¿Por qué las mujeres son minoría en las carreras tecnológicas?

En el Día Internacional de la Mujer conversamos con tres especialistas que nos ayudan a reflexionar sobre el lugar en el que estamos y cuánto nos falta para lograr la equidad de género en las aulas dedicadas al estudio de las nuevas tecnologías.

Anahí Di Santo.

Periodista.

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Mujeres STEM.
Mujeres STEM.

Hay quien todavía descree de la fuerza que tienen los estereotipos de género. O de la importancia que pueden tener los juguetes de niños y niñas en el fomento y estímulo de su imaginación, sus sueños y sus deseos. O de lo que escuchan en su entorno de crianza. Porque los peques juegan a ser adultos, y así comienzan a incorporar, sin saberlo, lo que se espera de ellos.

“Hay estudios que indican que a los 6 años las niñas ya han descartado dedicarse a la tecnología”, dice Amaia Lusa, profesora catedrática de la Universidad Politécnica de Cataluña, dedicada desde hace varios años a la promoción de la igualdad de género en proyectos nacionales y europeos.

Pero no podemos obviar que los estereotipos y la discriminación, punto central y más que conocido en este tipo de análisis, funcionan en muchos sentidos. En España todavía hay compañías del sector de la tecnología y la comunicación (TIC) que en 2023 tienen un 100% de personal masculino, con trabajadores que optan por un silencio cómplice y no asumen la responsabilidad social de hablar sobre eso.

La transformación digital ha llegado para quedarse, y los cambios que trae aparejados son numerosos y en muchos casos, revolucionarios. No obstante, hay aspectos en los que la sociedad se mueve mucho más lentamente, por diversos motivos que indagaremos en estas líneas.

En las aulas

El Instituto Nacional de Estadística reveló que en el curso 2021-2022, el 54,8% de los alumnos matriculados en estudios universitarios de máster oficial fueron mujeres. Y del total de alumnos que los terminan, el porcentaje de mujeres fue del 58,6%.

Sin embargo, el número de alumnas matriculadas de media en informática o algunas ingenierías no supera el 15%. Así lo indica el informe “Igualdad en Cifras”, que realizó el Ministerio de Educación en 2021. A la vez, el mismo estudio señala que solo un 16,3% de los adolescentes de 15 años prevé dedicarse profesionalmente al área STEM (ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas, por sus siglas en inglés) y, de ese porcentaje, solo el 4,2 % son alumnas.

“Hay que romper el estereotipo de que el informático es el varón, freaky, solo en su habitación con un ordenador, que se plantea como un ámbito de trabajo muy frío, solitario, y hay que empezar pronto porque en la secundaria es demasiado tarde"

Amaia Lusa, egresada y docente de Ingeniería Industrial en la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña) sostiene que, pese a este contraste, “sí que ha habido un avance en el ámbito TIC. En los últimos 10 años, en la Facultad de Informática de Barcelona hemos pasado de tener 8% de mujeres de nuevo ingreso, en grados y masters, a un 23.6% este año. Es cierto que sigue siendo minoritario, porque hasta que no se llega como mínimo al 40% no se considera que hay un equilibrio de género, pero es un incremento considerable”. Este crecimiento, agrega Lusa, “se debe a que en los últimos años se han puesto muchos esfuerzos en promover el ámbito TIC entre las jóvenes. Desde actividades hechas en la universidad para que vinieran chicas de secundaria hasta ir a los institutos y colegios, pero también a los centros de primaria para intentar despertar vocaciones en los ámbitos STEM, porque hace años que nos dimos cuenta de que cuando llega la secundaria ya es demasiado tarde”.

