España también cuenta con sus pequeños gigantes aeroespaciales, aunque algunos de ellos son prácticamente unos desconocidos. Anzen Engineering, enfocada en que el sector de defensa y aeroespacial cumpla los requisitos de seguridad que requieren sus aeronaves, es un ejemplo de ello.
En un encuentro con unos pocos medios de comunicación -en el que ha estado presente Escudo Digital- han contado a qué se dedican exactamente, cuáles son los proyectos en los que están involucrados y cómo ha sido su evolución.
Anzen (que significa 'seguridad' en japonés) se dedica a la ingeniería RAMS (Reliabilidad, Disponibilidad, Mantebilidad y Seguridad) y MBSE (ingeniería de sistemas basada en modelos) y trabaja en proyectos de aviación civil o militar tradicional, aeronaves no tripuladas, aeronaves eVTOL (de despegue y aterrizaje vertical) e industria espacial.
Esta joven empresa ayuda a sus clientes a optimizar su recorrido para poner productos certificados en el mercado aeroespacial, una industria que se encuentra altamente regulada y que pone el foco en el apartado de la seguridad (Safety).
Así, su core es detectar las deficiencias y fallos de las aeronaves para corregirlas y ver las repercusiones que tendrán sobre el resto del avión e incluso que posibilidades puede tener el piloto de resolverlas. El objetivo es ofrecer que estos sean completamente seguros.
Javier García Romillo, Senior System Safety Engineer de Anzen, ha explicado que están haciendo de "asesores" también para dar su punto de vista de hacia dónde van a ir los requisitos. Estos dependen mucho de los mercados donde cada fabricante quiere salir, ya que "cada país tiene sus autoridades".
Dentro de este enfoque de 'safety' la empresa revela que la ciberseguridad se está volviendo cada vez más importante. "Las agencias espaciales piden muchísimo sobre este tema, ya que es fundamental y puede afectar a diversos aspectos en las aeronaves".
En este sentido, Anzen Engineering tiene como partner a "una empresa líder en España", que se encarga de que las aeronaves lleguen a ser 'a prueba de ciberataques', aunque no han revelado su nombre.
Despegando el vuelo
Desde sus comienzos Anzen miró hacia el exterior. Sus primeros contratos los cerraron en EE.UU y Suiza. La compañía fue fundada en 2019 por cuatro socios provenientes de Airbus, incluyendo a su CEO, Pablo de la Cruz Greciet. Este fue elegido como uno de los 30 jóvenes empresarios con menos de 30 años más influyentes por Forbes Europa.
En su germen fue decisivo el apoyo del ESA BIC, programa de incubación de la Agencia Espacial Europa, que estuvo activo desde 2014 hasta 2018.
En su primer año facturaron 75.000 euros y al año siguiente duplicaron los ingresos. La pandemia ralentizó su actividad, pero en 2022 tuvieron una importante recuperación, llegando al millón de euros. Para este año ya han cerrado contratos que le llevarán a facturar 4 millones, según tienen previsto.
Actualmente el 70% de los ingresos de la empresa provienen del sector civil y el 30% del sector defensa. EE.UU supone el 40% de sus ingresos.
La firma tiene sede en Madrid y cuenta con oficinas en Lucerna (Suiza), Abu Dabhi (Emiratos Árabes) y Washington DC (EE.UU). Su plantilla actual consta de 50 ingenieros, 10 de ellos mujeres.
Aunque es una empresa de ingeniería, dedican muchos recursos a la innovación. De hecho, tienen una spin off denominada Anzen Innovation, que se dedica en exclusiva a proyectos de I+D y que trabaja en ámbitos como sistemas de sistemas, sistemas autónomos y energía eléctrica e hidrógeno.
Anzen Innovation ha creado un software propio llamado Atica, que pretende optimizar procesos y automatizar actividades repetitivas, respondiendo a la emergencia de nuevos conceptos como la movilidad áerea avanzada y la movilidad aérea urbana. Este producto ofrece soluciones para operadores, integradores de sistemas, así como fabricantes de componentes y equipos de comunicaciones, navegación, propulsión, etc.
Entre sus proyectos destacados están el Proyecto Corsario, un nuevo sistema de comunicaciones resilientes por satélite SATCOM para helicópteros que permite transferir grandes volúmenes de datos, o la construcción de un satélite para análisis de la atmósfera de más de un millar de exoplanetas similares a la Tierra.
"Ni con Rusia, ni con China"
Debido a los sectores e industrias con las que trabajan y a que algunos clientes son actores clave en el ámbito de la defensa, hay ciertos proyectos en los que están imbuídos y que no pueden mencionar. Las cláusulas de los mismos así se lo impiden.
No obstante, la compañía asegura que tiene una orientación marcada y algunas líneas rojas, al tratarse de actividades muy sensibles. "Solemos colaborar con Europa y EE.UU. y no trabajamos nunca con Rusia ni China", explica el CEO de Anzen. En el caso de países árabes, escogen aquellos con cierta orientación occidental.
Además, de la Cruz asegura que, generalmente, sus líneas rojas "son las que marca el Ministerio de Defensa" español.
En el caso de Israel su posicionamiento no está tan claro y desde la compañía comentan que "a nivel calidad son productos perfectamente certificables. El tema ético es otra cosa...", subraya García.
Capital propio
Anzen Engineering es una empresa cuyo capital es propiedad 100% de sus socios y que no ha recibido financiación externa privada. Hasta la fecha ha crecido de manera orgánica, gracias a los contratos que han ido cerrando.
Su CEO reconoce que han recibido interés por parte de inversores y que ha habido alguna empresa que se ha planteado su adquisición, pero por el momento no barajan ninguna de estas dos opciones. Según asegura de la Cruz, "nuestra estructura empresarial actual en varios países nos garantiza unos años de crecimiento natural".
Aunque Anzen es, de facto, una startup el directivo comenta que desde el principio han tratado de no operar como tal.
"Nos hemos intentado desligar en algunos momentos de la marca 'startup' por el tipo de actividades que desarrollamos, de como se asocia esa parte 'negativa'. Lo que nos interesaba es tener esa forma de trabajo que estuviera mucho más definida como una empresa ya más que como una startup. Eso en el proceso de venta nos ha ayudado mucho también porque el cliente lo veía como algo más establecido y le daba más seguridad", cuenta el emprendedor para Escudo Digital.