la Amazonía hace cuatro años y que se siguen repitiendo cada verano despertaron el interés y la preocupación de Vera por la defensa del medio natural, motivación que incrementó cuando conoció las acciones de la sueca Greta Thunberg.

Ridhima Pandey (India)

Ridhima Pandey demandó con once años al gobierno de India al Tribunal Verde Nacional, la corte de este país para casos ambientales, por su inacción climática: “Mi gobierno ha fallado en tomar medidas para regular y reducir las emisiones de efecto invernadero, que están causando condiciones climáticas extremas”, dijo. Pandey vive en el estado de Uttarakhand, donde el cambio climático se ha manifestado con lluvias intensas y aluviones.

Artemisa Barbosa (Brasil)

Artemisa Barbosa Ribeiro es una joven de São João das Missões, un municipio del estado brasileño de Minas Gerais, que defiende el Amazonas y sus tribus de la destrucción ambiental y social que sufren. Se la conoce como “Artemisa Xakriabá”, ya que va ataviada como dicha tribu indígena a la que pertenece en sus comparecencias públicas. Asimismo, participa en las huelgas por el clima porque, dice, “luchar por nuestra madre Tierra es luchar en la madre de todas las batallas”.

Elizabeth Wathuti (Kenia)

La keniata Elizabeth Wathuti mantiene vivo el espíritu de su compatriota Wangari Maathai, la Premio Nobel de la Paz creadora del Movimiento Cinturón Verde. Ha fundado la “Iniciativa Generación Verde” para abordar desafíos como la deforestación, el cambio climático y las injusticias ambientales, y ha recibido uno de los premios de la Fundación de la propia Maathai.

Laura Zúñiga (Honduras)

Laura Zúñiga Cáceres es una de las hijas de Berta Cáceres, una activista ambiental hondureña asesinada en su hogar en 2016. Forma parte del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), fundado por su madre hace más de 25 años para concienciar sobre la responsabilidad de las multinacionales en la contaminación de tierras indígenas. Asimismo, participa en todo tipo de eventos climáticos, como la Cumbre Social por el Clima de Madrid 2019.

Licypriya Kangujam (India)

Tiene solo 11 años pero empezó su trayectoria como activista medioambiental hace cuatro, cuando asistió por primera vez a una conferencia sobre desastres naturales de la ONU en Mongolia que le permitió entrar en contacto con científicos, líderes, políticos y otros activistas que compartían sus mismas preocupaciones.

“Sacrificar la vida de millones de niños por los fracasos de nuestros líderes es inaceptable; en lugar de gastar billones de dólares en guerras, deben de invertirlos en acabar con la pobreza, en educación y en la lucha climática, así el mundo sería un lugar muy diferente”, dijo Kangujam a EFE hace unos días en la COP27.

Vanessa Nakate (Uganda)

La ugandesa, que tiene más de 243.000 seguidores en Twitter, saltó a la fama cuando la agencia estadounidense Associated Press publicó una foto de grupo de varios de estos activistas, con Greta Thunberg en el centro.

Nakate compartió en Twitter la foto original en la que aparecía, y la que se publicó, donde fue recortada. Los responsables de AP pidieron disculpas públicamente, alegando criterios de composición. Sin embargo, Nakate denunció que se trató de un hecho racista: “No solo borrasteis una foto. Borrasteis un continente. Pero soy más fuerte que nunca”.

 

Timoci Naulusala (Fiji)

Con solo 12 años, en la COP23 de Bonn, Timoci Naulusala, recordaba que los países insulares son los más afectados por las consecuencias catastróficas del cambio climático. En su emotivo discurso destacó que “el mar se está tragando aldeas, comiendo las costas, marchitando las cosechas. La gente desplazada de sus casas llora por la pérdida de seres queridos, se muere de hambre y sed. Es catastrófico. Es triste. Pero es real.”