Prejuicios y falta de incentivos

Sería más preciso, tal vez, hablar de un crecimiento lento y no de una ausencia de mujeres en estos sectores tecnológicos. Pero entonces, ¿cuáles son las cargas que retrasan el paso? Para Lusa, los estereotipos de género y falta de referentes femeninas son los principales motivos. “La típica imagen que se da a conocer del informático es el varón, freaky, solo en su habitación con un ordenador, que se plantea como un ámbito de trabajo muy frío, solitario, y en los últimos años hemos visto que es mucho más que eso. Con lo cual, es importante romper estereotipos, y que lo hagamos tanto desde las universidades y los centros de educación, como de toda la sociedad y los medios audiovisuales, no se puede desligar una cosa de otra”.

En segundo lugar, las referentes. “Cuando pregunto a las chicas por qué han elegido la carrera descubro que muchas de ellas tienen algún referente familiar, el padre o el hermano que ya estudiaba esto, pero mujeres que se dediquen a su profesión, la verdad es que no conocen, con lo cual hay que dar más referentes femeninos. En la UPC creamos una base de datos de mujeres referentes en diferentes ámbitos para que nosotros mismos podamos utilizarlos en el marco de la docencia. Cuando hablamos de autores es importante poner nombres e imágenes de mujeres, que las hay, y esta información es abierta, también la pueden utilizar otras personas”, comparte Lusa.

Inés Temes Fuertes es responsable de los campus de programación 42, de Fundación Telefónica. 42 es un proyecto gratuito dedicado a preparar a las personas en las competencias tecnológicas actuales, con un modelo educativo novedoso en el que no hay profesores ni clases, sino aprendizaje colaborativo. En los campus hay un 30% de las plazas destinadas a las alumnas y, a su vez, hay ediciones específicas para mujeres que quieran acercarse a la programación.

La falta de visibilidad de mujeres en el ámbito científico-tecnológico y en las disciplinas STEM provoca menor presencia de chicas, jóvenes y mujeres en los estudios y especialidades de ese sector”, señala Temes, en coincidencia con Lusa. Y agrega: “el conocido ‘síndrome de la impostora’ es otra posible causa que genera que las mujeres no elijan especializarse en este tipo de disciplinas. Por eso, en 42 trabajamos para que las mujeres interesadas en la programación, la ciencia o las matemáticas tengan un espacio para crecer”.

El síndrome de la impostora es la dificultad de una persona en creer en sí misma, que duda de sus capacidades, tiene baja autoestima, siente que no merece el éxito o cree que lo obtuvo por “suerte”. Sí, se lo conoce en femenino porque, aunque no es exclusivo, afecta más a las mujeres que a los hombres y es otra forma de violencia del patriarcado que opera subrepticiamente.

Marta López es especialista de Ciberseguridad y mentora de la IV National Cyberleague de la Guardia Civil. Ella le agrega un toque de frescura a esta idea que pueden tener las chicas de no sentirse preparadas para las profesiones STEM: “Es muy importante que niñas y adolescentes entiendan que no necesitan ser las más crack de las supercracks para dedicarse al mundo IT, ya que es muy divertido y las estamos esperando con los brazos abiertos”.

Marta López.

A su vez, como trabajadora del sector, López también comparte la creencia de que, con referentes mujeres, es más sencillo acercarse: “Hace unos años que mi empresa, Entelgy Innotec Security, colabora con varias compañías para que estudiantes de carrera y de módulos superiores conozcan nuestro trabajo, dándoles la oportunidad de incorporarse con nosotros. Recuerdo que un año estuve charlando con varias chicas, animándolas a seguir formándose en ciberseguridad. Hoy tengo la suerte de trabajar con una de esas chicas que viró su carrera tras una breve charla. Ha sido una de las experiencias más gratificantes que he tenido y el ejemplo más personal de lo importante que es tener referentes”.

Algunas ideas para generar cambios 

Si bien esto de las elecciones a la hora de estudiar parece ser una cuestión personal no sería justo responsabilizar a las propias niñas, jóvenes o mujeres por no animarse a estas profesiones o no imaginarse en este tipo de zapatos. Es necesario entenderlo como un desafío de toda la sociedad, teniendo en cuenta, además, la demanda insatisfecha de profesionales que proclaman las empresas del sector TIC, que se espera será mayor en los próximos años.

