Tener un altavoz inteligente siempre conectado supone un consumo de energía constante, lo que se conoce como “consumo en reposo” o en “stand-by”. Y el de Alexa, o el de cualquiera de sus competidores, es bastante elevado. Según los cálculos de la OCU, solo hay un electrodoméstico que le supere y gaste más en reposo: la caldera de gas.
Ambos son, junto con el robot aspirador, los tres electrodomésticos que más consumen en stand-by. Aunque depende del modelo, son elementos que habitualmente no desenchufamos porque quieres tenerlos inmediatamente disponibles cuando los necesitas. Eso los convierte en los utensilios que más gastan cuando están en reposo, pero no en los que más gastan de la casa.
Así, el gasto medio de un altavoz inteligente en España ronda los 8 euros por año, muy lejos de lo que puede consumir una secadora, un lavavajillas o un frigorífico. El cálculo ha sido realizado con la tarifa regulada PVPC media de junio a octubre de 2022, con lo que la cifra puede ser inferior en la actualidad.
La cifra no parece desde luego muy abultada, pero sí puede resultar considerable si sumásemos todos los aparatos electrónicos que consumen energía mientras no están en funcionamiento. Un estudio del Departamento de Energía de Estados Unidos estima que el coste del consumo fantasma podría ser de 100 dólares por año (94,5 euros) en un hogar promedio, mientras que los datos del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales sitúan el precio en alrededor de 165 dólares por año.
Para reducir el consumo fantasma, los expertos recomiendan apagar aquellos aparatos que no se utilizan con frecuencia, y que se mantienen conectados a la red, como impresoras, radios o lámparas de poco uso. Ello no aplica sien embargo a los que usamos varias veces al día, puesto que podría dañar los enchufes, los cables y las tomas de corriente con el tiempo.
Los electrodomésticos que más gastan
A pesar de la importancia del consumo fantasma, el mayor gasto sigue viniendo de los grandes electrodomésticos, algunos de los cuales nos suponen un gasto de más de 100 euros al año. Es el caso de la secadora, el más caro de todos. Según los cálculos de la OCU, su empleo puede suponer un gasto de 121,88 euros anuales.
Le siguen en este ranking de “electrodomésticos que más gastan” el lavavajillas (87,24 euros al año), el frigorífico (77,16 €), la lavadora (63 €), la televisión (39,25 €) y el horno (30,48 €). Las placas de inducción y el microondas también se encuentran entre los que más energía consumen. Por el contrario, los que menos energía gastan en una casa según los datos de la OCU son el aspirador, el monitor del ordenador y la plancha, aunque por supuesto siempre dependerá del modelo elegido y del tiempo de uso.