Un informe publicado por la Secure World Foundation destaca una reciente carrera mundial por desarrollar capacidades de ciberataques contra las redes satelitales. Rusia y China lideran un aumento de tácticas que incluyen interferencias, suplantación de identidad e interferencias cibernéticas dirigidas a satélites como Starlink.
El informe analiza los programas de 12 países y evidencia un solapamiento cada vez mayor entre la infraestructura de satélites comerciales y el uso militar. Demuestra además una creciente preocupación por la seguridad de los sistemas basados en radiofrecuencias (RF).
La edición de 2025 del informe Global Counterspace Capabilities incluye los acontecimientos ocurridos entre febrero de 2024 y febrero de 2025 y documenta más de 10.000 incidentes de interferencia de satélites. Muchos de ellos se han producido en zonas de conflicto activo, como Ucrania, Siria y Oriente Próximo.
Sofisticadas herramientas
Rusia ha sido señalada por su interferencia del GPS de aviones civiles y de las señales Starlink en Ucrania. China, por otra parte, está invirtiendo en sofisticadas herramientas cibernéticas e incluso en capacidades antisatélites coorbitales, utilizando su creciente flota de satélites.
“La infraestructura de satélites ya no es solo comercial, sino estratégica. El espacio se ha convertido en una nueva línea de frente, y los sistemas de los que dependemos se ven arrastrados cada vez más a conflictos geopolíticos. Sin embargo, las vulnerabilidades de los sistemas actuales tienen su origen en una tecnología antigua. Las comunicaciones por radiofrecuencia son fáciles de interferir, interceptar y falsificar. No se trata solo de un riesgo técnico, sino, más aún, sistémico”, afirma Laurynas Mačiulis, director general de Astrolight, empresa lituana de tecnología espacial dedicada a facilitar las comunicaciones por láser.
La comunicación por láser, o comunicación óptica en el espacio libre, está ganando adeptos como alternativa más segura. Utiliza haces de luz muy concentrados para transferir datos. Por tanto, es más difícil de interferir, pinchar o interceptar, explica Mačiulis.
Efectos colaterales de los ciberataques
La naturaleza de doble uso de estas tecnologías sugiere, según el estudio, que países como Rusia y China no solo se están preparando para interferir en los sistemas basados en RF, sino que también se posicionan para explotar infraestructuras más seguras basadas en láser en el futuro.
El informe de la Secure World Foundation también advierte de que, a medida que la militarización se traslada al espacio, servicios cotidianos como las líneas aéreas, las redes logísticas y los civiles en zonas de conflicto se convierten en daños colaterales.
El trabajo de Astrolight se centra en resolver la comunicación láser segura y de alta velocidad entre el espacio y la Tierra. A pesar de que los enlaces ópticos entre satélites están mejorando la resistencia y el rendimiento de las redes espaciales, el último tramo, el intercambio seguro de datos con la Tierra, mantiene las limitaciones de la tecnología de radiofrecuencia, como el escaso ancho de banda y la vulnerabilidad a las interferencias.
El principal reto de la implantación de enlaces ópticos espacio-Tierra es que puede verse afectada por las condiciones meteorológicas. Sostiene Mačiulis que las claves para la solución se encuentran en la diversidad de emplazamientos y la interoperabilidad de las redes de comunicación óptica terrestres y espaciales.