¿Qué es exactamente MSS NATO y cómo afectará a la OTAN?
El pasado 25 de marzo, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) adquirió el sistema Maven Smart System NATO (MSS NATO) desarrollado por Palantir Technologies, como confirmaron fuentes oficiales este lunes 13 abril.
Estados Unidos ya ha empleado este sistema Maven en sus operaciones militares, y también Ucrania ha integrado herramientas de Palantir en su defensa contra la invasión rusa, utilizando IA para identificar y neutralizar amenazas. El Reino Unido ha colaborado con esta empresa norteamericana para optimizar el despliegue de sus fuerzas navales.
Es un sistema parecido al Thunderforge estadounidense. Aunque mantienen algunas diferencias, podemos destacar las similitudes en su concepción para el futuro concepto de combate.
MSS NATO vs Thunderforge: similitudes estratégicas
Objetivo común de los dos sistemas; mejora de la toma de decisiones militares. Los dos sistemas están diseñados para agilizar y mejorar la toma de decisiones en entornos operativos complejos mediante el uso de IA.
Uso de modelos de lenguaje de gran escala (LLM). MSS NATO y Thunderforge emplean LLM para procesar grandes volúmenes de datos no estructurados, facilitando la producción de planes operativos y evaluaciones estratégicas.
Integración de datos multifuente. Ambos sistemas fusionan datos de diversas fuentes, incluyendo inteligencia de señales, imágenes satelitales e informes de campo, para proporcionar una visión integral del campo de batalla.
Enfoque en la interoperabilidad. MSS NATO busca estandarizar herramientas y procesos entre los 32 miembros de la OTAN, mientras que Thunderforge está diseñado para integrarse con múltiples regiones combatientes de EE.UU.
Desarrollo ágil y colaboración público-privada. Ambos proyectos han sido desarrollados en colaboración con empresas tecnológicas líderes, reflejando una tendencia hacia la adopción rápida de tecnologías comerciales en el ámbito militar.
Hay que mencionar, por las sospechas de que se tratara de la misma empresa, que MSS NATO ha sido desarrollado por Palantir Technologies, mientras que Thunderforge está liderada por Scale AI, en colaboración con Anduril Industries y Microsoft. Pero sí, todas estas empresas son de Estados Unidos…

¿Qué cambia en la OTAN con esta adquisición?
Una de las mayores complejidades a la que se enfrenta la Alianza Atlántica es fusionar las 32 diferentes inteligencias y modus operandi de los 32 miembros de la OTAN.
El sistema MSS NATO no va a solventar del todo esa situación, pero sí transformará (y modernizará) la manera en que la OTAN recopila y analiza los datos en el campo de batalla, porque podrá fusionar inteligencia de múltiples fuentes (y países), mejorar la conciencia situacional y acelerar la toma de decisiones en tiempo real en un contexto tan heterogéneo como lo es el de la Alianza Atlántica.
¿Tiene competencia MSS NATO por parte de Rusia y China?
MSS NATO proporcionará a la OTAN una importante ventaja en términos de velocidad y precisión en la toma de decisiones. Automatizando el análisis de datos y facilitando la coordinación entre fuerzas aliadas, se mejora (sobremanera) la eficacia operativa. Y aunque Rusia y China están desarrollando capacidades similares, la implementación efectiva y la interoperabilidad que ofrece MSS NATO colocan a la OTAN en una posición aventajada.
¿Está la OTAN preparada para manejar la IA?
Cuando unimos a empresas civiles de alta tecnología y organizaciones militares nos encontramos con el problema de la formación para la utilización y mantenimiento de este tipo de sistemas complejos.
La OTAN ha iniciado programas de formación en IA, como el AI Masterclass, para capacitar a su liderazgo en el uso ético y efectivo de estas tecnologías. Pero la independencia total de personal civil cualificado es ya prácticamente imposible en estos casos, y expertos de empresas como Palantir o Scale AI tendrán un papel importante y continuo en estos proyectos, especialmente en las etapas iniciales de implementación.
La adopción del MSS NATO por parte de la OTAN sigue los pasos naturales que impone Estados Unidos en la futura forma de combate y, aunque ofrece importantes ventajas estratégicas, también plantea desafíos en términos de dependencia tecnológica y necesidad de desarrollo interno de competencias (especialmente entre los aliados con menos capacidades humanas y tecnológicas).
Este es un paso importante para la OTAN a la hora de aunar esfuerzos y capacidades en la toma de decisiones en el combate por parte de sus 32 miembros. Ahora viene la parte complicada, que los 32 países se pongan de acuerdo en cómo y cuándo se puede usar esta tecnología en el campo de batalla…