Triplicar los contenedores de recogida de ropa, la medida que puede reducir el C02 generado por la moda

Un 88% de la ropa que desechamos acaba en vertederos, sin posibilidad alguna de reciclarse o tener una doble vida.

Gonzalo Díaz Bonet.

Especialista en Tecnología y Sostenibilidad.

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Alrededor del 60% de la ropa recogida se puede volver a utilizar.
Alrededor del 60% de la ropa recogida se puede volver a utilizar.

En el País Vasco, solo un 24,9% de la ropa que usamos acaba reciclándose. Puede parecer muy poco, pero es una cifra considerable si la comparamos con el 2,8% de Extremadura. En España, la media nacional es de un 12,2%. Eso quiere decir que un 88% de la ropa que desechamos acaba en vertederos, sin posibilidad alguna de reciclarse o tener una doble vida. 

Si hemos interiorizado que los plásticos van al contenedor amarillo, el papel al azul y el vidrio al verde, ¿por qué nos cuesta tanto en España reciclar la ropa? La escasez de contenedores especializados puede ser la primera razón que se nos viene a la mente, pero lo cierto es que también hace falta una mayor concienciación sobre el problema ambiental que genera la ropa y el fenómeno fast-fashion. 

En los últimos 50 años la producción mundial de fibras textiles se ha multiplicado por cuatro mientras que la población lo ha hecho aproximadamente por dos. Pero es especialmente significativo el espectacular crecimiento que ha experimentado la industria de la moda en los inicios del siglo XXI. 

Esta industria –que está valorada en más de 2,5 billones de dólares y emplea a más de 75 millones de personas en todo el mundo- ha duplicado sus ventas en los últimos 15 años, y no deja de crecer. Se prevé que el consumo mundial de prendas de vestir alcance los 102 millones de toneladas en el año 2030. 

Y, entre otras cosas, esta industria crece porque comprar ropa cada vez nos sale más barato. Se estima que aproximadamente el 5% del presupuesto de los hogares en la UE se destina a ropa y calzado, de los cuales aproximadamente el 80% se destina a ropa y el 20% a calzado. Según estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEE), entre 1996 y 2012, la cantidad de ropa comprada por persona en la UE aumentó en un 40%. Al mismo tiempo, más del 30% de la ropa del armario de los europeos no ha sido utilizada durante al menos un año. 

En suma, nuestros armarios están más llenos por menos dinero, pero cada vez usamos menos la ropa que compramos. Tiramos la ropa con un 36% menos de uso que antaño, un porcentaje que se dispara en algunos países como China, donde llega al 70%. Es el fenómeno fast-fashion. 

El 60% de la ropa recogida puede volver a usarse 

¿Podemos frenar esta tendencia? Quizás no sea fácil, pero existen medidas para ello, y muchas de ellas están recogidas en la nueva Ley de Residuos que será de obligado cumplimiento a partir de 2025. Y las más importantes pasan por aumentar la tasa de recogida de ropa, que se encuentran hoy en tasas que a duras penas superan el 10% 

La ropa usada tiene un potencial de aprovechamiento muy elevado puesto que alrededor del 60% de la ropa recogida se puede volver a utilizar para el mismo fin por el que se creó: la indumentaria. Esta vía de gestión alarga la vida útil del producto, ahorrando el elevado impacto ambiental que comporta el largo proceso de fabricación textil que culmina con prendas de vestir nuevas. 

A partir de 2025, en poco menos de año y medio, los ayuntamientos tendrán que recoger los residuos textiles de forma separada, por lo que se verá un auge de contenedores de ropa en las calles. Las marcas de moda también tendrán que implicarse en la recogida de prendas usadas en sus tiendas, no podrán tirar los excedentes y deberán crear consorcios para gestionar sus desechos.   

Hasta ahora, la mayoría de las urbes permiten la colocación en sus calles de contenedores de ropa de entidades sociales, aunque algunos consistorios comienzan a instalar también puntos de recogida municipales.  Según publica El País, Madrid tiene ahora 770 contenedores y a final de año pretende llegar a los 1.600, mientras Málaga doblará los 233 actuales. Vigo tenía 50 y los aumentó hasta los 300 el año pasado, anticipándose a la normativa. 

Lo cierto es que si queremos que la tasa de ropa reciclada pase del 12% actual a un 30% habrá por lo menos que triplicar los contenedores de ropa. El 94% de la ropa que se recoge hoy en España se hace a través de este método. También las tiendas –algunas ya lo hacen- deberán dedicar un espacio mayor a la recogida de textil usado. 

No es un tema menor. Una valoración realizada por ECO-TLC estima un ahorro medio de 25 kg de CO2 equivalente por cada kg de ropa reutilizada. Promover el cambio de hábitos de consumo del sector de la moda, triplicar el número de contenedores e implicar en mayor medida a las tiendas de ropa en la recogida de textil usado puede suponer un gran beneficio para el medioambiental que está al alcance de nuestras manos.