No todas las empresas hacen los deberes a la hora de proteger sus datos corporativos y esto es algo que se ha hecho aun más evidente en el último año y medio con la pandemia.
Un 44% de las organizaciones españolas no usa dispositivos cifrados para almacenar su información privada. Además, un 80% destina menos de un 7% de su presupuesto de TI a la protección de datos.
Estas son unas de las principales conclusiones que se pueden extraer del informe Estado actual de la seguridad de los datos móviles corporativos en movimiento en España elaborado por Kingston.
El estudio de la compañía de almacenamiento también señala que sí que hay un 62% de las empresas de nuestro país que se están encargando de formar a sus empleados para que sepan cómo hacer frente a estas situaciones.
“Después de esta pandemia, la seguridad empresarial y la ciberseguridad son temas que deberían ser prioritarios para las compañías, ya que la pérdida de datos o la filtración de información son problemas muy graves”, advierte Pedro González, desarrollador de negocio de Kingston en España.
“Hay que centrarse en prevenirlos y, para ello, es imprescindible contar con el software y el hardware adecuados, sin dejar de lado la formación de los trabajadores para poder advertir e identificar las amenazas", añade.
En la edición 2020 del estudio se indicaba una cifra similar, en el sentido de que un 80% de las organizaciones dedicaba un 7% o menos de su inversión del departamento TI a potenciar la seguridad de datos móviles. Además, en el pasado ejercicio se ponía de manifiesto que casi 1 de cada 4 empresas españolas no contaba con una estrategia de seguridad de datos móviles.
La firma habla de cómo muchas empresas están optando por una solución mixta entre guardar sus datos en la nube y el “Edge Computing” que busca tener esos centros de almacenamiento de datos más cerca de los centros empresariales para ser más rápidos tanto en el análisis como en el almacenamiento.
El desafío del trabajo híbrido
De cara a favorecer la seguridad de la información Kingston aconseja a las organizaciones que cuenten con dispositivos apropiados y seguros para almacenar la información y más cuando se está abogando por un modelo de trabajo hibrido en el que los empleados transportan datos de la oficina a casa y viceversa.
También les sugiere que realicen formación a los trabajadores y que lleven a cabo una protección de red corporativa y sus servidores incluso en entornos remotos.