El reciente derribo de al menos un caza Rafale francés por un, tecnológicamente inferior, JC-10C de fabricación china del ejército pakistaní, ha vuelto a colocar las capacidades de los cazas de combate en el centro del debate internacional.
Los precios y costes de mantenimiento de estos aparatos son colosales y no todos pueden permitírselos, y por si fuera poco el asunto del precio, los países constructores de estos aviones de combate ponen trabas (políticas o de seguridad) a algunos países para poder adquirirlos.
Son varios los factores, y no solo el tipo de avión de combate, los que hoy en día determinan la victoria entre cazas de combate: habilidad del piloto, uso de radares, misiles BVR (Beyond Visual Range o más allá del rango visual), drones armados con inteligencia artificial, tipos de misiles antiaéreos…
Pero, ¿cuánto vale un caza de combate?
Evidentemente los precios varían mucho según la versión que se compre y las “terminaciones” o extras que llevan cada uno de los aparatos y aquí ofrecemos un precio “base”.
¿Qué define a un caza de 4.5ª y 5ª generación?
Los modelos de 4.5ª generación se distinguen por contar con radares AESA (escaneado electrónico activo), firma radar reducida, interconectividad avanzada con fusión de sensores, supercrucero en algunos modelos, mejora significativa de aviónica, EW y datalinks.
Comparativa de cazas de 4.5ª generación
Sukhoi Su-35S (Rusia). 85 millones de dólares. El Sukhoi Su-35S es el mejor de los cazas rusos (no furtivos). Es conocido como “Super Flanker” gracias a su extraordinario rendimiento aerodinámico. Cada motor genera 32.000 libras de empuje, alcanzando una velocidad máxima de Mach 2.25 (2.700 km/h) y estabilidad incluso en ángulos de ataque extremos. Su radar Irbis-E puede detectar objetivos del tamaño de un caza a 400 km, y los 12 puntos de anclaje de los que dispone, soportan hasta 8.000 kg de armamento. Existen unos 100 aparatos de este tipo en Rusia y ha sido exportado a China y Egipto. Es una opción eficaz frente a cazas furtivos más modernos cuando se emplea tácticamente.

Eurofighter Typhoon (Europa). 90 millones de dólares. Este caza ha sido desarrollado conjuntamente por Reino Unido, Alemania, Italia y España. Su diseño de ala delta y canards con controles fly-by-wire le da mucha maniobrabilidad. Los motores Eurojet EJ200 permiten vuelo supersónico sostenido sin poscombustión y tienen una relación empuje-peso superior a 1:1. Las mejoras recientes han ampliado sus capacidades aire-tierra. Más de 570 unidades están en uso en países como Arabia Saudí, Kuwait y Catar., el Typhoon seguirá estando en funcionamiento más allá de 2040.

Dassault Rafale (Francia). 100 millones de dólares. El Rafale es la apuesta francesa por una defensa autónoma. Con el 70% de su estructura hecha de materiales compuestos, reduce peso y firma radar. Sus canards próximos al ala delta le otorgan excelentes prestaciones en pistas cortas. Con dos motores Snecma M88, alcanza Mach 1.8 (2.222 km/h). Su sistema de guerra electrónica SPECTRA es uno de los más avanzados en autodefensa. Ha operado en Afganistán, Libia, Mali, Irak y Siria. Países como India, Egipto, Grecia y Catar han adquirido más de 500 unidades.

Boeing F-15EX Eagle II (EE.UU). 87 millones de dólares. Última versión del icónico F-15, el F-15EX está equipado con radar AESA APG-82, controles digitales y el sistema electrónico EPAWSS para hacer frente a las defensas antiaéreas actuales. Puede alcanzar Mach 2.5 (3.100 km/h) gracias a sus motores Pratt & Whitney F100-PW-229. Su capacidad de carga, que permite transportar hasta 22 misiles aire-aire o una combinación de armamento, es la más alta entre los cazas modernos. Estados Unidos tiene previsto adquirir 144 unidades. Con una vida útil que se extiende hasta 2050, representa una opción confiable y potente para misiones específicas.

