“Narcos México” es una excelente serie que cuenta la historia real del ascenso al poder del cártel de Guadalajara, liderado por Miguel Ángel Félix Gallardo y el inicio de las guerras de la droga en el México de los años 80. Gallardo comenzó su imperio traficando con marihuana –lo mismo que ahora Marruecos- y uniendo a todos los narcos del país con un propósito común, pero pronto su ambición le llevó a ver México como el mejor sitio para transportar la cocaína colombiana.
La M de México y la M de Marruecos son tremendamente análogas: de producir y distribuir a sus vecinos ricos (Estados Unidos en el caso mexicano, Europa en el caso marroquí) un producto ilegal de moderado valor añadido a descubrir que contando con el canal de distribución y los costes inherentes a él (recepción, almacenaje, reparto a siguiente canal, protección jurídica-abogados, policial) da cuenta de que a igualdad de peso y volumen en transporte el valor añadido y los beneficios son 10 veces mayores.
El precio medio de la cocaína en Europa es de 74 euros por gramo. La heroína tiene actualmente un precio medio de 50 euros por gramo en la zona euro. En la mayor parte de Europa (Italia, Francia, Alemania, etc.) el cannabis tiene un precio de 10 euros por gramo. Sin embargo, en España el precio medio del cannabis es de 5 euros por gramo.
Con estas cuentas, la elección de los narcos mexicanos y la de los marroquís es clara. La elección mexicana le ha costado a México más de 400.000 personas asesinadas y más de 72,000 desaparecidas, según cifras oficiales a mayo de 2021. Esto es el doble de bajas en la guerra de Ucrania hasta 2023.
Ahora, la Mocro Mafia marroquí amenaza a Europa y el norte de África. Marruecos, Bélgica y los Países Bajos son países fundamentales en la cadena de la cocaína entre América Latina y Europa. Bélgica y los Países Bajos han superado a España como principales puntos de entrada a Europa de la cocaína procedente de América Latina. Las 65,6 toneladas de cocaína interceptadas en el puerto de Amberes en 2020 casi se duplicaron en 2022; y Marruecos es un eslabón crucial de la cadena.
Tal y como se explicaba en el reportaje titulado “¿Corre Bélgica peligro de convertirse en un narcoestado?”, publicado en estas mismas páginas hace escasos días, “Cuando los Países Bajos abrieron su mercado de cannabis en la década de 1970, los ciudadanos holandeses y belgas de origen marroquí aprovecharon sus vínculos familiares con los cultivadores de cannabis en la región montañosa del Rif, en el norte de Marruecos. El tráfico de hachís se expandió gradualmente hacia la cocaína, más lucrativa. La Mocro Maffia surgió de este comercio en la década de 1990, trabajando principalmente en Bélgica y los Países Bajos, este poderoso cartel de la droga controla un tercio del mercado europeo de cocaína.”
Así, en esta colaboración de carteles colombianos y mexicanos, con distribuidores como la Mocro Maffia, los puertos de Dakar, Algeciras, Amberes y Rotterdam, con su correspondiente capacidad para corromper a funcionarios estatales, los convierte en puntos estratégicos. Y casi en medio de los 2.200 kilómetros que separan a Amberes de Algeciras, si vas por la costa, tienes a Marsella, que recibe y redistribuye tanto la cocaína procedente del norte como el hachís procedente del sur.
En 2023, 49 personas murieron a causa del narcotráfico en Marsella, alcanzando un máximo histórico debido a la guerra territorial que libran dos de los mayores cárteles de la droga -DZ Mafia y Yoda- que luchan por el control de un mercado muy lucrativo.
En Francia, el tráfico de drogas genera unos 3.000 millones de euros al año. Algunos puntos de venta de Marsella mueven entre 25.000 y 90.000 euros al día, y en Les Maronniers -uno de los puntos de tráfico de Marsella-, los precios se exponen "como en la carta de un restaurante".
En esa guerra, hasta ahora estos narcotraficantes, los cuales conocen muy bien el territorio español -se trata de una zona clave en la circulación del cannabis desde el norte de África hasta Francia, y en la que a diferencia de la Mocro Maffia y la mafia italiana, no disponían de actividad ni estructuras-, ya que la ven sobre todo como “un lugar de reposo y donde esconderse”, empiezan a desplazarse hacia Cataluña, sobre todo los bandos perdedores y expulsados de sus zonas.
En 2023, el cartel marselles de los DZ se alió con la Mocro Maffia, gobernantes indiscutibles de los puertos de Amberes y Rotterdam, extendiendo su influencia hasta Marbella.
No olvidemos que con la detención de Karim Bouyakhrichan, y según el propio ministerio del Interior, “la investigación se inició en junio de 2018 tras tener conocimiento del asentamiento en España de una organización criminal dedicada, presuntamente, al tráfico internacional de sustancias estupefacientes a gran escala, concretamente a la introducción en nuestro país de grandes cantidades de cocaína, así como al blanqueo de capitales. Para ello utilizaban una sólida infraestructura personal, marítima y mercantil con presencia principalmente en Málaga, Barcelona, Melilla o Marbella, así como en el extranjero”.
Esta alianza fortaleció a los DZ, que empezaron a perseguir a los miembros de los Yoda dentro y fuera de las fronteras marsellesas, obligando a sus rivales a esconderse en otras ciudades.
Así fue, pues, como los primeros clanes de la mafia marsellesa aterrizaron en Cataluña: huyendo de las garras, cada vez más feroces, de los DZ.
“El primer ajuste de cuentas fuera de Francia se ejecutó el 3 de mayo de 2023 en Salou (Tarragona). Pasadas las once de la noche, tres sicarios del clan de Laribi se bajaron de un Renault Captur y se dirigieron a las víctimas, a quienes dispararon sin piedad. Uno de los jóvenes falleció en el interior del coche, donde fue sorprendido por sus rivales. El otro trató de esquivar las balas de sus enemigos, pero quedó gravemente herido y murió horas después en el hospital. Ambos eran miembro de los Yoda.
Tras meses tirando del hilo, un equipo de investigación compuesto por Mossos d’Esquadra y policía marsellesa logró identificar a las cuatro personas que, presuntamente, participaron en el tiroteo de Salou, así como a los otros miembros que brindaron su apoyo desde Francia. Desde entonces, Cataluña ha registrado la llegada paulatina de mafiosos marselleses: unos huyendo de los otros, y los otros huyendo de la policía” (Crónica, 14-03-2024).
Esta migración de mafiosos ligados al narcotráfico, desde Marsella por guerra de bandas, desde los Balcanes para generar estructuras, etc., implica, según declaraciones de los propios comisarios de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra, y de los responsables de Guardia Civil y Policía, primero, que Cataluña se haya convertido en uno de los grandes huertos de marihuana en Europa; segundo, que haya habido un aumento, hasta ahora desconocido, de armas de fuego para proteger las plantaciones ante eventuales ataques de grupos rivales y, tercero, todo ello ha desembocado en un inevitable aumento de la narcoviolencia, ya sea persiguiéndose unos a otros –caso marsellés- como por competencia por el control del territorio y de las mejores rutas.
Ya tenemos la Mocro Maffia implantada y dominando desde Rotterdam a Marsella, a Bélgica en riesgo de convertirse en un narco estado, y a punto de quebrarse (hasta ahora era la zona de la jet narco pero sin violencia) el status quo delincuencial de Marbella con un Marruecos que ni puede (conflicto del Riff) ni quiere enfrentarse a sus súbditos narcos. ¿Aprendemos del paralelismo Mexico-USA o seguimos sus pasos?