Cuatro años de prisión un miembro de Infraud por vender y usar tarjetas de crédito robadas

Esta organización ha vendido 4 millones de tarjetas de crédito y débito, ocasionando pérdidas a sus dueños de 568 millones de dólares.

Alberto Payo

Periodista

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Tarjetas de crédito
Tarjetas de crédito

Un ciudadano neoyorquino ha sido detenido y condenado a cuatro años de prisión por vender y usar tarjetas de crédito robadas y comprometidas en el portal de tarjetas Infraud, operado por la organización de ciberdelincuentes del mismo nombre. 

John Telusma, que así se llama el detenido, había sido acusado en febrero de 2018 por presunta participación en el citado gupo Infraud.

Los documentos judiciales apuntan a que Telusma se había incorporado a la organización Infraud en agosto de 2011 y su actividad de prolongó durante cinco años y medio. En este intervalo se convirtió en uno de los vendedores más prolíficos y activos del portal de tarjetas. 

Este no ha sido el único miembro de Infraud sentenciado prisión. El cofundador del grupo, Segey Medvedev, fue sentenciado a 10 años de cárcel tras declararse culpable en junio de 2020. Valerian Chiochiu también fue sentenciado a 10 años. Además, varios miembros VIP fueron sancionados con 8 años de cárcel y el skimmer de cajeros automáticos José Gamboa a 7. 

Infraud es legión

Aun así, se trata de una cifra muy pequeña tendiendo en cuenta las dimensiones de la organización. Se estima que hay 10.01 miembros registrados. 

En sus labores se incluían la adquisición, venta y distribución a gran escala de información de identidad y tarjetas de pago robadas, documentos falsificados, datos de identificación personal, información de cuentas bancarias y cuentas de crédito y malware informático.

Estos delincuentes y ciberdelincuentes habrían sido responsables de comprar y vender en total más de 4 millones de tarjetas de crédito y débito robadas, causando pérdidas reales a las víctimas de 568 millones de dólares. 

Los miembros de Infraud se sometían al escrutinio de sus productos. Si se encontraba que eran 'inferiores' podían ser eliminados. Además, los miembros de la organización también eran anónimos entre sí para proteger a los demás por si uno era detenido.