En un contexto de creciente hostilidad entre India y Pakistán, un grupo de hackers pakistaníes que se identifica como Pakistan Cyber Force (la Ciberfuerza de Pakistán) ha afirmado haber llevado a cabo ciberataques dirigidos a sitios web relacionados con la defensa india.
Según informes, los atacantes aseguran haber accedido a datos sensibles de páginas como la del Servicio de Ingeniería Militar (MES) y el Instituto de Estudios y Análisis de Defensa Manohar Parrikar (MP-IDSA), un think tank estratégico vinculado al gobierno indio, incluyendo información personal y credenciales de inicio de sesión de personal de defensa.
Los hackers también afirman haber obtenido 10 GB de datos de más de 1.600 usuarios del sitio web del MP-IDSA. Sin embargo, la alta dirección del instituto ha negado que haya ocurrido una violación de seguridad.
Además, se informó que el sitio web de Armoured Vehicles Nigam Limited (AVNL), una empresa estatal de defensa, ha sido pirateado, sustituyendo su contenido por imágenes de la bandera pakistaní y del tanque AI Khalid. Como medida preventiva la compañía ha desconectado su página e iniciado una auditoría "exhaustiva y minuciosa" para determinar el alcance del posible daño o compromiso de la plataforma.
Las autoridades han confirmado que las agencias de ciberseguridad se encuentran “trabajando activamente para detectar cualquier otro ciberataque vinculado a actores paquistaníes”.
La misma fuente añadió que esta vigilancia continua tiene como objetivo “identificar y neutralizar rápidamente cualquier riesgo futuro que puedan suponer estos ciberatacantes”, según ha indicado a medios locales.
Al borde de una guerra
Estos ciberataques coinciden con tensiones militares intensificadas tras un atentado en Pahalgam (Cachemira administrada por India) el pasado 22 de abril que mató a 26 turistas hindúes.
India atribuye el ataque a militantes respaldados por Pakistán, una afirmación que esta niega. En represalia, India lanzó ataques con misiles el 6 de mayo, apuntando a nueve ubicaciones en Pakistán en la denominada "operación Sindhoor", incluyendo áreas en la Cachemira administrada por Pakistán y Punjab. Los ataques resultaron en al menos 26 personas fallecidas y otras 46 heridas, según manifestó el ejército de Pakistán, que afirma que todas eran víctimas civiles, escalando aún más el conflicto entre las dos naciones.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha instado a los dos países a reducir las tensiones y entablar un diálogo, advirtiendo sobre el potencial de un conflicto más amplio (teniendo en cuenta que ambas tienen armas nucleares).
Expertos en ciberseguridad están monitorizando activamente la situación, enfatizando la necesidad de defensas digitales robustas en medio de la crisis geopolítica en curso.