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Seis consejos para ser feliz este verano sin tener que irte de vacaciones

Desde Therapy Chat llegan unos consejos para disfrutar a tope del verano sin salir de vacaciones.

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Es posible disfrutar del verano aunque no tengas vacaciones.
Es posible disfrutar del verano aunque no tengas vacaciones.

Llega el verano, una palabra que se asocia normalmente con otra, vacaciones. Pero no siempre es así. Es probable que acabes de entrar en una empresa y no te correspondan días, también puede darse la circunstancia de que eres autónomo y no tiene más remedio que seguir trabajando, o incluso que por decisión propia hayas dejado las vacaciones para el invierno para atender asuntos personales o de otra índole.

Aunque no puedas o no quieras irte de vacaciones es posible pasar un verano maravilloso.  Es posible disfrutar y desconectar durante tu tiempo de ocio en verano aunque tengas que quedarte en tu ciudad. Para ser feliz no hay que irse a una playa ni sentarse debajo de una sombrilla tomándose una piña colada como nos venden en todos los anuncios. 

Cierto es que las buenas temperaturas, la naturaleza en todo su esplendor y el agotamiento mental que a menudo arrastramos durante la primera parte del año, se conjugan para desatar nuestras ganas de escapar unos días de nuestra cotidianeidad. Pero no siempre podemos conseguir todo lo que queremos.

A veces no es posible tomar esas vacaciones tan anheladas y debemos continuar con nuestra rutina habitual también durante esta etapa. Nuestra primera sensación ante esta situación será la de cierta irritabilidad acompañada en ciertas ocasiones por tristeza y baja autoestima.

En muchos casos, incluso es probable que perdamos temporalmente la motivación o que nos sintamos más agotados mentalmente y nos cueste concentrarnos en nuestras tareas cotidianas. Algo que se agravará aún más al ser conscientes de que las personas de nuestro alrededor sí se van de vacaciones mientras nosotros debemos continuar trabajando. Es un sentimiento perfectamente natural, pero no te recrees en ello. 

Estas emociones son completamente normales. El problema surge cuando su aparición no nos permite disfrutar de nuestro verano y nos hace compararnos con los demás relegando nuestro nivel de felicidad y satisfacción vital a lo que ellos hagan o dejen de hacer. Afortunadamente, es posible combatir este estado de pesimismo y disfrutar de este periodo del año aunque no salgas de tu rutina.

Aunque no puedas irte de vacaciones, siempre es posible desconectar la mente del trabajo, relajarte un poco y disfrutar del tiempo libre durante el verano. A fin de cuentas, las vacaciones también son una cuestión de actitud. De la misma manera en que puedes estar tomando el sol en un destino paradisíaco con la mente ocupada en tus responsabilidades y preocupaciones sin disfrutar del entorno ni relajarte, también es posible conseguir un estado de desconexión y relax sumido en tus actividades cotidianas.

El secreto radica en dejar de percibir tu trabajo como una obligación, redescubriendo los motivos por los que elegiste tu profesión, bajar la guardia y confiar en que las piezas encajen en su lugar. 

La solución es afrontar la temporada estival con una mentalidad más abierta y positiva que te permita disfrutar de los pequeños detalles y experimentar nuevas vivencias atreviéndote a salir de tu zona de confort.

He aquí algunos consejos elaborados por los expertos de TherapyChat que pueden ayudarte a conseguirlo:

1. Comprender que nada es perfecto. Pensar que las personas que te rodean se van de vacaciones a un destino paradisíaco y viven una experiencia inolvidable es una de las peores maneras de reforzar tu frustración y resentimiento por no disfrutar del verano como quisieras. Sin embargo, debes entender que en realidad unas vacaciones no dan la felicidad y que muchas veces lo que vemos reflejado en las vidas ajenas no son más que momentos construidos en torno a una historia que pretende ser perfecta. La perfección no existe y cuanto antes asumas esta realidad, antes estarás preparado para comprender que ni los demás son más felices por irse de vacaciones ni tú menos feliz por quedarte trabajando.

2. Asumir que no eres el único al que le sucede. Nuestra mente a veces puede jugarnos una mala pasada y hacernos entrar en un círculo pesimista en el que nos creemos los más desafortunados del mundo. Sin embargo, esto no es así. Sin duda alguna, no eres la única persona que tiene que trabajar este verano y no se podrá coger unas merecidas vacaciones. Asumir que no eres el único te hará poner la situación en perspectiva y te ayudará a buscar otras formas de disfrutar el verano sin salir de tu rutina. No se trata de aquello de mal de muchos, sino de que seas realista y no te victimices sin razón. 

3. Valorar lo positivo. Aunque no lo creas, no irte de vacaciones durante el verano también tiene cosas positivas que juegan a tu favor. En la temporada estival, la carga de trabajo suele disminuir bastante en comparación con el resto del año, por lo que es probable que puedas realizar tus tareas con mayor tranquilidad. Además, como muchos de tus compañeros estarán de vacaciones, no sentirás tanta presión por entregar los proyectos a tiempo, lo cual te ayudará a disminuir los niveles de estrés. También te ahorrarás las aglomeraciones y la subida de precio típica del verano, pudiendo permitirte unas vacaciones más tranquilas y relajadas en otro momento. Abrazar estos aspectos positivos te ayudará a enfrentar el verano sin vacaciones desde una nueva perspectiva.

4. Practicar la gratitud: Cultivar la gratitud es el mejor antídoto contra la envidia y las comparaciones, ya que te permite enfocarte en lo que tienes y has logrado tanto a nivel profesional como personal en lugar de lamentarte por aquello que te falta. Practicar la gratitud a diario y ser consciente de todas las cosas buenas que tienes en tu vida, te ayudará no solo a no sentirte mal por no poder irte de vacaciones en verano a tu destino más anhelado, sino que te permitirá abrir tu mente para aprovechar todas las oportunidades que tienes a tu alcance para disfrutar de estos meses.

5. Atreverse a salir de la zona de confort: Disfrutar del verano sin irte de vacaciones es posible, siempre que te atrevas a salir de tu zona de confort y te animes a experimentar nuevas vivencias. Puedes organizar una escapada familiar de fin de semana a un destino natural, hacer un plan con los amigos al salir del trabajo o dedicar tus horas de ocio a esos pasatiempos que tanto disfrutas. A fin de cuentas, las vacaciones son mucho más que un viaje a un destino paradisíaco, también son una excusa para aprender a disfrutar del tiempo libre, aprovechando para hacer lo que en realidad nos gusta.

6. Dar paso a la improvisación: Afrontar el verano con la mentalidad del “debería” pensando que tienes que aprovechar las horas de ocio al máximo para disfrutar de estos meses solo añade una mayor presión a tu vida. Si en realidad quieres aprovechar tu verano aunque no tengas vacaciones, da rienda libre a la improvisación. Confía en que todas las piezas encajarán en su lugar, céntrate en crear buenos recuerdos y en disfrutar plenamente cada experiencia que vives y cada oportunidad que se abre en ti para desconectar.