Periodista especializado en tecnología, con especial foco en la ciberseguridad y el impacto social de las nuevas tecnologías. Profesor de Geografía e Historia y autor de numerosos textos sobre Historia contemporánea.
Se habla siempre de China como país pionero en estos sistemas de puntuación social que controlen el comportamiento y, en función de este, otorguen calificaciones a los ciudadanos, también son cosa de Europa y Estados Unidos.
Son dos de las áreas llamadas a cimentar el paradigma tecnológico de los próximos años, y su desarrollo afectará a otros campos, y no solo tecnológicos. Todavía es difícil de precisar cómo afectará a la ciberseguridad.
Mientras las compañías que instalan dispositivos IoT en sus edificios e infraestructuras cuentan con planes de despliegue y personal especializado, el común de los usuarios no dispone de tanta información sobre las posibilidades y los riesgos.
El Congreso de los Diputados convalidó el pasado 28 de abril el Real Decreto-Ley 7/2022 que establece la nueva normativa de ciberseguridad para el 5G, aprobado por el Consejo de Ministros a finales de marzo.
Distintos países están examinando normas que limiten el uso de los algoritmos que tanto condicionan, con las recomendaciones a las que dan lugar, nuestras vidas. Así están las cosas en Europa, Estados Unidos y China.
¿Por qué son tan valiosos los datos, hasta el punto de que grandes corporaciones como Meta se replantee su negocio en Europa? ¿Y somos conscientes los usuarios de la verdadera importancia de lo que hagan con nuestra información?
El mundo virtual donde podremos interactuar entre nosotros, divertirnos, trabajar, estudiar y comprar a través de avatares está a la vuelta de la esquina. Sin embargo, desde el punto de vista de la seguridad hay que tener en cuenta ciertas amenazas.