Los cohetes de Musk y Bezos comunicarán super-sónicamente nuestro planeta

La industria aeroespacial de los cohetes, alentada por el ejército de EE. UU, se enfoca en los viajes dentro de La Tierra, que pasarán a ser de minutos. Las empresas SpaceX de Elon Musk y Blue Origin de Jeff Bezos, a la vanguardia de este giro.

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El ejército de EE.UU ha suscrito contratos con las compañías de cohetes de Bezos y Musk para transportar de manera muchísimo más rápida a personas y armas por el planeta. Imagen de SpaceX-Imagery en Pixabay
El ejército de EE.UU ha suscrito contratos con las compañías de cohetes de Bezos y Musk para transportar de manera muchísimo más rápida a personas y armas por el planeta. Imagen de SpaceX-Imagery en Pixabay

Estados Unidos es la primera potencia del mundo en el ámbito tecnológico y militar, entre otros. En este artículo relatamos cómo ambos ámbitos se retroalimentan entre sí. El caso es que el ejército de EE. UU. está suscribiendo acuerdos con compañías comerciales de cohetes para explorar la idea de usar esas aeronaves, que normalmente tienen la tarea de lanzar satélites o astronautas, para transportar carga militar alrededor del mundo a velocidades récord.

Alianzas estratégicas entre las compañías de Bezos con el ejército de EE. UU

Las compañías que hasta ahora se han puesto de acuerdo con el ejército estadounidense para explorar formas de hacer realidad esa idea incluyen SpaceX de Elon Musk, Blue Origin de Jeff Bezos y, más recientemente, Rocket Lab, de acuerdo a la información que el propio ejército del país norteamericano ha relatado en un comunicado reciente, como detalla CNN News

Otras dos nuevas empresas, Sierra Space Corporation, con sede en Colorado, y Virgin Orbit, empresa respaldada por Richard Branson, también han firmado acuerdos.

El objetivo de estas alianzas se centran en que las compañías de cohetes exploren nuestro planeta en vez del espacio. Este giro copernicano de la industria busca el rédito comercial del "nuevo espacio": compañías de cohetes relativamente jóvenes que ya están sacudiendo el negocio de poner satélites en órbita a precios más baratos. A partir de esa experiencia de éxito, los jerarcas de esta industria, impulsadas por los recursos del ejército mejor financiado del mundo, quieren elaborar cohetes que operen en nuestro planeta. La idea que articula este proyecto es comunicar partes muy lejanas entre sí a una velocidad más que super-sónica, en cuestión de minutos, con el enorme atractivo de ahorro de tiempo y diversión que esta fórmula representará para los potenciales viajeros de esta manera vertiginosa de viajar. 

Por qué el ejército estadounidense quiere que los cohetes funcionen en La Tierra 

Claro que esos tratos empresariales adquieren una dimensión diferente si los enfocamos desde la óptica del ejército estadounidense. En lugar de que los cohetes dejen su carga en la órbita terrestre, este programa tiene como objetivo usarlos para llevar armas, suministros o incluso personas de un país a otro a velocidades que superan con creces las de otros tipos de transporte.

Esta apuesta tiene su base en que estos bólidos aéreos ofrecen una ventaja de velocidad muy estimable en relación con los aviones. El caso es que los cohetes pueden dispararse a la alta atmósfera tienen mucho menos aire para atravesar a medida que se acercan al planeta. Con menos resistencia del aire, es decir con menos aire arrastrándolos hacia atrás, pueden ir mucho más rápido que una aeronave que necesita aire para moverse, como un avión. Sin embargo, la contrapartida es que los cohetes tienden a ser mucho más caros que los aviones.

El reto de comunicar Nueva York con Shanghái en 40 minutos

"Imagínese viajar desde los Estados Unidos continentales a cualquier parte de la región del Pacífico y hacerlo en cuestión de minutos", se lee en un comunicado de prensa de agosto del Comando de Transporte de los EE. UU. del ejército de aquel país. “Imagínese a EE. UU. brindando asistencia a un aliado que necesita ayuda en caso de desastre, o combatiendo a un adversario que planea acciones provocadas contra los intereses nacionales de EE. UU. a la velocidad de un cohete”.

Es una idea similar a la empleada por los ejércitos más grandes del mundo durante décadas, la del misil balístico intercontinental. Pero mientras que estos están diseñados para estrellarse contra la Tierra a velocidades hipersónicas cuando alcanzan su objetivo, la idea aquí es que la carga útil llegue a través de un aterrizaje suave.

Los contratos que está  suscribiendo el ejército norteamericano con las compañías de Bezos, Musk y Branson se enmarcan en un programa “Rocket Cargo”, ideado y desarrollado por el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea. Hablamos de uno de los cuatro "Programas Vanguardia" del Departamento de la Fuerza Aérea, que son proyectos de alto perfil destinados a un desarrollo acelerado.

La idea de usar cohetes para viajar de punto a punto en la Tierra no es nueva. SpaceX, por ejemplo, ha anunciado que su próximo cohete Starship podría usarse para transportar a personas de Nueva York a Shanghái en 40 minutos (cuando actualmente se tardan casi 19 horas en recorrer esa distancia en avión).