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Sindicatos de prisiones denuncian mordiscos e intentos de apuñalamiento

Los funcionarios de prisiones continúan denunciando el infierno de agresiones que viven. En algunas cárceles se viven escenas dantescas por la falta de medios y la sensación de impunidad de los presos.

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La falta de medios en las prisiones hace crecer porcentualmente el número de incidentes violentos en las mismas.
La falta de medios en las prisiones hace crecer porcentualmente el número de incidentes violentos en las mismas.

ACAIP UGT ha denunciado la agresión a un funcionario en Madrid 2  (Alcalá Meco) el pasado día 18 de marzo. Los hechos sucedieron alrededor de las 21:30 horas en el módulo 1, coincidiendo con el recuento de la población reclusa, momento en el que el trabajador agredido observó que el interno M.J de 20 años de edad no respondìa al requerimiento del funcionario.

En el momento en que procedió a interesarse por el estado de dicho interno, este comenzó a propinarle patadas y puñetazos, lo que le provocó al funcionario diversas contusiones y lesiones en nariz y cabeza por las que hubo de ser trasladado a urgencias para la realización de pruebas médicas.

Hacía mucho tiempo que en Madrid 2 un funcionario no era objeto de agresión, pero según ACAIP-UGT, sí es cierto que hace solo unos meses se produjeron intentos de agresión, como los acontecidos en los módulos 5 y 11 del centro, sin que se produjera una respuesta inmediata requerida por la gravedad de los hechos, lo que dicha sección sindical considera  una falta de respaldo hacia los trabajadores que estuvieron en riesgo de ser agredidos. 

La falta de personal, denunciada sistemáticamente por este sindicato, redunda en la seguridad, tanto de los internos, como de los funcionarios Madrid 2 sufre una carencia de cerca de 90 funcionarios, "todo ello debido a la desastrosa gestión que en materia de recursos humanos vienen llevando las autoridades penitenciarias. A consecuencia de ello, se está creando una situación insostenible en el centro", informa ACAIP UGT en un comunicado enviado a nuestra redacción.

Estos casos no son nuevos. Todo el mundo recuerda el terrible intento de un interno peligroso de cortarle la yugular a un funcionario. El preso era el mismo que originó graves problemas a unos funcionarios de Villena cuando intentaron reducirle. La Subdidrectora del penal, presuntamente, en lugar de defender a sus trabajadores filtró a unos medios unas grabaciones internas de la cárcel para dejarlos como si fueran maltratadores a ojos de la opinión pública, cuando lo único que hicieron fue cumplir con su deber. Hay que recordar que nos se cumplen las tasas de remplazo entre los trabajadores de prisiones y la inmensa mayoría de ellos son ya de edades algo avanzadas con respecto a la media de otros funcionarios.

2022 está siendo un año especialmente conflictivo, y más en la cárcel de Daroca

 

Un altísimo porcentaje ha superado los cincuenta años. No siguen cursos habituales de defensa personal, ni se les está formando de manera continua en aptitudes que podrían servir para evitar conflictos, como es el aprendizaje de tratos con presos con problemas psiquiátricos, como es el caso anteriormente mencionado. Hay que recordar que la subdirectora de la cárcel de Villena fue detenida por la Guardia Civil por simular una especie de semisecuestro en el que supuestamente quiso simular que la habían amenazado para que tuviera la boquita callada y supuestamente orientar la sospecha de la autoría de estas amenazas inexistentes a los funcionarios. 

Según ACAIP UGT el inicio de 2022 está siendo especialmente conflictivo también en el centro penitenciario de Daroca. Se han producido, al menos, 15 incidentes graves entre internos que han requerido la intervención de los funcionarios del centro con el resultado de 4 trabajadores lesionados en menos de dos meses.

Desde ACAIP-UGT reiteran la falta de medidas frente a las agresiones que sufren los trabajadores públicos penitenciarios. El pasado día diez, un  interno amenazó e insultó a los funcionarios de la prisión zaragozana, teniendo que ser trasladado al departamento de aislamiento por su conducta agresiva. Este mismo preso había protagonizado  pocas semanas antes un incidente grave en el que atacó a tres funcionarios, intentando herir a uno de ellos utilizando un bolígrafo afilado como punzón.

A pesar de la gravedad de los hechos y del estado agresivo del reo, la decisión de la dirección fue trasladarlo a un módulo de régimen de vida ordinario con el resto de la población reclusa. Esta actitud del equipo directivo se ha repetido con otros internos conflictivos, lo que ha provocado una situación insostenible en el centro.

"La conflictividad en la prisión de Daroca ha aumentado por la falta de aplicación de medidas regimentales, lo que provoca la percepción, por parte de los internos, de impunidad ante sus actos violentos, poniendo en riesgo al resto de la población reclusa y a los profesionales del centro", señalan desde el sindicato. .

La acumulación de presos con perfiles violentos ha sido una constante en los últimos meses, con peleas en los módulos y enfrentamiento con los trabajadores que se han visto obligados a intervenir con el balance de 4 funcionarios lesionados. Uno de ellos acabó con la una luxación de muñeca al reducir a un interno que, previamente, había mordido a otro trabajador. Es imprescindible que antes hechos tan graves como el ataque a los trabajadores con armas de fabricación casera, o graves alteraciones de la convivencia, se tomen las medidas regimentales que prevé el propio reglamento penitenciario, además del traslado de los presos protagonistas de estos hechos a centros más adecuados a su perfil. Señalan, que, a su vez, se debe realizar una correcta separación de los internos atendiendo a su peligrosidad y a su pronóstico individualizado de progresión y reinserción. Para ello, deben tenerse en cuenta los informes de los profesionales penitenciarios por parte de los gestores de las prisiones.

Sin una convivencia ordenada en el interior de los centros, no es posible la labor de reeducación y reinserción. La percepción por parte de los presos de que una actitud violenta e inadaptada no tiene consecuencias o, más bien al contrario, salen beneficiados de ellas, es un mal precedente que pone en peligro al centro y sus trabajadores.

Según señalan en su comunicado "ACAIP-UGT mantiene un conflicto colectivo con la administración penitenciaria ante la falta de negociación y por la necesaria mejora de las condiciones laborales que debe reconocer la labor de los trabajadores penitenciarios, con una retribución acorde a las funciones realizadas y con una reclasificación de centros que se adecue a la realidad actual de las prisiones, la nueva tipología de delitos y los distintos perfiles de los reos".