¿Por qué colocan los padres a sus hijos en el asiento equivocado?

Para un padre, la seguridad de su hijo es lo más importante, y sin embargo los niños no  viajan en el lugar más seguro. Muchos progenitores no saben cuál es.

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Mucha gente ignora cuál es el asiento más seguro para los niños.
Mucha gente ignora cuál es el asiento más seguro para los niños.

El último informe sobre seguridad infantil en el coche de la Fundación Mapfre incluye una pregunta clave en uno de sus apartados, y es esta: ¿Viajan nuestros hijos siempre seguros? . La respuesta es un “no” rotundo. Los autores del estudio han obtenido algunas conclusiones que dejan muy clara la falta de conocimientos de los padres.

Los progenitores desconocen cuál es asiento más seguro, y tampoco saben a qué edad y en qué circunstancias pueden viajar los niños como copilotos. luego se responde con preocupación: no. Los autores del estudio concluyen, por ejemplo, que los padres no saben cuál es el asiento más seguro para sus pequeños ni en qué circunstancias pueden viajar como copilotos..

No es la edad solo, sino la estatura la que marca las normas. Si un niño mide menos de un metro y treinta y cinco centímetros de altura debe viajar detrás.

Es importante que los coches dispongan siempre de airbag, y que, a ser posible, la sillita infantil se sitúe en dirección opuesta al vehículo. Según publica el diario El País en su sección de motor, una sillita infantil puede evitar hasta el 75% de las muertes y hasta un 90% de las lesiones graves en caso de una frenada brusca o un siniestro vial, pero muchos padres no saben usarlas del todo bien. 

Los principales errores están relacionados con los alzadores recomendados desde los 4 años y hasta los 12. Pero hay niños que son muy altos con corta edad y sus huesos y músculos no están preparados para un impacto. El 87,3% de los padres, por ejemplo, desconoce que son más seguros los dispositivos que llevan un respaldo, ya de aminoraría el daño en la cabeza y evita el contacto del pequeño con el lateral del vehículo. Y luego hay algo que casi todo el mundo desconoce, y es que, aunque el reglamento de circulación establece el límite legal para ir sentado delante en 1,35, los expertos y hasta las autoridades de circulación elevan hasta 1,50 las recomendaciones de seguridad. Y lo mismo ocurre con la obligatoriedad de los dispositivos de seguridad para mayores de cuatro años. Las recomendaciones se hacen en función de la experiencia, y la Ley no se va modificando al ritmo de las últimas investigaciones, se enuncia de forma muy generalizada. Por ello se remite a las instrucciones que da el fabricante en algunos de sus artículos relacionados.

Las excepciones que permiten a los niños viajar en el asiento delantero

 

Esto es lo que dice la ley al respecto, concretamente en el artículo 38 del reglamento General de Circulación sobre cómo, donde y cuando y a que edad pueden ir los niños en el asiento del copiloto, amén de otras circunstancias sobre la seguridad de los menores. 

 1. El conductor y los ocupantes de los vehículos estarán obligados a utilizar, debidamente abrochados, los cinturones de seguridad homologados, tanto en la circulación por vías urbanas como interurbanas. Esta obligación, en lo que se refiere a los cinturones de seguridad, no será exigible en aquellos vehículos que no los tengan instalados.

En todo caso, los menores de edad de estatura igual o inferior a 135 centímetros deberán utilizar sistemas de retención infantil y situarse en el vehículo de acuerdo con lo dispuesto en los apartados siguientes.

2. En los vehículos de más de nueve plazas, incluido el conductor, se informará a los pasajeros de la obligación de llevar abrochados los cinturones de seguridad u otros sistemas de retención infantil homologados, por el conductor, por el guía o por la persona encargada del grupo, a través de medios audiovisuales o mediante letreros o pictogramas, de acuerdo con el modelo que figura en el anexo IV, colocado en lugares visibles de cada asiento.

