Escudo Digital se ha hecho eco recientemente de los planes de Marruecos para convertirse en un productor de armamento y comenzar su andadura en la industria de defensa. Y parece que comienza a dar pasos en esta dirección y en este caso su cliente será la India. Pero, ¿supondría una amenaza para Europa una industria de defensa marroquí fuerte… y barata?
TATA Advanced Systems, de la India, se ha convertido en uno de los primeros inversores internacionales que ha confiado en la recientemente bautizada industria de defensa marroquí con un acuerdo de asociación estratégica firmado entre la Administración de Defensa Nacional de Marruecos y la filial del grupo TATA, y que establecerá una planta en Marruecos para producir el vehículo de combate blindado WhAP 8×8 para el ejército marroquí. Está previsto que la planta de producción, que estará situada en la zona industrial de Casablanca, comience a funcionar dentro de un año y se espera que los primeros vehículos de combate de infantería (VCI) Kestrel/WhAP 8x8 salgan de la línea de producción en 18 meses.
Para operaciones en terrenos difíciles
El WhAP 8x8 (Wheeled Armoured Platform) es un vehículo de combate blindado desarrollado en India por Tata Advanced Systems en colaboración con el DRDO (Defence Research and Development Organisation). Diseñado para movilidad y versatilidad, es un vehículo todoterreno con tracción 8x8, ideal para operaciones en terrenos difíciles. Ofrece protección balística contra proyectiles, minas y artefactos explosivos improvisados (IEDs), además de estar equipado con un cañón de calibre medio, sistemas de misiles y opciones de ametralladoras para diversas configuraciones. Es capaz de transportar hasta 10 soldados, lo que lo convierte en un recurso táctico para despliegue rápido y apoyo de infantería.
La India, por su parte, ha estado reforzando estratégicamente su presencia en el mercado mundial de armas a través del desarrollo de su industria de defensa, aspirando a rivalizar con gigantes establecidos como Rusia y China. Esta ambición ha llevado a India a apuntar a los ejércitos africanos para sus armas de producción nacional, reconociendo que las limitaciones presupuestarias a menudo hacen que el equipo fabricado en Occidente sea inaccesible para esas naciones. Aprovechando sus éxitos iniciales, ahora está posicionada para expandir su influencia y consolidar su papel como un actor clave en las transacciones de armas africanas.
Marruecos, un gran consumidor en compra de armamento y sistemas militares, principalmente por su pugna regional con la vecina Argelia, está tomando medidas (aceleradas) para reducir su dependencia de las compras de armas extranjeras y fortalecer sus capacidades militares con el fin de intentar contrarrestar amenazas a su seguridad nacional. El Parlamento marroquí aprobó leyes que permiten la creación de empresas conjuntas en la industria de defensa y también establecer zonas industriales militares específicas dentro de su territorio.
Riesgo para la industria de Europa
Al igual que ha ocurrido en la industria civil, una industria militar marroquí bien asentada y estructurada podría poner en peligro a una buena parte de la industria militar europea, que en algunos casos no dudarán en descentralizarse para ahorrar costes en el país africano. Ya son algunas empresas extranjeras las que han anunciado planes para abrir fábricas u oficinas, o simplemente han mostrado gran interés por las oportunidades que ofrece Rabat.
La empresa israelí Bluebird anunció planes para abrir un lugar de producción de sus sistemas aéreos no tripulados en Marruecos y también varias compañías de Estados Unidos, Europa, América Latina y Asia han mostrado su interés. Según el grupo Frost & Sullivan, una firma de investigación y consultoría, Marruecos se convertirá en un país productor de armas en los próximos años, ya que se espera que el país albergue fábricas extranjeras especializadas para 2025.
Aunque en esta ocasión parece más difícil que los países permitan descentralizar de manera masiva su industria de defensa (que tanto trabajo y dinero está costando crear) a otros países donde los costes sean menores, sí que hay que tener en cuenta que existen diferentes fórmulas para engañar al sistema y mandar fabricas allá donde se reduzcan los costes y la mano de obra. Marruecos sería un candidato ideal para llevarse una buena parte de la industria de defensa española a pesar del ya gastado lema de la “soberanía estratégica” y que en teoría debería de salvaguardar determinadas empresas estratégicas para que se quedaran dentro de las fronteras nacionales y no poner en peligro su acceso en caso de incidente diplomático, pandemia o cualquier otra situación que nos hiciera perder el control de nuestro recursos más vitales y necesarios.