El brutal rearme europeo que estamos viviendo en el viejo continente tiene dos motivaciones principales, el cambio de política norteamericana con respecto a la defensa de Europa (abandono), y la supuesta amenaza de que Rusia vaya a atacar a la OTAN, y esta última, tiene sus fans y detractores…
El plan de paz de Trump parece que ha fracasado y la guerra en Ucrania continúa, y paralelamente a esto, algunos expertos y servicios de inteligencia señalan que Rusia podría estar preparándose para un conflicto más amplio con la OTAN en los próximos años.
Pero, ¿en qué elementos se apoyan seguidores y detractores de la idea de que Moscú va a atacar a la OTAN en los próximos años? ¿Pero, si ni siquiera puede con Ucrania, como va a poder con Polonia o los Estados Bálticos?
Argumentos de los que afirman que Rusia va a atacar
La reciente expansión militar rusa en las fronteras occidentales. Para empezar, Rusia ha aumentado su presencia militar cerca de Finlandia y Noruega. Moscú construye nuevas bases y cuarteles en Petrozavodsk, a unos 160 km de la frontera finlandesa, donde planea albergar decenas de miles de tropas. Está construyendo y mejorando infraestructuras ferroviarias y logísticas en la región.
El ejército ruso está aumentado su tamaño a 1.5 millones de efectivos. Ha incrementado además su producción de armamento (como la fabricación de aproximadamente 300 tanques T-90M al año). Mucho de este nuevo equipamiento no se está utilizando en Ucrania, lo que indica una posible preparación para conflictos futuros más allá de ese país.
Advertencias de la inteligencia europea. Algunos servicios de inteligencia de varios países europeos han emitido alertas sobre las intenciones de Rusia:
- En Alemania, el Servicio Federal de Inteligencia (BND) advierte que Rusia podría estar lista para una guerra convencional a gran escala contra la OTAN para 2030.
- En Dinamarca, el Servicio de Inteligencia de Defensa danés (DDIS) señala que Rusia podría estar dispuesta a utilizar la fuerza militar en una guerra regional contra uno o más países de la OTAN si percibe a la alianza como debilitada o dividida.
- En Lituania, los servicios de inteligencia lituanos estiman que Rusia podría desarrollar capacidades suficientes para acciones militares limitadas contra la OTAN en un plazo de tres a cinco años.
Aumento del gasto militar ruso. El presupuesto de defensa de Rusia ha aumentado de manera importante, alcanzando aproximadamente 120.000 millones de euros en 2025, lo que representa más del 6% del PIB del país. Este incremento refleja una priorización de la preparación militar y la expansión de capacidades ofensivas.
Actividades de sabotaje y guerra híbrida. Las operaciones de sabotaje y subversión rusas en Europa y Estados Unidos han aumentado. Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), el número de ataques rusos en Europa casi se triplicó entre 2023 y 2024. Estos ataques incluyen sabotajes a infraestructuras críticas, como cables submarinos de comunicación, y campañas de desinformación.
Todas estas “pruebas” de un posible ataque, como la acumulación de fuerzas militares por parte de Rusia, junto con advertencias de inteligencia y actividades de sabotaje, podrían indicar una preparación para posibles conflictos con la OTAN en los próximos años, pero también podría significar… ¡NADA!
Por ello muchos detractores niegan que estos hechos signifiquen nada y que Moscú no está en condiciones de atacar a nadie… excepto a Ucrania.
Argumentos de los más incrédulos ante un ataque sobre Europa
Declaraciones oficiales rusas: negación de intenciones agresivas. Vladímir Putin ha calificado repetidamente (en 2024, este año no lo ha dicho) como “disparate” y “delirio” la idea de que Rusia pretenda atacar a Europa o a la OTAN. En marzo de 2024, durante una reunión con pilotos militares, Putin afirmó que tales acusaciones son una invención destinada a intimidar a las poblaciones occidentales y justificar aumentos en el gasto militar.
También el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha declarado que Rusia no tiene planes de atacar a ningún país de la OTAN y que tales afirmaciones son infundadas.
Limitaciones militares y económicas de Rusia. A pesar de los aumentos en el gasto militar, Rusia tiene importantes desafíos económicos por delante y aunque el presupuesto militar ruso sea elevado, sigue siendo inferior al combinado de los países de la OTAN.
El conflicto en Ucrania. Ha supuesto un desgaste considerable para las fuerzas armadas rusas, tanto en términos de personal como de equipamiento. Y las sanciones impuestas por países occidentales han afectado la economía rusa, limitando su capacidad para sostener una campaña militar prolongada contra la OTAN.
Riesgos de escalada y consecuencias de un conflicto directo. Un enfrentamiento directo de Moscú con la OTAN tendría consecuencias catastróficas para ambas partes. La disuasión mutua y la conciencia de los costes de una guerra a gran escala son factores que reducen la probabilidad de un conflicto directo, pero sí es verdad que Rusia es la reina de la guerra hibrida y sí que podría hacer daño a Europa sin entrar en un conflicto armado directo.
La historia de amor/odio entre Rusia y Europa merece que Bruselas y la OTAN permanezcan vigilantes y preparadas ante cualquier eventualidad, aunque algunos hechos sugieren que Rusia no tiene una intención inmediata ni la capacidad práctica para lanzar un ataque directo contra Europa, otros factores podrían indicar lo contrario.
Balance
Pero la situación geopolítica sigue siendo compleja y dinámica, por lo que la posibilidad de que el actual enfrentamiento entre Moscú y Kiev pueda escalar (ya sea por un accidente o motu proprio por alguno de los actores involucrados) y salpicar de alguna manera a Europa sí es bastante probable. No parece, sin embargo, Rusia quiera entrar en una confrontación directa con la OTAN, pero eso no tiene que significar que Rusia no vaya a entrar en confrontación con algunos Estados de la Alianza…