Es la especie más cara del mundo. Puede llegar a rondar, vendido al por menor, los 10.000 euros el kilo. Y el buen azafrán español está considerado como uno de los productos de gourmet mejores del mundo. Por ello, la banda que ha sido desarticulada, obtenía beneficios de hasta el 800%. La Guardia Civil ha desmantelado un grupo criminal que se dedicaba a comercializar con supuesto azafrán que resultó ser gardenia modificada molecularmente. Aparte de las once detenciones efectuadas, también se ha investigado a tres empresas, a través de las cuales los implicados estarían comercializando extracto de gardenia pulverizado como si fuera azafrán, en todo el territorio nacional. La operación 'Garden' ha sido conducida por el Seprona y se ha desarrollado en Málaga, Barcelona, Alicante, Granada y Almería.
El grupo criminal desarrolló una metodología de fraude agroalimentario indetectable según las técnicas de detección en ese momento. Para ello, disminuían la concentración hasta casi su eliminación de una molécula que es la única que diferencia al azafrán pulverizado de la gardenia, una flor común.
La gardenia goza de características de color similares al azafrán, pero los costes de adquisición son significativamente inferiores a los necesarios para adquirir la misma cantidad de azafrán para la elaboración del colorante alimenticio derivado de ese producto. Por si fuera poco, la gardenia no está categorizada como alimento en la Unión Europea. Se ha sabido que los investigados importaban de China extracto de gardenia sin cumplir ningún estándar de seguridad, incumpliendo los protocolos europeos referidos a la salud y calidad alimentaria.
La competencia desleal del azafrán falso, distribuido a través de una importante empresa de distribución, ha perjudicado a otras empresas del sector
Las personas físicas y jurídicas que han sido objetivo de investigación por parte de la Guardia Civil importaban desde China los diferentes extractos de gardenia de una fábrica dedicada a la producción de colorantes. Este producto lo hacían pasar por extracto de azafrán, y lo hacían procediendo al cambio de todas las etiquetas y documentación técnica y aduanera, a requerimiento de las empresas españolas implicadas, según ha informado Europa Press.
Una vez que el producto se encontraba en territorio nacional, se almacenaba y se manipulaba según las demandas comerciales de los cientes. Luego se introducía en el mercado a través de grandes cadenas de distribución, siendo consumido por la población española que pagaba como si fuera azafrán.
Con la puesta en el mercado nacional de estos productos la principal sociedad mercantil investigada ha obtenido un beneficio mínimo estimado de más de tres millones de euros teniendo en cuenta los datos de comercialización de ese producto desde China desde el 2013. Como ya hemos dicho, el precio de adquisición del producto era tan bajo que la empresa mercantilizadora lograba fácilmente conseguir unos beneficios cercanos al 800%. Esta actividad delictiva ha tenido repercusiones en el mercado por la competencia desleal hacia otras empresas del sector que se han visto perjudicadas. Conviene recordar que porque se necesita recolectar nada menos que 1 kilogramo de flor de azafrán para obtener 8-10 gramos de azafrán puro y, además, la plantación de los bulbos, la recogida de la flor y el posterior proceso de separación del estigma de los pistilos son labores totalmente manuales
Se han intervenido más de 2.000 kilogramos del falso azafrán adulterado valorados en más de 750.000 euros, y han sido retiradas del mercado.