Compras en familia o en grupo, encontrar el número favorito, conseguir billetes de diferentes puntos de la península o juntar varios décimos para aumentar las posibilidades son algunas de las costumbres alrededor del sorteo de Navidad que genera ilusión a muchos, y alegría a algunos afortunados que obtienen los esperados premios.
Pero la novedad es que, cuando de este sorteo se trata, “no ganar” dejó de ser el escenario menos deseado. Hoy en día, como todo lo que genera movimientos considerables de dinero, la Lotería de Navidad no está exenta de engaños. Por eso los expertos de Kaspersky, una compañía global de ciberseguridad, realizan un resumen de los fraudes vinculados a la Lotería que resultan más recurrentes, y comparten una serie de consejos para estar alertas y evitar caer en estas trampas.
La compra de décimos por Internet es una de las estafas más comunes, y tiene lugar cuando se busca un número concreto de la Lotería. Se puede terminar en una página web fraudulenta que venda billetes que no existen o que son falsos. En este caso, las recomendaciones van en línea con las compras de cualquier producto por Internet:
- No caer en precios demasiado baratos o altos, ya que los décimos están regulados por el Estado y tienen un precio único de 20 euros, sin rebajas ni suplementos.
- Comprobar que el portal de venta al que se está accediendo es una web legítima. Para ello, hay que fijarse en la dirección web: los sitios fraudulentos no empiezan por “https” acompañado de un candado, que son los signos que nos aseguran que estamos ante una web autenticada y certificada.
- Guardar los mails de confirmación de compra y hacer capturas de pantalla de la gestión si es necesario. Así, de caer en la estafa, se podrán presentar los correos como prueba en caso de denuncia o incluso de juicio.
- Utilizar alguna protección de seguridad que impida que nuestro dispositivo ingrese en estas webs.
La recepción de mensajes a través de email, SMS, redes sociales o incluso llamadas telefónicas, con enlaces fraudulentos para comprar billetes o para cobrar un falso premio es otra de las formas de fraude más extendidas. El denominado phishing, que es el engaño a la víctima haciéndose pasar por otra persona o entidad, capta la curiosidad del receptor porque algún dato como el nombre, dirección o producto previamente adquirido es mencionado en el texto. Al pinchar en el link, se descarga un malware o virus que se introduce en el dispositivo y puede robar datos sensibles, como los de la tarjeta de crédito. Aquí, la principal recomendación de los expertos es ignorar y eliminar los mensajes recibidos, y en lo posible no abrirlos.
Un refuerzo para evitar estos engaños es realizar los pagos con protección, por ejemplo, a través de una tarjeta monedero, en la que introduzcamos únicamente la cantidad de dinero necesaria para determinada transacción, protegiendo así el resto de nuestros ahorros en caso de estafa. Estas herramientas denominadas de “pago seguro” tienen el objetivo de proteger cualquier operación cuando el usuario visita la web de un banco, sistemas de pago y tiendas en línea. Funciona en cualquier página en la que se realicen pagos o se introduzcan los detalles de la tarjeta bancaria.
El fraude en el cobro de premios, haciéndole creer a la víctima que recibe un mensaje de la empresa oficial de Loterías y Apuestas del Estado. Aquí también los estafadores envían un texto que proclama ganador de un premio a quien lo recibe, y le ofrecen contactar con un agente. El supuesto agente solicita que rellene un formulario para verificar la identidad de la víctima a través de una copia del pasaporte o DNI. A continuación, normalmente a través de otro email, se dan varias probabilidades para el cobro: transferencia bancaria, abrir una cuenta nueva en un banco desconocido o recoger el dinero personalmente en una localización lejana. El fraude ocurre cuando, antes de abonar el premio, se le solicita un pago por adelantado a la víctima y, una vez hecho, los estafadores desaparecen.
Los expertos señalan que la mayoría de estos mensajes son fraudulentos, y por lo tanto lo mejor es ignorarlos o directamente denunciarlos. Y para identificarlos señalan algunos tips. En principio, hay que observar el remitente: las organizaciones oficiales no utilizan servicios de correo gratuitos como Hotmail o Gmail, si no que suelen tener un servidor propio. Si luego de esto aún quedan dudas de la veracidad del mensaje, se puede hacer una búsqueda en línea para verificar de dónde viene. Normalmente habrá otros usuarios que hayan caído en la trampa y hayan decidido compartir su testimonio en Internet. Otro punto clave a destacar es que si no se ha participado en ningún sorteo, es imposible haber ganado un premio.
Las recomendaciones de la Policía Nacional para jugar seguro
Por su parte, las fuerzas de seguridad también realizan recomendaciones para disfrutar de esta costumbre navideña sin sobresaltos.
Primero e importante, se debe recordar que todos los décimos deben comprarse en lugares autorizados para evitar falsificaciones y, en todo caso, se debe comprobar que el boleto cuente con el logo, el código, el sello de la entidad expendedora o que indique que se trata de un fraccionamiento autorizado.
La conservación en perfectas condiciones del boleto es fundamental, ya que su deterioro podría dar problemas en caso de ser premiado. Además de que caduca a los tres meses y se debe cobrar antes de ese plazo.
Guardar un registro del décimo adquirido, como una fotografía, el número apuntado en un sitio seguro junto a la serie y datos que ayuden a identificarlo en caso de pérdida. Del mismo modo, al compartir Lotería con amigos o familiares, se recomienda fotocopiar el décimo e indicar quiénes participan en esa compra y qué cantidad juega cada uno de ellos
En caso de pérdida o robo, es necesario denunciar el episodio tanto en cualquier comisaría de Policía Nacional como comunicarlo a Loterías y Apuestas del Estado.
Y si efectivamente se ha sufrido una estafa, no dudar en denunciarlo aportando todos los datos posibles sobre los autores y su modus operandi.