Finlandia se está convirtiendo en un gigante emergente en tecnología de defensa

El país nórdico combina innovación y capacidad geoestratégica para erigirse en una referencia en el ámbito militar.

Pedro Fernaud

Periodista

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Banderas de Finlandia y la OTAN ondeando al viento.
Banderas de Finlandia y la OTAN ondeando al viento.

Finlandia es un país con apenas cinco millones de habitantes. A pesar de esa limitación demográfica, se ha convertido en un actor destacado en el sector de la tecnología de defensa. Impulsada por tensiones geopolíticas, un fuerte apoyo gubernamental y una sólida herencia tecnológica, está redefiniendo el entrenamiento militar y la vigilancia a través de innovaciones pioneras.

En esa línea, empresas como Varjo y Kelluu están atrayendo inversiones significativas y atención global, hasta el punto de posicionar a Finlandia como un referente europeo en tecnología de defensa. Este auge no solo refleja la capacidad de innovación del país, sino también su compromiso con la seguridad y la estabilidad en un mundo cada vez más incierto.

Innovación en la producción de cascos de entrenamiento

La empresa Varjo es una muestra representativa de cómo es el tejido empresarial y tecnológico finlandés. En esta compañía, en la que trabaja José Barrientos, especialista en producción, desarrollan cascos de realidad mixta que simulan entrenamientos militares con gran precisión. “Todo tiene que ser perfecto”, afirma Barrientos a la BBC. Existen 368 empresas de tecnología de defensa en el país; y alrededor del 40% son emergentes y se catalogan como de rápido crecimiento.

Barrientos, especialista en producción de Varjo, trabaja meticulosamente en el ensamblaje de cascos de realidad mixta. Según su testimonio, “todo tiene que ser perfecto, ya que hay muchas cosas que pueden afectar en la calidad y fiabilidad en el producto final de una manera enorme”. Barrientos viste bata de laboratorio y guantes plateados mientras integra múltiples cámaras, sensores de seguimiento ocular y sistemas electrónicos, y en su discurso subraya la complejidad técnica necesaria para simular “escenarios de operativos militares de alto riesgo”.

El impulso de la guerra en Ucrania y la adhesión a la OTAN

Por su parte, Timo Toikkanen, director ejecutivo de Varjo, explica cómo los eventos geopolíticos han acelerado el interés inversor en su tecnología. “[La invasión de Rusia a Ucrania] más o menos le inyectó esteroides a todo”, afirma Toikkanen al referirse al aumento de la demanda de sus cascos por parte de las fuerzas de la OTAN. Detalla que, antes de marzo de 2022, los inversores “andaban con rodeos” por las posibles implicaciones éticas de la tecnología de defensa; ahora, en cambio, “buscan compañías que estén activas en el campo de la tecnología de defensa y ya no es mal visto”.

Conciencia geopolítica y deber constitucional

Nicholas Nelson, inversor en tecnologías de defensa y profesor invitado en la Universidad de Oxford, pone el foco en la “tiranía de la geografía” que siente Finlandia al compartir 1.340 kilómetros de frontera con Rusia. “Cuanto más cerca estás a una amenaza, es más probable que la percibas como más aparente y, en efecto, más existencial”, explica. Añade que el recuerdo de la Guerra de Invierno contra la Unión Soviética y el servicio militar obligatorio han fomentado un “espíritu de presteza para defender” que impulsa tanto la mentalidad ciudadana como las decisiones empresariales en el sector.

Apoyo estatal y cultura de emprendimiento

Kirsi Kokko, directora del programa de defensa y resiliencia digital en Business Finland, describe la colaboración público-privada como “realmente reforzada” por el Gobierno actual. Kokko destaca un fondo de 120 millones de euros destinado a I+D en startups de defensa, y subraya: “Creo que ellos entienden la urgencia”. Este respaldo, junto al legado de Nokia —fuente de talento y experiencia tecnológica— ha permitido que empresas como Varjo, Iceye, Re-orbit y Kelluu escalen rápidamente, consolidando a Helsinki entre los principales polos europeos de innovación en defensa.

¿Finlandia es una potencia mundial?

Finlandia no es una potencia mundial en el sentido tradicional de influencia geopolítica y militar, pero sí que destaca como una potencia en áreas clave como educación, tecnología, innovación y calidad de vida. Con un PIB de aproximadamente 300.000 millones de dólares y una economía basada en sectores como la tecnología, la ingeniería y la energía sostenible, el país se ha posicionado como líder en innovación, con empresas como Nokia y Rovio.

Además, es reconocida por su modelo educativo de excelencia y su alto índice de desarrollo humano, tanto es así que ocupa regularmente los primeros lugares en rankings de felicidad y calidad de vida. Aunque no tiene un papel dominante en la política global, su enfoque en bienestar social, sostenibilidad y cooperación internacional le otorgan una influencia significativa en el mundo.

¿Es Finlandia un centro tecnológico?

Finlandia es un destacado centro tecnológico con un fuerte enfoque en innovación y desarrollo digital. Con una inversión significativa en investigación y desarrollo (alrededor del 3% de su PIB), el país alberga un ecosistema tecnológico vibrante, impulsado por startups y empresas globales como Nokia y KONE.

Helsinki, la capital de este país nórdico, es reconocida como un hub tecnológico en Europa, una influencia que queda de relieve en eventos como Slush, una de las conferencias de startups más grandes del mundo. Además, lidera en inteligencia artificial, telecomunicaciones y juegos electrónicos, con empresas como Supercell y Rovio a la vanguardia. Su infraestructura digital avanzada y la alta educación técnica han consolidado su posición como un epicentro tecnológico de referencia a escala global.

¿Qué es la Red de Innovación de Defensa de Finlandia?