KAI KF-21 Boramae (Corea del Sur). 100 millones de dólares. El KF-21 es la prueba del avance de Corea del Sur en la industria aeroespacial. Utiliza motores GE F414 y puede alcanzar Mach 1.8 (2.200 km/h). Brinda capacidades comparables a las de la quinta generación a un precio de cuarta. Se planea la producción de 120 unidades para el año 2032, con potenciales ventas a Indonesia, Polonia y el sudeste asiático; el Boramae representa un giro en la democratización de la tecnología de defensa. Su primer vuelo en 2022 fue un hito nacional y un fundamento para desarrollos de la sexta generación.

Los gigantes de la 5ª generación
Y pasamos a los de 5ª generación: capacidad stealth real (forma + materiales RAM), fusión total de sensores e inteligencia artificial de apoyo, radares AESA de alta resolución, supercrucero sin poscombustión, dominio del espacio de batalla en red y capacidad de operar en entornos A2/AD).
Lockheed Martin F-22 Raptor (EE.UU). 150 millones de dólares. El F-22 continúa siendo el modelo de referencia en dominio aéreo. Con empuje vectorial y capacidad de supercrucero a Mach 1.8, alcanza una velocidad máxima de Mach 2. 25 (2,410 km/h). A pesar de su elevado precio y su producción limitada (195 unidades), ha demostrado su eficacia en escenarios complicados como Siria. Su punto vulnerable es la conectividad, pero las actualizaciones en curso asegurarán su operatividad hasta que sea sustituido por el NGAD.

Sukhoi Su-57 Felon (Rusia). 40-50 millones de dólares. El Su-57 representa la oferta de Rusia para la aviación de combate de quinta generación. Su diseño combina sigilo efectivo con una maniobrabilidad excepcional. Hace uso de una geometría sigilosa, materiales que absorben radar y compartimentos internos. Puede alcanzar velocidades de hasta Mach 2 (2.470 km/h) y tiene un coste considerablemente menor que el F-35. A pesar de que su desarrollo enfrentó dificultades, ha estado operativo desde 2020, con alrededor de 10 unidades entregadas y más de 70 en proceso de producción.

Shenyang FC-31 Gyrfalcon (J-31) (China). 70 millones de dólares. Uno de los dos cazas furtivos de China y el primero concebido para ser utilizado en portaviones. El FC-31 presenta un diseño convencional que incluye dos motores y estabilizadores verticales inclinados, lo que le hace similar al F-22.
Incorpora compartimentos internos para armamento y utiliza materiales avanzados que ayudan a disminuir tanto el peso como la firma radar. Se prevé que comience a ser operativo en portaviones para 2026.

Chengdu J-20 Mighty Dragon China). 100 millones de dólares. Estamos ante la joya de la aviación stealth (furtiva) de China. Su concepción prioriza el sigilo frontal, perfecto para atravesar defensas aéreas enemigas. Originalmente equipado con motores rusos AL-31, actualmente emplea WS-10C y se anticipa la incorporación de los WS-15 con capacidad de supercrucero. Con más de 200 unidades en servicio, el J-20 tiene como objetivo competir con la supremacía aérea de EE.UU. en el Pacífico.

Lockheed Martin F-35 Lightning II (EE.UU.) 100 millones dólares. El F-35 representa el esfuerzo militar más audaz del siglo XXI. Equipado con un motor F135 y alcanzando una velocidad de Mach 1.6 (1.975 km/h), integra versatilidad, sigilo y tecnologías de red avanzadas. Más de 1.000 unidades han sido distribuidas a 17 naciones (Australia, Israel, Japón, Corea del Sur y socios de la OTAN), y se espera que su producción supere las 3.000 aeronaves. Es probablemente el mejor caza en este año 2025.

Geopolítica del aire: más allá del combate
Estos cazas de combate no son solo maravillas tecnológicas, son piezas fundamentales en el panorama estratégico de la defensa global.
Cada avance en esta carrera armamentística tiene efectos geopolíticos, desde la disuasión hasta la redefinición del equilibrio regional. España se encuentra actualmente ante la tesitura de comprar los Lockheed Martin F-35B (pueden despegar desde el buque Juan Carlos I) norteamericanos, porque serían los únicos que en este momento se ajustan a las necesidades de “jubilar” a los vetustos Harrier.