¿Por qué los cargadores de nuestros portátiles sufren tanto desgaste?

Hay determinados factores que aceleran este proceso, pero los usuarios tienen margen de reacción para adelantarse a los riesgos que esto implica. 

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Un cable roto o dañado tiene una consecuencia directa sobre el propio cargador.
Un cable roto o dañado tiene una consecuencia directa sobre el propio cargador.

Quienes tienen ordenador portátil, tienden a utilizarlo con mucha frecuencia. Ineludiblemente, es un artículo que va asociado a otro que resulta imprescindible para su uso. Es el cargador, cuyas características bien merecen una mención aparte, ya que juega un papel esencial en el correcto funcionamiento del portátil. Comprar un cargador de calidad es una buena idea y en esta empresa hay un catálogo actualizado y a buen precio en el que los usuarios pueden encontrar modelos para una amplia gama de ordenadores. 

Al igual que los dispositivos electrónicos y sus complementos, el cargador de un ordenador portátil se desgasta debido al paso del tiempo y al uso que se realice. Hay determinados factores que aceleran este proceso, al igual que los usuarios tienen margen de reacción para adelantarse a estos riesgos y conseguir el máximo rendimiento del aparato. 

Calor

Una de las condiciones que afectan directamente, tanto a la máquina principal como a su canal de alimentación, es el calor. En ocasiones, no nos damos cuenta en la situación atmosférica de dónde estamos guardando estos dispositivos electrónicos. Si el cargador pasa mucho tiempo expuesto a altas temperaturas, su correcto funcionamiento puede verse dañado. ¿Hay alguna temperatura mínima a partir de la cual existe un factor de riesgo? Los treinta grados es la frontera. Ya que no tenemos siempre un termómetro a mano, la solución pasa por aplicar el sentido común. Esta alerta adquiere mayor importancia durante los meses de verano, cuando las temperaturas suben notablemente y dejar un aparato electrónico en el maletero del coche o expuesto al sol no son buenas ideas. 

Vigila el enchufe

Otro de los motivos que llevan a un desgaste acelerado del cargador del portátil va asociado a la fuente de alimentación a la que se conecte. Es decir, los enchufes. Utilizarlo en conexiones que están desgastadas o aparentemente dañadas pueden afectar al aparato conectado. Incluso si hubiera una caída de la luz y el cargador está conectado en ese momento, éste podría sufrir un daño muy grande o romperse. Por ello hay que prestar mucha atención en el enchufe utilizado. 

Por supuesto, un cable roto o dañado también tiene una consecuencia directa sobre el propio cargador, que va perdiendo sus funciones hasta que deja de funcionar correctamente. La recomendación es evidente: si el cable muestra síntomas de desgaste, hay que realizar un cambio, lo que no implica sustituir por completo el aparato. 

Realizar un uso adecuado

Entre las condiciones que afectan a la vida útil de un cargador de portátil, no hay que olvidar al propio uso que realiza el usuario. En ese sentido, es recomendable realizar menos cargas, aunque estas duren más tiempo; en lugar de aplicar muchos usos de corta duración. Aplicado al propio ordenador, esto significa cargar la batería hasta completar la carga en el cien por cien. Valorar un cambio de batería es, en este escenario, una buena idea. El uso continuado de la máquina genera un desgaste en su fuente, que puede ir reduciendo sus funciones, a la vez que esto afecta directamente al cargador. 

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