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¿Qué puede ocurrir si se impugna el “ERE” del BBVA? ¿Volverán los trabajadores a sus puestos?

Muchos empleados del BBVA nos han escrito para saber qué puede ocurrir si la Audiencia Nacional impugna el ERE del banco, visto para sentencia. Respondemos.

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CGT ha impugnado el ERE del BBVA
CGT ha impugnado el ERE del BBVA

Desde hace algún tiempo, Escudo Digital ha publicado diversas noticias relacionadas con los despidos colectivos del BBVA. Tal ha sido el interés por el tema que muchos empleados nos han escrito para saber qué puede ocurrir en caso de que la Audiencia Nacional declare nulos los despidos a instancias de CGT tras el juicio que ha tenido lugar para impugnar el ERE . Escudo Digital ha investigado al respecto y también ha indagado sobre la complicada situación de muchos trabajadores que se han quedado en la empresa haciendo el trabajo del resto. Y también hemos conocido casos de pánico por parte de asalariados  que temen que algún día ocurra una desgracia motivada por la ira de los clientes mal atendidos. El 27 de octubre de 2021 se celebró el juicio de Impugnación del llamado ERE en BBVA en la sede de la Audiencia Nacional de Madrid, el caso ha quedado visto para sentencia. Según fuentes de CGT, el sindicato que procedió a impugnarlo, se trata de una lucha titánica “como la de David contra Goliat”, pero no pierden las esperanzas.

La incógnita es qué ocurriría con los trabajadores en el caso de que fueran readmitidos, y el precedente que esto puede tener en otros acuerdos de Despido Colectivo, que es como denomina el sindicato a lo ocurrido. “No son prejubilaciones, son despidos, aunque así lo denominen otros medios de comunicación. Es cierto que hay gente que por decirlo de algún modo, con una cierta edad, se ha ido contenta a prejubilarse a su casa con su prima de voluntariedad. No quieren volver, tienen edad avanzada, mucho tiempo cotizado, cogen un despido con indemnización, y se van con una situación saneada a jubilarse a los 63 años y pasan a ser pensionistas. Pero también hay mucho personal al que se ha despedido sin prima de voluntariedad,  y otros  a quienes se les ha dicho: ‘cógela porque hemos decidido que te vayas’. Y también personas que lo están pasando muy mal” .

Es el caso de un empleado de servicios centrales, que ya sabía que estaba “nominado” para irse desde hace tiempo por su jefe, con quien ha hablado Escudo Digital.  “No todos los dramas ocurren en las oficinas, como habéis reflejado en vuestros reportajes. Yo en mi caso recibí un aviso en el que se me presionaba a acogerme a lo que ellos llaman ERE, que no es más que un despido encubierto. No me escribieron, me llamaron para no dejar pruebas. Y me dijeron 'pincha' porque te vas a ir a sí o sí. O aceptas o te echamos, nada de circular, llamada de improviso”.

Y añade que ha habido casos de personas que tenían en el punto de mira que han sido puestos de patitas en la calle con o sin prima de voluntariedad, incluso aunque compañeros suyos, de más edad, se hayan ofrecido para “salvarlos”. Y la empresa ha ejercido en ese caso “el derecho de veto”.  Nuestra fuente “pinchó”, porque como dice “me jugaba el pan de mis hijos”. Y el plus era alto, entre 50.000 y 100.000 euros, dependiendo del puesto y la categoría.

Ha tardado en colocarse pero ha encontrado trabajo finalmente. Su preocupación es saber qué va a pasar, si va a tener que devolver la cantidad que cobró y si va a volver al banco. A algunas personas, con serias dificultades, desempleadas y sin trabajo, con cargas económicas, les gustaría volver, a otras, como el caso que narramos, no tanto. Nuestra fuente cree que si la justicia actúa en puridad, habría que readmitir a toda la plantilla, fundamentalmente por la venta de Compass por 9.700 euros por parte de la entidad bancaria en Estados Unidos.  “Tienen unas cuentas demasiado saneadas para poder despedir a la gente a diestro y siniestro, y algo que me molesta mucho es leer en tono triunfalista que se han apuntado 5.000 personas al ERE como si fuera un chollo. A 2.800 las han echado, y a las otras 2.000 no las han dejado irse. Esto no es un ERE, es un despido colectivo”.

