Solo el 24% de los profesionales del sector de la ciberseguridad son mujeres, según recoge un estudio de ISC2.
Esto es algo que se palpa en todos los niveles de las empresas, pero que es aun más notable en el caso de los puestos de responsabilidad. Un informe de Forrester cuantifica que un 87% de los CISO (Chief Information Security Officer) de compañías del índice Fortune 500 son varones.
Los datos del último estudio del Consorcio Internacional de Certificación de Seguridad de Sistemas de Información tambén sugieren que el porcentaje real de mujeres en el lugar de trabajo de ciberseguridad se ha mantenido casi constante en los últimos tres años, representando aproximadamente el 25%.
La directora de marketing de hreatQuotient, Celine Gajnik, identifica en un comunicado de prensa varias áreas que se pueden trabajar para que haya mayor diversidad de género:
- Peldaños rotos. Para alcanzar la diversidad en la cima también es necesario prestar atención a todos los peldaños de la escalera, y es que es una realidad que las mujeres empiezan a quedarse atrás en la primera promoción potencial hasta el nivel de dirección.
- Transparencia en los ascensos. La transparencia en la promoción de los empleados conduce a una menor subjetividad o sesgo inconsciente, lo que ayuda a que todos los candidatos estén en igualdad de condiciones al pasar de un peldaño a otro.
- Conciencia de los prejuicios. Algunas prácticas que se desarrollan en el entorno empresarial, como asumir que las mujeres no están dispuestas a aceptar trabajos que impliquen viajar por razones familiares, pueden causar el sesgo automático de género, y por tanto es importante tenerlas en cuenta y sobre todo, evitarlas.
En el citado estudio de Forrester se da algunas ideas como buscar una representación igualitaria en eventos de la industria, repensar las prácticas de contratación, desmantelar la masculinidad tóxica con un proceso disciplinado y KPIs basados en el comportamiento, apoyar y celebrar a los rebeldes y reformistas o remover el estigma de la menopausia en el lugar de trabajo.
En otro artículo publicado en CybersecurityDive se ofrecen varias sugerencias para romper esta brecha de género. Según este texto, los líderes en seguridad deberían:
- Hacer que la diversidad, igualdad e inclusión fueran un indicador de rendimiento clave para sus equipos de seguridad
- Movilizar aliados masculinos para influir en el cambio
- Comenzar a valorar económicamente con pluses las labores para garantizar la paridad