Si se duplicara la cuota femenina en los empleos tecnológicos para 2027, el PIB en la Unión Europea podría aumentar hasta en 600.000 millones de euros

Para verlo desde otra perspectiva, el estudio "Mujeres en la tecnología: la mejor apuesta para resolver la escasez de talento en Europa" realizado por McKinsey & Company, la consultora estratégica global, reveló que si se duplicara la cuota femenina en los empleos tecnológicos para 2027, el PIB en la Unión Europea podría aumentar hasta en 600.000 millones de euros. Suena diferente, ¿verdad?

En este sentido, Temes señala que uno de los objetivos de Escuela 42 es “eliminar estereotipos de género asociados a determinadas vocaciones y profesiones, ya que creemos que este tipo acciones son fundamentales si queremos que la tecnología contribuya a crear una sociedad más justa e inclusiva. Hemos comprobado que generar espacios de confianza, donde descubren que son capaces de programar y de avanzar en equipo, genera un ‘extra’ de autoconfianza muy poderoso, donde el resultado es que más del 30% de las mujeres que pasan por nuestros campus, dan el paso para dedicarse al mundo de la programación”.

Para Lusa, de la Universidad Politécnica de Cataluña, “se debería enseñar más el impacto social que tienen las tecnologías, porque yo creo que esto es lo que atrae más a las mujeres. E incorporaría más perspectiva de género en la docencia y en la investigación”. Y luego aporta un punto clave: “También haría acciones positivas, porque los saltos cualitativos solo se consiguen de esa forma. Por ejemplo, implementaría becas para chicas que quieran estudiar ingenierías, informática y todas estas profesiones que están aún lejos de la paridad. Porque hace falta un impulso para lograr un avance importante, si no, llegaremos a la paridad, pero dentro de 50 años o quién sabe cuándo”.

Iniciativas que impulsan la participación femenina en el sector TIC

Marta López aporta una recopilación de propuestas que considera significativas:

“Desde hace unos años se celebra el 11 de Febrero como el Día de la mujer y la niña en la ciencia con un montón de charlas y talleres impartidos por mujeres.

Todas las actividades que organizan las compañeras de Woman Tech Makers.

CTFtweensteens, que acercan el hacking a niñas y niños como si fuera un juego.

El campus Seré ingeniera, de la Universidad de Granada.

Hay un canal de Twitch compuesto únicamente por mujeres, llamado Securiters, donde casi todas las tardes resuelven máquinas de hacking en directo y consiguieron un hito en España, ya que fueron las primeras en organizar un evento presencial de Ciberseguridad con un cartel 100% femenino.

Hay talento, hay cantera y hay muchas ganas de seguir trabajando”, concluye la especialista en ciberseguridad.

Desde Escuela 42, Temes recomienda algunas propuestas en las que han participado: “Hemos sumado fuerzas con otras entidades para amplificar el impacto en la sociedad. Colaboramos con Stem Talent Girl, un proyecto de ASTI Talent & Tech Foundation con el que fomentamos el desarrollo de disciplinas STEM en chicas de secundaria y bachillerato.

Con Womenalia, la mayor red de mujeres profesionales y emprendedoras de habla hispana, promovemos la visibilidad de mujeres referentes en el ámbito tecnológico.

Nuestra última alianza ha sido con Women4Cyber para visibilizar a las mujeres que trabajan en el ámbito de la Ciberseguridad.

Y además, para impulsar los perfiles de mujeres digitales, en Fundación Telefónica formamos parte de la Alianza STEAM por el talento femenino una iniciativa del Ministerio de Educación y Formación Profesional para promover las vocaciones STEAM en niñas y jóvenes, potenciar el empoderamiento femenino y reducir la brecha de género en estas disciplinas”.