Hemos hablado con el abogado Antonio Agundez, especializado en temas laborales, que nos ha dado una visión imparcial de lo que puede ocurrir: “Los despidos tienen que ser declarados nulos, tienen que ser readmitidos y las modificaciones de contrato revocadas. Los trabajadores tendrían que devolver sus indemnizaciones pero podrán reclamar los salarios que no han percibido durante este tiempo. Un caso como este sería complicado si habláramos de una empresa en concurso de acreedores. Tendrían que esperar a ir al FOGASA y tendrían que devolver prestaciones superiores a lo que van a cobrar, y en esos casos sí hay problemas, en el caso del BBVA no, es una empresa plenamente solvente”.

Escudo Digital se ha puesto en contacto con CGT, desde donde nos trasladan su opinión y justifican así una decisión que puede beneficiar a muchas personas y que, sin embargo, es vista con recelo por otras que bien ya se han colocado o bien no quieren volver al banco bajo ningún concepto. “Estamos haciendo lo correcto. Tenemos que actuar para el colectivo en general, y no solo para los  que ha sido despedido, sino también para los que va a ser despedido en un futuro. ¿Acaso se cree la gente que si perdemos no va a haber más Eres en el banco? Ya se ha visto en otros que ha habido varios. Estamos actuando de cara al futuro, para que multinacionales que han ganado y ganan miles de millones no puedan hacer despidos colectivos con las mismas facilidades que una empresa pequeña en apuros”. Y añaden que aunque haya gente que se haya quedado satisfecha porque estaba en una edad próxima a la jubilación, hay otros con hijos pequeños, menores de cincuenta años, con las hipotecas a medio pagar que encuentran muy complicado colocarse con la crisis económica actual, y necesitan llenar sus neveras.

El caso de un departamento entero despedido 

No hay fisuras en el argumento de los portavoces de CGT: “Hemos actuado de forma colectiva en el interés de la mayoría. Somos un sindicato sin ataduras patronales ni del Estado. Nos financiamos con las cuotas de nuestros asociados. Lo que ocurrirá si ganamos es que se volvería a la situación anterior al acuerdo firmado por los grandes sindicatos. Pero aun así eso no va a ocurrir de hoy para mañana. BBVA recurriría al Supremo, y lo mismo nosotros si perdemos”

Existen trabajadores, según hemos podido saber por fuentes de la entidad, que ha sido despedidos supuestamente sin ninguna justificación “como por ejemplo el departamento de Innovación. Los altos mandos no tenían supuestamente ninguna simpatía por el jefe y se han quitado de en medio a toda la plantilla que estaba, lo cual es muy injusto”

Desde CGT,  como refleja un comunicado que adjuntamos, niegan que concurra causa económica, más bien, como como anunció en febrero de este año Onur Genç, Consejero Delegado de BBVA, es la aceleración e impulso de un proceso de “reducción de costes”.

Llama la atención que, en la situación de pandemia provocada por la COVID-19 y la consiguiente crisis económica mundial, no se contextualice la decisión”. Y añaden que es llamativo el argumento de la causa productiva: “Es cierto que se observa un crecimiento de transacciones digitales desde marzo de 2020. Huelga la explicación en cuanto a la pandemia, pero desde luego el cierre de oficinas bancarias y que el canal digital haya sido la única vía de los clientes del banco para realizar operaciones, también una razón indiscutible. Desde entonces se ha estancado la digitalización, pero ha sido la pandemia el acelerador de la digitalización, lo que obvia la empresa en su planteamiento. Y algo absolutamente relevante: ha sido el propio banco el que lleva años ordenando a la plantilla desviar a los clientes a los canales digitales, de manera asistida por la plantilla desde las propias oficinas en la mayoría de las ocasiones, premiando o penalizando a la plantilla, en virtud de si se ejecutaban estas instrucciones de la empresa, que ahora se tornan en motivo para despedir”.

