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Condenan al acosador que obligó a Ana Morgade a cambiarse de casa y "alteró gravemente su vida cotidiana"

La sentencia reconoce que se obsesionó con la presentadora y le ha condenado a seis meses de prisión y a una multa de 3.600 euros.

Silvia

Redactora especializada en Seguridad y Tecnología.

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La presentadora y actriz Ana Morgade (Fuente: Instagram)
La presentadora y actriz Ana Morgade (Fuente: Instagram)

Ana Morgade se ha sumado a la lista de famosos españoles que han sufrido acoso en las redes sociales, que incluye nombres como los de Cristina Pedroche, David Bustamante o Candela Peña. Según ha adelantado Noticias de Navarra, los hechos se remontan a 2019, cuando un individuo rubricó "varios actos de acoso" contra la presentadora y actriz cómica que no solo se limitaron a las redes sociales, sino que también fueron "presenciales". 

El hombre, un vecino de Almendralejo (Badajoz), fue denunciado por Ana Morgade a principios de septiembre de 2019 después de que diera un paso más en su acercamiento hacia ella: el de seguirle hasta el hotel "Tres Reyes" de Pamplona, donde la actriz se alojaba mientras representaba una función de la obra "Conductas Alteradas" en el teatro Gayarra.

El proceso judicial se ha prolongado varios años y, como informa Noticias de Navarra, hace unos meses el acusado fue condenado por la Sección Primera de la Audiencia navarra a seis meses de prisión y a una multa de 3.600 euros por amenazar a Ana Morgade, así como por acosarla de manera insistente. "La sentencia es firme e impone también cinco años de alejamiento y la prohibición del procesado de comunicarse con la cómica", apunta el diario.

"Dada la insistencia y reiteración del acoso realizado por el acusado se alteró gravemente el desarrollo de la vida cotidiana con desasosiego de la víctima, como consecuencia de esa actuación insistente e intimidatoria del procesado que le llevó incluso a tener que cambiar de domicilio y ocultarlo. El acusado consiguió su cercanía física, le contactó de forma reiterada, con contenidos amenazantes o humillantes, no propios de un fan o seguidor de un artista al que se admira", recoge la sentencia, la cual reconoce que el acusado se obsesionó con la televisiva.

Los hechos ocurrieron en un "lapso temporal no demasiado prolongado, pero de una intensidad tal que provocó una modificación de la vida cotidiana no solo de ella, sino también de su esposo"

Siguiendo siempre la información de Noticias de Navarra, la resolución considera que el acusado recopiló un buen puñado de información sobre Ana Morgade a través de las redes sociales, que también le sirvieron para llevar a cabo un auténtico seguimiento de sus actividades y para lograr intimidarla en más de una ocasión. Antes de que se presentara en su hotel de Navarra, también trató de entrar al estudio de grabación de Zapeando con la intención de estar cerca de ella, aunque no lo consiguió, y acudió a varias representaciones teatrales de la humorista en Vitoria, San Sebastián y Pamplona, donde le envió ramos de flores primero haciéndole pensar que se las mandaba la productora y después, el 29 de agosto en Donosti, junto con una tarjeta que decía "¿Tomamos algo?".

"La esperó antes y después de la representación a la salida del teatro", señala el citado medio, que añade que la sentencia alega que dicha actitud empezó a inquietar a la víctima, que pidió a su marido que la acompañara.

El día que se personó en el hotel de Ana Morgade en Pamplona, se acercó a ella diciéndole "Qué casualidad" y lo abandonó de inmediato, hospedándose en otro establecimiento y siendo uno de los espectadores de la representación de la obra en Gayarre tras entrar en el teatro una vez que el resto del público estaba sentado y la sala a oscuras. Ese día, también publicó dos comentarios en Twitter en los que llegó a amenazar a cualquiera que diera trabajo a la presentadora: "A quien le dé trabajo le voy a echar a todo mi grupo encima, mataremos a sus hijos y hasta a sus vecinos. Nunca bromeo con estas cosas. Que no vuelva a subirse al escenario, plató, ni tele ni por internet. Si me queréis poner a prueba, costará sangre", decía uno de ellos.

De acuerdo a la sentencia, desde esa fecha no consta que el acusado intentase volver a ver personalmente a Ana Morgade, aunque en días posteriores siguió compartiendo mensajes en redes sociales que incluyeron uno dirigido a su marido, al que le dedicó estas palabras: "Y tú, payaso, como me vuelvas a vacilar te van a meter una paliza de hospital que vas a estar un mes en él. No te matamos por ella, pero como me vuelvas a vacilar, un mes de hospital con una paliza de verdad, ojito que estoy de payasos como tú hasta los cojones. Tú no me importas".

Ante estos hechos, la jueza encargada del caso concluyó que el acusado "no se trata de un fan o admirador, probablemente despechado porque la actriz le había silenciado en su cuenta de Twitter, sino que se dedicó a seguir sus pasos, lugares que frecuentaba, y acudir a sus representaciones teatrales varias veces, y en al menos tres ciudades, dejar mensajes intimidatorios y lesivos en redes sociales, haciendo ver a la denunciante que conocía dónde y cuándo se desplazaba, convirtiéndose en una especie de sombra indeseada".

Además, ha aclarado que todo ello ocurrió "en un lapso temporal no demasiado prolongado, pero de una intensidad tal que provocó una modificación de la vida cotidiana no solo de ella, sino también de su esposo", lo que para ella denota "el ánimo de inmiscuirse en la vida de la víctima más allá de los límites tolerables".