El HMS Diamond abandona el Mar Rojo: ¿relevo programado?

La Royal Navy se ha visto obligado a retirar un buque de guerra, el HMS Diamond, del Mar Rojo tras tres ataques con misiles disparados desde Yemen.

Ramón C. Riva.

Ex militar y experto en Seguridad.

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El HMS Diamond es un destructor de defensa aérea tipo 45 o clase Daring de la Royal Navy británica.
El HMS Diamond es un destructor de defensa aérea tipo 45 o clase Daring de la Royal Navy británica.

La televisión libanesa Al Manar, que emite noticias del movimiento Ansarulá, ya lo avisó hace unos días: “Todos los buques de guerra se verán obligados a abandonar el Mar Rojo”.

Ansarulá, también escrito Ansar Alá, quiere decir ‘partidarios de Dios’ y es un movimiento político y armado chií que se opone al Gobierno suní de Yemen. Este movimiento surgió en los años noventa como reacción al creciente poder de Arabia Saudí y, apoyado por Irán en 2014, estableció un Gobierno autónomo de facto en Saná, la capital yemení, desde donde controlan el noroeste del país desde 2016. Son lo que los occidentales conocemos por hutíes.

Y este pasado viernes, los medios de comunicación hutíes o de Ansarulá, informaron de que, “después de que una exitosa operación yemení obligara a un buque de guerra británico a salir del Mar Rojo, Mohammad Ali al-Huzí, miembro del Consejo Político Supremo de Yemen, reiteró que todos esos barcos extranjeros eventualmente serían expulsados de la región”.

Esto sucedió un día antes de que los medios británicos revelaran que la Royal Navy se había visto obligada a retirar un buque de guerra, HMS Diamond, del Mar Rojo después de que fuera objeto de tres ataques con misiles balísticos disparados desde Yemen, aunque las imágenes difundidas por los medios yemeníes mostraban un misil impactando contra el HMS Diamond sin especificar cuándo se produjo el ataque.

Ansarulá está llevando a cabo operaciones con misiles y drones contra barcos israelíes y aquellos que se dirigen a puertos en los territorios palestinos ocupados, así como contra buques de guerra británicos y estadounidenses enviados al Mar Rojo para hacer frente a los ataques yemeníes.

Informes de los medios británicos han revelado que la Armada del Reino Unido retiró su HMS Diamond del Mar Rojo después de que las fuerzas yemeníes lo atacaran con tres misiles balísticos, si bien no dicen si lo han dañado o no. Otro buque de guerra de la Royal Navy, el HMS Richmond, lo sustituirá.

Abdul-Malik Al-Houthi, líder del movimiento Ansarallah que gobierna de facto Yemen, afirmó el pasado jueves que el país había logrado una "victoria real" al llevar a cabo ataques contra barcos comerciales vinculados a Israel y buques de guerra estadounidenses y británicos. "El movimiento de barcos vinculados a Israel se ha vuelto casi inexistente. Para los barcos del enemigo israelí, su movimiento se ha detenido por completo desde el estrecho de Bab al-Mandab hasta el Mar Rojo, y esto es un verdadero logro y una verdadera victoria", afirmó Al-Houthi en un discurso televisado.

Esta es una semana de calma tensa en el mar Rojo, y no es lo mismo un relevo programado del HMS Diamond por el HMS Richmond, programado que este cambio haya sido debido a un o varios impactos y más aún si hay bajas.

Hasta ahora, dentro de la Operación Guardián de la Prosperidad, la Marina de los EE.UU. sigue soportando la mayor parte de la carga, y no nos engañemos, es Europa y no Estados Unidos el que necesita que este estrecho esté abierto.

Es difícil explicarse por qué en medios europeos no se habla prácticamente del barco iraní MV Behshad, que se encuentra actualmente anclado frente a Yibuti. El Behshad funciona como un barco espía que monitorea las actividades en la zona y como un punto de transbordo para las armas iraníes suministradas a los hutíes, más cuando la actividad rusa en la región está aumentando. Con evidencia de agentes rusos e iraníes sobre el terreno en partes de Yemen controladas por los hutíes, el eje entre Ansarulá, Irán y Rusia es cada vez más visible.

Esto tiene mucho sentido si se considera lo dispuesta que está Rusia a distraer a "Occidente" de Ucrania en estos momentos, ayudando a multiplicar las zonas de conflicto.

Por esto, y aún a riesgo de escalar la tensión en la zona, no es nada descartable acciones más decisivas de Estados Unidos y Reino Unido antes de degenerar en un conflicto de desgaste.