Hemos pedido a un empleado del BBVA que nos explique de forma clara y sencilla el modo de actuación del banco para obligar a la clientela a digitalizarse y a los empleados a digitalizarlos, y este ha sido el resultado:

“Hemos sido presionados para que la gente hiciera las cosas por sus propios medios  o medios digitales, y esto viene desde hace años. El empleado no tiene autorización para hacer determinadas operaciones en presencia con los clientes. Te pongo un ejemplo. Tú vas a hacer un ingreso en caja en efectivo, y te dicen que te cobran dos euros, si lo haces en el cajero no te cobran. Hay gente que no le importa pagarlos e insiste. Tu obligación es llevarlos al cajero o sugerirles que usen la app del banco. Si vas a hacer una transferencia en ventanilla, eso tiene un coste de diez euros, si lo haces en el móvil o en el cajero, no te cuesta. Hay gente que no quiere, o no sabe o no le da la gana por diversos motivos, pero el empleado tiene una retribución variable, que establece la prioridad de una digitalización, si tú haces operaciones en presencia te penalizan y cobras menos, si consigues que el cliente haga el trabajo que antes hacía el empleado bancario y opere de forma digital y les fuerzas a ello, cobras más”.

¿Y qué hace el empleado de banca? Lo que se le manda, aunque es consciente de que lo que ha hecho y sigue haciendo va en contra de sus propios intereses y se está haciendo “el hara kiri”.  Añaden desde CGT, y confirman otros empleados de oficina con los que ha hablado Escudo Digital, que “tenemos que acompañar a la gente mayor a que haga las operaciones en el cajero automático, actualizar las cartillas, hacer sus ingresos. La atención de efectivo en ventanilla era de 8:30 a dos y cuarto, ahora se ha reducido  de 8:30 hasta las once. Están detrás de eliminar el dinero en efectivo. Quieren digitalizar todo para que no haya que atender a nadie presencialmente. Lo que busca el BBVA es que la gente comunique con el banco de forma telefónica o a través de la APP”.

Y ello conlleva algunos problemas, sobre todo los ciberataques. Por eso mucha gente prefiere seguir operando en presencia de un ser de carne y hueso. Porque algunos bancos han dejado de cubrir quebrantos.  Y no hay que olvidar, nos recuerdan, que hay clientes como los administradores de lotería que no pueden ir a las once, y “son lo suficientemente importantes como para que los tengas que atender en persona”.

Los empleados de oficinas del BBVA, con más miedo a los clientes que a los atracadores

A todo lo anterior se une la situación de muchos empleados que tienen miedo de acudir a las oficinas. Es el ejemplo de uno que trabaja en una oficina de la Comunidad Valenciana, que nos dice: “Cuando alguien causa baja no se cubren los puestos, y como han cerrado las oficinas más próximas se duplica la carga de trabajo. Y si un cajero se pone enfermo, como nos ha sucedido por un largo periodo de tiempo, no abrimos la caja y se montan unos líos increíbles.  La gente quiere acceder, tienen un estrés horrible, y nosotros dentro también, pero si no vienen con cita previa no les dejan entrar. Y cada vez que entra uno de los que tienen cita y ven que ellos no pueden, pierden los nervios. No podemos ni salir a tomar un café en el tiempo de descanso correspondiente ni acercarnos a una farmacia, tenemos miedo de salir. Y es lógico lo que hacen, es su dinero·.

No ayuda el hecho, confiesa este trabajador, de “que nos hayan dado instrucciones taxativas para que seamos bordes, nada de buenas palabras. A los VIP los tratan de otra forma, pero para ellos tampoco es agradable ver estas situaciones al acceder a la sucursal, que parecen una escena de terror de una serie apocalíptica. No les gustan estas escenitas, y ellos mismos sufren porque parece que se han colado”. CGT BBVA ha denunciado en un comunicado lo que está ocurriendo, que confirma por completo la versión de este empleado levantino. Así ” tras el verano , están al borde de un ataque de ansiedad junto con los gestores y gestoras comerciales mayoritariamente veteranos a quienes no sólo no les han concedido el despido voluntario, sino que les han nombrado gestores y gestoras mixtos, sin tener formación de caja, aunque se hayan enterado de dicho cambio por el directorio. Si el horario de atención al público es restringido y hay que atender el mantenimiento de los autoservicios de la propia oficina, el horario completo de la jornada no da para más. Aún menos el encargarse de los cajeros de las oficinas del entorno”.