En estos vehículos, los ocupantes a que se refiere el párrafo segundo del apartado 1 de tres o más años deberán utilizar sistemas de retención infantil homologados debidamente adaptados a su talla y peso. Cuando no se disponga de estos sistemas utilizarán los cinturones de seguridad, siempre que sean adecuados a su talla y peso.

3. En los vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, los ocupantes a que se refiere el párrafo segundo del apartado 1 deberán utilizar sistemas de retención infantil homologados debidamente adaptados a su talla y peso.

Dichos ocupantes deberán situarse en los asientos traseros. Excepcionalmente podrán ocupar el asiento delantero, siempre que utilicen sistemas de retención infantil homologados debidamente adaptados a su talla y peso, en los siguientes casos:

1.º Cuando el vehículo no disponga de asientos traseros.

2.º Cuando todos los asientos traseros estén ya ocupados por los menores a que se refiere el párrafo segundo del apartado 1.

3.º Cuando no sea posible instalar en dichos asientos todos los sistemas de retención infantil.

En caso de que ocupen los asientos delanteros y el vehículo disponga de airbag frontal, únicamente podrán utilizar sistemas de retención orientados hacia atrás si el airbag ha sido desactivado.

4. Los sistemas de retención infantil se instalarán en el vehículo siempre de acuerdo con las instrucciones que haya facilitado su fabricante a través de un manual, folleto o publicación electrónica. Las instrucciones indicarán de qué forma y en qué tipo de vehículos se pueden utilizar de forma segura.

5. La falta de instalación y la no utilización de los cinturones de seguridad y otros sistemas de retención infantil homologados tendrá la consideración de infracción grave o muy grave, conforme a lo establecido en el artículo 65, apartados 4.h) y 5.ll), respectivamente, del texto articulado.

 

Y también existe una percepción errónea sobre la obligatoriedad y el uso idóneo de los dispositivos para los niños mayores de 4 años. Cuatro de cada diez padres cree que se recomiendan los alzadores hasta que el niño mida 1,35 metros, pero no es cierto. Aunque el reglamento de circulación establece ese límite legal, los expertos recomiendan alargar el uso hasta que midan 1,50 metros. Cierto es que hay pocos niños con semejantes estaturas, pero los legisladores lo tienen que tener todo previsto.

Resultan más preocupantes, en opinión de los autores del informe, otros errores habituales. Por ejemplo, solo el 38,8% de los encuestados conoce una verdad como un templo, y es que el sitio  más seguro para colocar el sistema de retención infantil es el asiento central trasero. Allí tiene más protección en caso de impacto lateral y vuelco. 

El estudio también rompe una lanza en favor de los padres y señala que  “la mayor parte de los automóviles no disponen de anclajes Isofix en el asiento trasero central”. Lo habitual es que los coches lo tengan situado  en las butacas laterales, lo que impide usar la ubicación correcta con comodidad.

Y un buen número de encuestados (un 47%) desconoce las tres excepciones legales ya mencionadas antes cuando hemos citado el BOE  por las que un niño que mida menos de 1,35 metros puede viajar en el asiento delantero, incluso sentado en su sillita.  

El estudio también revela datos positivos, y el informe literalmente afirma que las familias “aprueban con buena nota en otros aspectos”: 

  • Un 99,6 % de los encuestados es consciente de que el recién nacido debe transportarse en portabebé de seguridad con el niño mirando hacia atrás o en un capazo homologado apto para utilizarlo en el coche
  • Nueve de cada diez padres están al tanto de que el sistema Isofix “facilita la tarea de instalar el portabebés o sillita en el vehículo, evitando errores en su instalación y aumentando así la eficacia del sistema”.
  • La normativa marca que los menores pueden viajar mirando hacia delante a partir de los 15 meses o 10 kilos de peso. El 91,9% conoce este detalle, según revela el informe de la Fundación Mapfre.  
  • El respaldo del portabebés, cuando el bebé se encuentra situado mirando hacia atrás, tiene que estar situado “en una posición intermedia, entre horizontal y vertical, para permitir al niño dormir con tranquilidad y evitar la temida asfixia postural”. Este dato lo conocen el 65,7% de los progenitores.