¿Cómo afecta el clima a nuestro estado de ánimo?

La temperatura perfecta para ser feliz según un estudio sobre el clima es de 25 grados, mientras que por la noche debería bajar a 10 grados centígrados.

Gonzalo Díaz Bonet.

Especialista en Tecnología y Sostenibilidad.

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La Semana Santa es una de esas fechas en las que mayor con mayor frecuencia consultamos la previsión meteorológica. A la inestabilidad de la primavera se suma el hecho de que cada año caiga en periodos diferentes, con lo que realmente nunca sabemos qué ropa ponernos o qué tiempo va a hacer durante nuestras vacaciones. 

A pesar de ello la mayoría de españoles, un 60%, eligen la playa como destino favorito en estas fechas. El riesgo: encontrarse con fuertes rachas de viento, lluvia o nubes que frustren nuestro merecido descanso pero... ¿realmente tiene tanta importancia el clima en nuestro estado de ánimo? 

Rotundamente sí. A tenor de los estudios publicados, la climatología ejerce una notable influencia sobre el modo en que nos sentimos. Quizás por ello cobra aún más importancia la necesidad de frenar el cambio climático. Los días fríos pueden producir tristeza y el número de horas de luz solar afecta directamente a nuestro comportamiento.

Este mecanismo ocurre porque nuestro cerebro está diseñado para responder a estímulos y cambios en el ambiente para adaptarse y sobrevivir. “Por lo tanto, cuando las condiciones externas cambian, nuestro comportamiento puede cambiar, en consecuencia”, asegura el psicólogo Alexis Alderete. 

La falta de luz solar durante los días nublados puede aumentar los niveles de melatonina en el cuerpo, lo que provoca somnolencia o fatiga. La lluvia y el clima frío pueden hacer que las personas se sientan deprimidas y ansiosas, mientras que los días calurosos y húmedos pueden provocar irritabilidad y cansancio. 

Existe un cuadro conocido como Trastorno Afectivo Estacional, que describe la propensión a padecer desordenes afectivos -fundamentalmente de naturaleza depresiva- durante los períodos de otoño e invierno. En cualquier caso, aseguran los expertos, fuera del contexto psicopatológico la gran mayoría de la población experimenta disminución de la energía, cansancio, aumento del apetito y otras variables en estos períodos del año. 

El calor aumenta la agresividad 

En cuanto al calor, varios estudios señalan que produce un aumento de la agresividad. Un trabajo de la Universidad de Berkeley asegura que durante las olas de calor se registran más violaciones y asesinatos. Así mismo, esta investigación también establece un vínculo entre los conflictos étnicos y las guerras civiles en Europa y África y las olas de calor, vínculo que también es apoyado por un estudio sobre los homicidios en Sudáfrica: por cada grado que sube el termómetro, aumenta un 1.5% el número de asesinatos. 

Así mismo, un estudio del Centro de Salud La Unión de Murcia analizó durante nueve años las temperaturas en relación a las urgencias del Hospital Psiquiátrico Román Alberca concluyendo que en los días en los que la temperatura superaba los 30 grados incrementaban notablemente las urgencias por trastornos obsesivos compulsivos.   

25 grados, la temperatura perfecta para ser feliz 

Otro informe, realizado tiempo atrás por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad de San Diego, en California y la Universidad de British Columbia, en Canadá, analizó cuál es la temperatura ideal con la que nos sentimos más felices.  

La investigación analizó durante siete años más de 2.400 millones de mensajes en redes sociales y fue publicada en la revista científica Plos One. Los autores relacionaron las expresiones positivas y negativas publicadas en la red social en relación a la situación meteorológica del lugar desde donde se enviaba el mensaje. 

Con esa metodología, comprobaron que hay más expresiones positivas durante el día cuando el termómetro no baja de los 20°C y no supera los 30°C. A su vez, cuanto más se aleja la temperatura de estas franjas, “las repercusiones son más negativas”, sostienen. Bajo estos preceptos, “una medida perfecta serían los 25°C”. 

Por la noche, según los expertos, la gente parece disfrutar del frío, especialmente si la diferencia con la máxima durante el día es de unos 15°C. “Si tomamos como referencia los 25°C de máxima durante el día, una noche feliz, meteorológicamente hablando, sería de 10°C”, concluyó el estudio, que planteó los problemas de sueño que pueden ocasionar las altas temperaturas.