Chuletones y tiras de bacon mediante impresoras 3D

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Primero fueron los Kebab, con su bloque macizo con forma de almohada, fabricados con otros métodos. Ahora, muchísimos años después,le ha tocado el turno a la emulación de un chuletón vía 3D. Y todo gracias a Cocuus, con sede en Cizur Mayor (Navarra), cuyo CEO, Patxi Larumbe, es el máximo responsable de esta fantasía hecha realidad. En virtud de sus conocimientos de robótica e impresión laser, ha logrado lo imposible, que las impresoras 3D fabriquen tanto bacón como chuletones. Lo cuenta el diario El País en su sección de tecnología.

Y es que la comida entra por los ojos, y los chuletones que fabrican tienen un aspecto excelente. Lo cuenta así en el mencionado periódico:“En 2050, no habrá alimentos para todas las personas. Entonces me pregunté cómo podía cambiarlo”.Puso sus ojos sobre las carnes de poco valor, y también en el cultivo celular de pescado, carne, y grasas in vitro. La alternativa es muy atractiva para los veganos que actúan por convencimiento ético: "En vez de matar a animales, se recrean en un laboratorio las células de los productos que adquirimos en el mercado. Carne 100% artificial".

No solo chuletones y bacon, también se puede reproducir en 3D pescado

Cocuus no ha abordado este camino, prohibido de momento en Europa, y que requiere de células madres de vaca. Por el momento recurre como materia prima a células animales extraídas de la carne que se desperdicia, y no por estar en mal estado, sino por motivos estéticos o similares. Es el caso por ejemplo de una res coja. También recurre a células vegetales disociables. Cocuusya ha obtenido un premio, como el de la Feria Food4Future. Su objetivo es comercializar estas curioosas máquinas para que impriman el producto a un ritmo de hasta 500 kilos de producto por hora.

Los chuletones obtenidos a partir de la carne se podrían comercializar a un precio estimado de entre 5 y 8 euros, y los de células vegetales entre 15 y 20.

Según publica El País, los chuletones que elabora Cocuus han sido diseñados mediante un TAC (tomografía axial computerizada), una radiografía por capas que permite observar las características de la carne, conocer cada rincón. “Vemos la pieza en 3D. Conseguimos vectorizar la grasa, las fibras o lo que sea. Convertimos el chuletón en un objeto tridimensional”, afirma un portavoz de la compañía.

Algunas empresas comoCinco Jotas, líderes en el sector del jamón ibérico, han mostrado interés por la iniciativa de Larumbe. La compañía desembolsa un dineropor tirar y quemar el exceso de grasa de sus jamones. Y están estudiando si la tecnología de Cocuus le permitiría crear un bacón de primera mediante un proceso muy similar al del chuletón. Y también producen filetes de pescado. Han empezado con el salmón, y está en periodo de experimentación.