Una consola Arcade a la que no hay que echar cinco duros

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Los que eran niños o preadolescentes en los años 70 y80 aún recuerdan los salones recreativos que han sido sustituidos por salones de apuestas y máquinas tragaperras.

Se jugaba al pinball, aún quedaba alguna mesa de billar y por supuesto, lo más moderno eran las consolas Arcade. Solo hacían falta unas cuantas monedas de cinco duros para olvidarte del hermanito que había dejado en la puerta subido en un elefante rosa o un coche de bomberos infantil.

Los había en las ciudades, y también en los pueblos. Y las maquinitas de Arcade que tanto nos fascinaban para derribar avioncitos o jugar al Tetris. También las había en los bares, donde entonces, en España, entraban los menores sin acompañar sin problemas. Ahora puedes recuperar tu infancia con esta mini consola, apta también para gamers de todos los tiempos.

Es una réplica de las antiguas, pero en miniatura. Ofrece un mini joystick de bola de ocho movimientos y los botoncitos precisos para manejar 200 juegos clásicos.No es apta, eso sí, para dedos con problemas reumáticos o algo cargados de tanto darle al WhatsApp. A lo mejor tu abuela, si hace ganchillo, la maneja mejor que tú.

La pantalla es de 2,8 pulgadas y se alimenta con 3 pilas AAA que no van incluidas en el precio. Cuesta 29,95 euros y se puede adquirir en la web que lo vendan.

Esta consola tiene 200 juegos clásicos divididos por categorías para que rememores la época dorada de los videojuegos de 8 bits. Para hacerla funcionar tan sólo necesitas 3 pilas tipo AAA (no incluidas).

Hay quien compra los armazones y se las fabrica con tecnología actual

Las videoconsolas de tipo Arcade han ido desapareciendo, convirtiéndose en piezas de Museo, salvo en Japón. El nombre de Arcade les viene de la palabra francesa arcade, la palabra con la que se denominaban las galerías o soportales donde se instalaban estas máquinas en los 70.

Luego se denominó así a las máquinas, y por último a los juegos. Ahora los gamers juegan en casa, han desaparecido en nuestro país hasta los salones de juegos en línea, pero muchos echan de menos el ambiente que se respiraba en aquellos salones donde se jugaba, se charlaba y se pasaba un largo rato dependiendo de tu habilidad o del dinero que te hubiera dado tu madre para la merienda. Tal es la nostalgia que algunos habilidosos han creado las suyas propias con armazones, diseñando sus propias tripas con tecnología actual y juegan con ellas en sus casas. La que te presentamos aquí te va a salir mucho más barata.