Los deepfakes –contenidos audiovisuales manipulados con inteligencia artificial (IA) que simulan que alguien hace o dice algo que no es real– están aumentando a un ritmo alarmante. Así lo advierte Shurfshark en un informe que muestra su evolución en los últimos años y constata un preocupante incremento en lo que llevamos de 2025.
Según sus datos, entre 2017 y 2022, se registraron únicamente 22 casos. En 2023, la cifra se elevó a 42 y en 2024 se disparó un 257%, alcanzando los 150 incidentes. No obstante, es en 2025 cuando el fenómeno de los deepfakes ha dado un salto significativo, habiendo superado solo en el primer trimestre los casos detectados el año pasado. En concreto, entre enero y marzo de este año se han contabilizado 179 incidentes, lo que representa un aumento del 19% respecto a todo el año anterior.
Además, Shurfshark señala que, durante el primer trimestre de 2025, los incidentes de deepfakes han experimentado un notable crecimiento en las cuatro categorías en las que clasifica este tipo de amenazas.
- Contenido explícito: 53 incidentes en el primer trimestre de 2025, duplicando los 26 de 2024.
- Fraude: 48 casos, casi igualando los 56 del año anterior.
- Manipulación política: 40 incidentes, acercándose a los 50 de 2024.
- Contenido misceláneo: 38 incidentes, superando ampliamente los 18 del año pasado.
Desde 2017, el formato más común en los incidentes de deepfake es el vídeo, con 260 casos notificados. Le siguen las imágenes, con 132 incidentes registrados, y el audio, con 117.
"La tecnología deepfake avanza a un ritmo alarmante y, con ella, crece la capacidad de desinformación e intención maliciosa. El potencial de daño va desde el descrédito de la reputación personal hasta la amenaza a la seguridad nacional. La gente tiene que ser precavida, ya que perder la confianza en la información que vemos y oímos puede afectar significativamente a la privacidad personal, las instituciones e incluso a la propia democracia", afirma Tomas Stamulis, director de seguridad de Surfshark.
Los famosos más 'deepfakeados'
Desde 2017, los famosos más 'deepfakeados' han sido figuras políticas, con un total de 143 casos, que suponen el 36% de todos los incidentes registrados. El político más afectado por esta tendencia es Donald Trump, habiendo estado involucrado en 25 incidentes, lo que equivale al 18% de los deepfakes relacionados con políticos. Le sigue Joe Biden, con 20 incidentes, principalmente registrados durante las elecciones, en los que se utilizó su voz en robocalls. En tercer y cuarto lugar se sitúan Kamala Harris y Volodímir Zelenski, con 6 y 4 respectivamente.
El uso político de los deepfakes es predominante en este ámbito, acaparando el 76% de los casos. A ello se suman intentos de fraude (14%) y la difusión de contenidos explícitos (9%).
Las celebridades, por su parte, se han visto implicadas en el 21% de los incidentes, con un total de 84 casos desde 2017. Elon Musk encabeza esta lista, con 20 deepfakes, lo que representa casi una cuarta parte (24%) del total. Le siguen Taylor Swift, con 11 suplantaciones, y Tom Hanks, con 3. En este apartado también figuran Brad Pitt, Emma Watson y Kanye West, con dos casos documentados cada uno.
En el 38% de las ocasiones, los deepfakes de celebridades se utilizaron para cometer fraudes; en el 26% para generar contenido explícito; y en el 4% con fines políticos. El resto abarcó usos diversos, como imitaciones de voz sin consentimiento, música generada por inteligencia artificial y otras manipulaciones digitales.
Cómo detectar deepfakes
Aunque identificar un deepfake resulta cada vez más difícil debido al realismo que han alcanzado gracias a los avances de la inteligencia artificial, existen algunas señales que pueden ayudar a detectarlos. Recientemente, recopilamos estas pistas en una guía donde también ofrecimos recomendaciones para frenar la propagación de la desinformación.