Leonidas Varagiannis, de 21 años, residente en Salónica (Grecia), y Prasan Nepal, de 20, de Carolina del Norte (EE.UU.), han sido arrestados por su presunto papel como líderes de una red internacional de explotación sexual infantil conocida como 764, un grupo extremista y cibercriminal con presencia online.
La operación ha sido anunciada por el Departamento de Justicia de EE.UU., en colaboración con el FBI y autoridades griegas.
Varagiannis, alias 'War', fue detenido el 1 de mayo en Grecia, mientras que Nepal, conocido como 'Trippy', fue arrestado el pasado 22 de abril en EE.UU.
Ambos están acusados de liderar una célula denominada 764 Inferno, que operaba a través de aplicaciones de mensajería cifrada para distribuir contenido de abuso sexual infantil y captar a nuevas víctimas y miembros.
Tecnología a servicio del horror
Según el FBI, 764 no solo se dedicaba a la explotación sexual de menores, sino que además perseguía un objetivo de desestabilización social global. Se trataba de un grupo de extremistas nihilistas autodenominados NVE (Nihilistic Violent Extremists), que promovían el colapso del orden establecido y utilizaban el abuso sistemático como forma de reclutamiento y validación dentro de su red.
“La red 764 es una de las más perturbadoras que hemos encontrado hasta la fecha”, ha asegurado la Fiscal General de EE.UU., Pamela Bondi. “Estaba construida sobre el terror, el abuso y el objetivo deliberado de corromper a los más vulnerables: nuestros niños”.
La investigación revela que los detenidos forzaban a menores, algunos de tan solo 13 años, a crear contenido explícito bajo amenazas y manipulación psicológica. En muchos casos, las víctimas eran inducidas a autolesionarse grabando “signos de corte” -símbolos hechos con heridas- que luego se compartían como “trofeos digitales”.
Este material formaba parte de los llamados Lorebooks, archivos digitales que se intercambiaban como 'token' dentro de la red para subir de rango o reclutar nuevos miembros. También se encontraron pruebas de que obligaban a las víctimas a cometer actos de violencia contra animales, abusos a hermanos e incluso amenazas de suicidio o asesinato.
Los líderes del grupo enseñaban tácticas de captación a otros miembros y establecían cuotas de producción de contenido, en un funcionamiento propio de organizaciones criminales estructuradas. Toda la actividad se llevaba a cabo en plataformas cifradas y con un alto nivel de anonimato, lo que dificultaba su rastreo.
“La manipulación a menores para crear material sexual dañino con fines de chantaje es simplemente inconcebible”, declaró Christopher G. Raia, director asistente del FBI en Nueva York. “La red 764 representa lo peor del abuso online: tecnología al servicio del horror”.
Colaboración internacional para frenar a la red
La operación ha contado con la colaboración de múltiples oficinas del FBI (Washington, Nueva York, Charlotte y la oficina legal en Atenas), así como de la Policía Nacional Helénica. Las acusaciones se enmarcan dentro de Project Safe Childhood, una iniciativa del Departamento de Justicia de EE.UU. contra la explotación infantil por internet lanzada en 2006.
Los detenidos se enfrentan a cargos que podrían suponer pena de cadena perpetua. Aunque aún no han sido juzgados, y se presume su inocencia, el caso pone de manifiesto la creciente peligrosidad de redes de ciberdelincuencia organizadas que combinan explotación sexual, ideología extremista y violencia digital a gran escala.
“Estos arrestos destapan uno de los entramados online más perturbadores jamás detectados”, ha concluído la comisaria del NYPD, Jessica S. Tisch. “Un grupo que glorificaba la violencia, instrumentalizaba el abuso y utilizaba a menores como armas para extender su ideología depravada”.