Lo que está detrás de todo

Blanco y en botella: se pretende reducir la plantilla al máximo así como acabar con el dinero en efectivo.  Fuentes relacionadas con el organismo regulador, el Banco de España, prevén que en 15 o 20 años el efectivo desaparezca si no ocurre un apagón digital antes. Desde CGT señalan que la banca está empeñada en quitarse de en medio lo analógico de una forma demasiado brusca para el usuario, y han “usado la pandemia como excusa”. Llevan mucho tiempo obligando “ a la gente a pasar por un embudo, como nos hacen pasar a los empleados” en una sociedad fuertemente bancarizada “que no da servicio” porque quiere menos personal gracias a los acuerdos firmados con los sindicatos subvencionados para obtener más dividendos “ que pueden repartir a sus  fondos buitre” . No hay que olvidar que la desaparición del dinero en efectivo puede acarrear muchos problemas sociales y logísticos.

Pero eso está por llegar, desde CGT se preguntan qué pretende el banco, que la plantilla, asfixiada por las reclamaciones de la clientela “que paga con nosotros con insultos y amenazas la falta de atención tan deficiente” que les dan, no “aguante más este infierno”. Añaden que muchos compañeros están cayendo desde hace años en casos de “depresión y ansiedad”, Lo más terrible es que haya gente que tenga miedo de ir al banco. Desde CGT afirman que “mucha gente se apuntó al ERE porque era irrespirable el ambiente en el banco”.

Y es que, añaden fuentes de CGT, “es muy triste que una persona se levante por la mañana con miedo a que los clientes les peguen, eso está ya sobre la mesa con la circular en la que afirmamos ‘que van a matarnos’ . Puede ocurrir una desgracia, la gente está muy crispada tras la pandemia. No solo hay amenazas verbales, incluso físicas. Los empleados tienen miedo por su integridad. Si antes andábamos cortos, imagínate ahora, con tres mil personas menos. El banco está cerrando muchas sucursales con lo cual está obligando a la gente a desplazarse a sucursales más grandes y cambiando de población. En zonas rurales han dejado a autónomos. El banco desde hace algunos años obliga a los clientes a que solo se les atienda con cita previa, y ahora mucho más”.

Empleados represaliados por empeñarse en seguir ayudando a "algún viejecito"

Muchos empleados temen, añade, que en un momento en el que la gente le pega una paliza a alguien porque le han dicho que se ponga la mascarilla, en un caso como en el que nos encontramos ”en el mejor de los escenarios te agreda con un puñetazo, hasta algún insensato te puede matar”. Y es que, con el dinero no se juega, “esto no es una floristería donde la gente no tiene prisa, es un banco”, comenta un empleado del País Vasco.

Solo hay que recordar el caso de algunos empleados de Bankia forzados a vender preferentes cuyos hijos sufrieron problemas en Galicia, según ha podido saber Escudo Digital, por parte de compañeros de clase, hijos a su vez de personas que habían perdido sus ahorros.

¿Por qué la gente sigue teniendo el dinero en el banco ante este maltrato por parte de las entidades? Una buena pregunta, manifiestan todas nuestras fuentes. Pero es que en algún lugar hay que tenerlo, aunque con estos maltratos al cliente corre peligro la confianza en el sistema bancario.  

Muchos empleados han sido represaliados por empeñarse en seguir ayudando a “algún viejecito, no se quiere que se pierda el tiempo con la gente. Antes muchos bajaban al banco, charlaban contigo porque no sus hijos no iban a verlos. Se creaba un vínculo, te conocían por tu nombre. Eso lo exterminó el banco hace mucho tiempo. Y también se paga. A los niños les dabas huchitas con forma de cerdito para que se entretuvieran  y muchos años después han venido a pedirte un crédito. El banco ha perdido esos valores y los ha sustituido por la inmediatez, por la forma de venta americana agresiva”.