Brasil vuelve a ser noticia, y no por la calidad de las aguas de sus playas o por la exuberancia de su selva. Una vez más, la violencia ha dejado impactada a la opinión pública del país, trascendiendo sus límites a consecuencia del macabro crimen que ha acabado con la vida de Ielly Gabriele Alves, una joven de 23 años.
Ha sucedido en Jataí, municipio brasileño del estado de Goiás, donde un individuo ha disparado a Gabriele, su pareja, cuando esta le estaba grabando desde su móvil. El resultado de la grabación de la joven ha sido el de su propio asesinato.
Pero cuando ella comenzó a registrar las imágenes nada parecía anunciar el trágico desenlace. De hecho, al inicio del video la joven bromea con su pareja y se le escucha incluso reír mientras él la apunta con una pistola.
Tras este instante, lo siguiente que se aprecia es el fogonazo y el sonido del disparo, y la chica sale del plano y cae al suelo de un disparo mortal en el pecho.
La muerte de Gabriele, que dramáticamente ha quedado registrado en su teléfono móvil, ha servido sin embargo para hallar a su autor, al que se ha identificado como Diego Fonseca Borges, de 27 años, quien, a pesar de las pruebas, intentó engañar a las autoridades diciendo que los culpables habían sido dos individuos armados que iban en motocicleta.
Sus contradicciones, y la prueba del teléfono, según informa el medio brasileño O Poular, han sido suficientes indicios para detenerle.
Gabriele no murió al momento, y aún con vida fue llevada al Hospital das Clínicas Dr. Serafin de Carvalho, donde nada pudieron hacer por salvar su vida.