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España se queda sin su última gran fábrica de munición: la venta de Expal a Alemania

Toda la capacidad fabril en manos española pasa a manos extranjeras en lo referente a la producción de munición de grueso calibre y sus correspondientes cargas de proyección, espoletas y partes metálicas.

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© EXPAL.
© EXPAL.

El consorcio alemán Rheinmetall ha anunciado hace pocos días la compra del grupo español fabricante de municiones Expal Systems, conocido anteriormente como Explosivos Alaveses, cuyos orígenes se remontan a la antigua Río Tinto. Aunque la operación habrá de pasar aun por los respectivos consejos de ministros y por la aprobación de la UE, la operación parece ultimada.

Reinhmetal ya estaba introducido en España. Existían acuerdos con Krauss-Maffei Wegmann (KMW) y Santa Bárbara Sistemas, para la fabricación del carro de combate alemán Leopard 2  en España. En concreto en las instalaciones de Santa Bárbara Sistemas ubicada en las Canteras (Sevilla). En este proyecto conjunto, Reinhmetall es el fabricante del cañón de 120 mm, de ánima lisa, que porta dicho carro. Uno de los mejores tubos-cañón del mercado.

Esta adquisición es un paso más hacia la unificación del sector de defensa en Europa, pero también, un paso definitivo para la enajenación del sector de defensa español en lo referente a la munición de grueso calibre para obuses, con las implicaciones que ello conlleva: para necesidades propias, nos encontramos en la situación de que se ha perdido la autonomía en lo relativo a capacidad de fabricación y suministro.

Para aquellos que no estén familiarizados con el sector, Expal es, junto a la antigua Santa Bárbara, hoy General Dynamics-Santa Bárbara Sistemas, una de las dos empresas fabricantes en España de munición para obuses de calibres NATO 105 mm y 155 mm e incluso del calibre ruso 122mm. Si nos remontamos no mucho atrás en el tiempo, Santa Bárbara, por su parte, dispuso de hasta cuatro fábricas de munición y explosivos: la de Palencia para pequeños calibres, la de Trubia en Asturias para la fabricación de las partes metálicas de las municiones y para explosivos las de Granada y Murcia.

La inmensa mayoría de la artillería de campaña del ejército ucraniano está basada en el calibre ruso de 122 mm, del cual y por razones históricas, es fabricante Expal, a través de los activos adquiridos a Santa Bárbara.

Estas fábricas de Santa Bárbara han sido poco a poco enajenadas, tras haber sido vendida por el INI al grupo armamentístico norteamericano General Dynamics. La fábrica de Trubia, y Murcia se la adjudicó la propia Expal, donde aprovechó las inmensas instalaciones allí ubicadas, junto a su maquinaria, para ampliar su producción y dar respuesta a sus nuevos pedidos. La de Granada pasó a manos del grupo eslovaco MSM Group y la de pequeño calibre para armas ligeras de Palencia pasó a mano de a la noruega Nammo.

Con la venta de Expal toda la capacidad fabril en manos española pasa a manos extranjeras en lo referente a la producción de munición de grueso calibre y sus correspondientes cargas de proyección, espoletas y partes metálicas.

¿Por qué lo compra?

Rheinmetall fabrica tubos de cañón, pero no tiene capacidad de fabricación de munición en estos calibres. Si tenemos en consideración la coyuntura en la que se encuentra Europa en estos momentos, donde nuestro continente se ve indirectamente involucrado en la guerra de Ucrania, es fácil justificar el interés de esta empresa germana por Expal, sin duda por sus amplias instalaciones: procedentes de Santa Bárbara, más la de Burgos entre otras.

En efecto, esta guerra nos ha vuelto a demostrar la importancia y efectividad de la artillería de medio y largo alcance. Los socios europeos de Ucrania se ven envueltos en el compromiso de suministrar munición de artillería al ejército ucraniano a unos ratios impensables en tiempos de paz.

De hecho, la artillería de largo alcance y la de precisión, gracias también al uso de drones, se ha convertido en el factor determinante de esa guerra.

Debemos además considerar dos factores adicionales. Por una parte, la inmensa mayoría de la artillería de campaña del ejército ucraniano está basada en el calibre ruso de 122 mm, del cual y por razones históricas, es fabricante Expal, a través de los activos adquiridos a Santa Bárbara. Esto la sitúa en una posición privilegia con respecto a la mayoría de los fabricantes europeos que se limitan a la fabricación de calibres OTAN.

Por otra parte, el ejército ucraniano ha empezado a utilizar los sistemas de artillería de calibre 155 mm OTAN suministrados por Estados Unidos y otros países europeos, como lo es el sistema de alta movilidad CESAR del fabricante francés GIAT. Este calibre también es fabricado por Expal, junto con el de  105 mm OTAN.

Con esta venta se cierra la historia española de unas fábricas con siglos de existencia como la de Trubia, creada en 1794.