Las oportunidades de FEINDEF: las tecnologías duales

La defensa, como el medio ambiente, debe salir de ese “reducto mental” de “solo para entendidos” y formar parte de una nueva cultura industrial de diseño de productos y servicios, independientemente de su destino finalista.

Ramón C. Riva.

Ex militar y experto en Seguridad.

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Cadena de montaje.
Cadena de montaje.

Tras la caída del muro Berlín en noviembre de 1989 y la disolución Pacto Varsovia dos años más tarde (julio 1991) Europa entró en una dulce siesta al sentir que el riesgo se alejaba más de 1.500 kilómetros de sus antiguas fronteras.

No fue hasta los atentados del 11 de septiembre de 2001 cuando despertamos un poco, y aun así, tanto New York como Afganistán se nos antojaban lejanos.

Europa –con sus pequeños problemas- vivía en su sueño de ser la parte del mundo con más derechos ciudadanos y mejor cobertura social; hasta el punto de que uno de esos “pequeños problemas” eran los millones de personas que migraban hacia Europa buscando ese bienestar.

Bruscamente, la expansión del Covid (2020) y la invasión de Ucrania (2022) –aún con señales previas en 2014- nos despertaron como continente dejando patentes muchas de nuestras dependencias respecto al resto del mundo, tales como las importaciones asiáticas o la necesidad de protección por parte de Estados Unidos.

Ahora hay dos conceptos que nos persiguen cada noche como si de pesadillas se tratase: la "reindustrialización" de Europa, pues tras 30 años externalizando nuestros principales centros productivos hemos descubierto lo imprescindible de contar con una industria nacional fuerte, de proximidad y estratégica; y la “autodefensa” tras otros tantos años de considerar que los peligros eran pocos y lejanos.

En el caso concreto de España, estamos en el ranking de los 20 países con mayor producción industrial del mundo (16 o 17, aunque con doble industrialización en función de habitantes que China y la mitad que Estados Unido o Alemania) y unas fuerzas armadas que van descendiendo año a año en el ranking mundial por capacidad de defensa (18 en 2021, 19 en 2022,21-2023).

Si seguimos citando rankings, esto es, entre otras muchas cosas, lo que actualmente somos:

  • el 30 país del mundo por población (a nivel de Colombia, Argentina o Ucrania, por ejemplo );
  • el 16 en Producción Industrial y el 21 en autodefensa;
  • el octavo o noveno fabricante de coches en el mundo segundo en Europa, solo superado por Alemania, lo que indica una capacidad de producción automotriz muy superior a su propio consumo;
  • la novena potencia mundial en construcción naval, tercera posición en Europa tras Países Bajos y Francia;
  • el séptimo exportador mundial de armamento, posición a la que hemos escalado con extraordinaria rapidez en los últimos años (en 2016 éramos los undécimos) gracias sobre todo a nuestra participación en Airbus;
  • uno de los doce países del mundo que cuentan con la capacidad de fabricar el ciclo completo de un avión militar, uno de los diez países constructores de submarinos;
  • fabricantes -bajo licencia- de los 6 Leopard 2E que han llegado a Ucrania, y que los carristas ucranianos han calificado como “excelentes”.

Toda esta capacidad, condición indispensable, condición necesaria –pero no suficiente-, es la que nos hace estar por delante de estados con una fuerte industria militar como Israel o Corea del Sur.

Y aquí es donde hago una pausa y destaco la conversación que mantuve ayer, con un buen amigo mío israelita, proveedor del mercado de alarmas anti-intrusión y excelente conocedor del mix cívico-militar de la industria israelí.

Israel, con sus años de experiencia combatiendo el terrorismo, se ha convertido en uno de los actores principales de análisis de video vigilancia, seguridad electrónica, ciberseguridad, etc., en todo el mundo, al igual que con una enorme Base Industrial de Defensa, que supera con mucho su posición como población.

Israel tiene 9,5 millones de habitantes, es la 28 economía del mundo por PIB, y dedica a su defensa un 5% de su PIB. En 2021, gastaron en defensa 21.000M€ frente a los 16.000M€ españoles, y son la 18 potencia militar mundial.

Como ellos mismos reconocen, económicamente no podrían mantener esa potencia militar de no ser por dos motivos:

Primero, porque su Base Industrial Defensa se mantiene en un circulo virtuoso similar al éxito de la Fragata F-100 española, “un contrato inicial de 2.400 millones por parte del Ministerio de Defensa generó contratos adicionales para la industria nacional por otros 2.000 millones”. Navantia es un caso de “éxito” en cuestión de retornos Defensa en nuestro país: fragatas F-100 (exportado a Noruega o Australia), los buques BAM (Arabia Saudí o Venezuela) o el LHD ‘Juan Carlos I’ (Australia).

Y, segundo, por sus tecnologías duales “reales”. Soy un verdadero adicto al aprendizaje. Y ayer, con mi amigo israelí y su experiencia, entendí lo que en Israel llaman Tecnologías duales real, y su diferencia con España.

Por ejemplo, yo no sabía que uno de cada cuatro aviones militares del mundo lleva componentes de Tecnobit /Grupo OESIA.

Lo que los israelitas definen como industria cívico militar real es todo. Desde la formación universitaria y escuelas profesionales (como hace Escribano M&E con sus acuerdos en el corredor Henares) hasta la capacidad (que España tiene si apuesta por ello, pues es más una cuestión de planificación que de medios) en las tecnologías empleadas en el proceso productivo y de adaptar rápidamente las líneas de producción. 

No se trata tanto de productos finalistas, como los productos de UROVESA, por ejemplo, sino de la capacidad industrial del segundo fabricante de Europa de automóviles (por ejemplo) con más de 2.5 millones de vehículos fabricados al año, para participar en JV de vehículos autónomos y última/milla. O como una empresa como GAM, que va a estar presente en FEINDEF 23, puede estandarizar planes de colaboración logística con las fuerzas armadas, al igual que lo hace con la industria de automoción y aeronáutica.

Se ha superado ya el concepto del antiguo programa de TVE “Por tierra, mar y aire”, pues hay nuevas dimensiones de la Defensa: Tierra, Mar, Aire, Espacio, Ciberseguridad, con el añadido de que el mundo Ciber es un espacio creado por el hombre, donde todo esta por definir y dimensionar.

Me comentaba mi amigo, con verdadera admiración, el papel de la UME o de los bomberos y demás cuerpos españoles en casos como el terremoto de Turquía, Siria, etc. y de un proyecto en el que él participa, y cómo transformar la mayor parte del arma de Ingenieros de su país, quienes siguen siendo militares, con mayor implicación de actividades civiles y productos de origen civil con ligeras adaptaciones.

La defensa, como el medio ambiente, debe salir de ese “reducto mental” de “solo para entendidos” y formar parte de una nueva cultura industrial de diseño de productos y servicios, independientemente de su destino finalista. Siempre hay un momento “para cambiar el chip”.

La noche del 7 de septiembre de 1914 (Primera Guerra Mundial) la aviación francesa confirmó que la ofensiva alemana amenazaba con embolsar al Sexto Ejército del general Manoury. Esa noche 670 taxis circularon desde Los Inválidos de París hacia el Valle del Marne, llenos de soldados y cada vehículo siguiendo las luces traseras del que iba delante. Fue el inicio de la Batalla del Marne, también llamado Milagro del Marne porque, contra pronóstico, se logró detener al enemigo.

FEINDEF es el lugar natural de encuentro, para empezar este dialogo pendiente de industrias civiles y militares.