La Red de Innovación de Defensa de Finlandia es un ecosistema emergente de tecnología aplicada a la seguridad y defensa, impulsado por startups y el respaldo estatal. Con más de 368 empresas dedicadas a la innovación en defensa, Finlandia se ha convertido en un actor clave en el desarrollo de tecnologías de uso dual, aplicables tanto en el ámbito militar como en otras industrias.

Se posiciona Helsinki entre las cinco principales ciudades europeas en inversión en defensa y seguridad, con el apoyo de fondos de capital de riesgo y el Fondo de Innovación de la OTAN. En ese contexto, empresas como Varjo han revolucionado el entrenamiento militar con simulaciones de realidad mixta y han optimizado la formación de pilotos de combate, al tiempo que atraen inversiones relevantes. La adhesión de Finlandia a la OTAN y el contexto geopolítico han acelerado el crecimiento de este sector, hasta el punto de consolidar al país como un referente en tecnología de defensa.

¿Cuántos soldados tiene Finlandia?

Finlandia cuenta con aproximadamente 24.000 soldados en servicio activo, lo que la posiciona entre los países con fuerzas armadas más reducidas en términos de personal. Sin embargo, su modelo de defensa se basa en una gran cantidad de reservistas, con cerca de 900.000 personas listas para ser movilizadas en caso de conflicto. Este enfoque permite que, en tiempos de guerra, Finlandia pueda desplegar hasta 280.000 soldados.

Una defensa “diez años adelantada a otros países europeos”

Según The Importance of Defence Technology is Growing – Finland Positions at the Forefront of International Development (Crece la importancia de la tecnología de defensa - Finlandia se sitúa a la vanguardia del desarrollo internacional), de Johanna Lehtinen, publicado en Good News from Finland. En este reportaje se relata que en los últimos años Finlandia se ha consolidado como referente en el desarrollo de tecnología de defensa, impulsada por cambios geopolíticos y un renovado interés inversor tras la invasión rusa de Ucrania en 2022.

Para Matti Anttila, director de Defensa en Huld, “las personas y las empresas han entendido finalmente cuán importante es el desarrollo de la tecnología de defensa para la estabilidad de la sociedad”. En un seminario organizado por Huld, varios expertos destacaron las fortalezas de Finlandia, como su estructura de defensa plenamente operativa y su personal altamente cualificado, lo que, en palabras del profesor (coronel retirado) Mika Hyytiäinen, “nos sitúa diez años por delante de muchos otros países europeos”.

En esa sintonía, el país ha atraído el interés de inversores internacionales, favorecido por el respaldo de entidades como Business Finland y el Fondo Europeo de Defensa. En este sentido, Johan Wentzel, socio de la firma Sentica Partners, afirma que, dado el nuevo contexto geopolítico, “sería irresponsable no aprovechar al máximo el capital privado y la innovación en este sector”. Además, Finlandia destaca por su experiencia en tecnologías de doble uso —civiles y militares— como satélites, soluciones de comunicación o inteligencia artificial, elementos clave para una defensa moderna. Tero Kiuru, director de investigación en Saab, subraya la importancia de “invertir en tecnologías de doble uso y su investigación” para asegurar “rapidez, rentabilidad e innovación”.

La dimensión ética del desarrollo tecnológico también fue central en el seminario. El director de Defensa en Huld remarcó que “como empresa, somos conscientes de nuestra responsabilidad social” y se enfocan en soluciones que garanticen la estabilidad para las futuras generaciones. La cooperación entre el Estado, los institutos de investigación y las empresas del sector resulta fundamental para fortalecer un ecosistema de seguridad integral, que abarque desde la ciberseguridad hasta la gestión de crisis. Hyytiäinen señala que “tenemos grandes oportunidades para desarrollar tecnología de defensa ahora y en el futuro” gracias a la capacidad de colaboración en áreas estratégicas.

Kelluu: de investigación climática a vigilancia en las ciudades

El compromiso de Finlandia con la innovación en defensa se refleja en la transformación de startups como Kelluu, que pasó de centrarse en la investigación climática a desarrollar plataformas de vigilancia para ciudades y Gobiernos. Este cambio fue motivado por una necesidad personal de contribuir a la seguridad nacional, según su CEO, Janne Hietala.

Además, el legado tecnológico de Finlandia, en parte heredado de la era de Nokia, ha nutrido de talento a nuevas empresas como Varjo, Oura o Supercell. A pesar de los desafíos, como los largos plazos de aprobación en defensa y la competencia internacional por el talento, Finlandia mantiene una oferta atractiva por su calidad de vida y cultura laboral horizontal, que se basa en la igualdad, con estructuras jerárquicas mínimas y un fuerte énfasis en la colaboración y la autonomía. Los jefes actúan más como coordinadores que como figuras autoritarias, y se valora la toma de decisiones compartida.

El Gobierno finlandés también desempeña un papel clave en este auge tecnológico. A través de Business Finland, se ha lanzado un programa de 120 millones de euros dedicado a la defensa y la resiliencia digital, que busca acelerar el desarrollo de tecnologías militares y apoyar a las pequeñas empresas del sector.

En síntesis: Finlandia funciona en la actualidad como referente en tecnología de defensa. Su modelo es crucial para la comunidad global, no solo por su avanzada capacidad tecnológica, sino también por su enfoque en los derechos humanos y la educación de calidad. La combinación de innovación, respeto a los derechos humanos y cultura de trabajo en equipo orientada a la excelencia crea un modelo sostenible y ético que otros países pueden seguir. En un mundo donde la seguridad y la estabilidad son prioridades, Finlandia demuestra que es posible avanzar tecnológicamente sin comprometer los valores fundamentales, ofreciendo una hoja de ruta para un futuro más seguro y justo para todos.