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Entrevistas

“Los buenos estadistas siempre han sabido que la guerra se gana con Logística”

El General de División Raimundo Rodríguez Roca es Jefe del Mando Logístico del Ejército de Tierra desde el pasado mes de enero.

Coronel de Ejército de Tierra (Ret.)

19 minutos

Raimundo Rodríguez Roca, Jefe del Mando Logístico del Ejército de Tierra.

La carrera militar del General de División Raimundo Rodríguez Roca, Jefe del Mando Logístico del Ejército de Tierra, comenzó en 1982 con su ingreso en la Academia General Militar y desde entonces ha estado sirviendo más de cuarenta años en destinos de fuerzas y cuarteles generales de operaciones especiales, en unidades de la Legión, en puestos de Estado Mayor y al mando directo de fuerzas. En su trayectoria cabe destacar su paso por la Brigada “Rey Alfonso XIII” II de la Legión, donde fue Jefe de Estado Mayor; Coronel Jefe del Regimiento “Príncipe” nº 3 de la Brigada “Galicia” VII y Jefe del Mando de Operaciones Especiales ya como General de Brigada. Como General de División, fue destinado al Cuartel General Supremo de las Potencias Aliadas en Europa (en Mons, Bélgica) para finalmente hacerse cargo del Mando de Apoyo a la Maniobra del Ejército, antes de ser designado responsable máximo de la Logística del Ejército.

El General de División Roca es diplomado de Operaciones Especiales, de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas españolas (número uno de su promoción) y de Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos (US Army), además de doctor por la Universidad de Granada en Ciencias Políticas. Ha participado en varias operaciones en el exterior, como fueron las de Guatemala (1997), Kosovo (2003) y Afganistán (2009 y 2010). Es premio Pérez del Pulgar de ensayo militar.

PREGUNTA: El Mando de Apoyo Logístico (MALE) está presente en esta edición de FEINDEF 25, ¿qué novedades presenta en general el Ejército de Tierra y, en particular en MALE?

RESPUESTA: Es importante resaltar desde el principio que esta edición de FEINDEF se ha convertido en un escaparate del actual proceso de trasformación en el que está embarcado nuestro Ejército de Tierra. Las capacidades planificadas han dejado de ser un proyecto de futuro. Podemos ver en la feria antiguos proyectos que se presentaban en las primeras ediciones como deseos convertidos hoy en realidades tangibles, en nuevas capacidades que han entrado o están en proceso de entrar en servicio en nuestras Unidades. Capacidades que además de dotar de la necesaria protección a la fuerza proporcionarán una ventaja decisiva en el campo de batalla.

El Ejército de Tierra continúa con paso firme su camino de trasformación cumpliendo los hitos establecidos hace unos años en su visión de la “Fuerza 35”. Una trasformación que persigue adaptar sus capacidades tanto al ritmo que requiere el escenario actual como a los desafíos de la guerra futura para, de esta forma, conseguir el Ejército que España necesita para ser de utilidad a la sociedad a la que sirve. Esa significativa trasformación incorpora ya nuestra comprensión de la guerra contemporánea a gran escala y magnitud que estamos viviendo en el escenario de guerra, en territorio europeo, entre Rusia y Ucrania

Una parte importante de esa trasformación de capacidades se han presentado en FEINDEF. Capacidades que se traducen en sistemas autónomos, desde los de menor escala como los UAVs BLACK HORNET, VECTOR y SKYDIO una realidad en algunas unidades, hasta los de mayor alcance y entidad como el SIRTAP, que en breve dispondrá de un primer prototipo realizando pruebas de vuelo.

Sistemas de mando y control que nos permitirán integrar todos nuestros sistemas y, a su vez, integrarnos en otros sistemas de otros dominios nacionales e internacionales; capacidades de protección como son las capacidades integradas de defensa antiaérea y misiles, el vehículo NBQ PITON, redes multi-espectrales 3D, sin olvidar una nueva generación de cascos, chalecos de protección individuales, armamento ligero, etc.

Igualmente, de interés es la modernización de capacidades logísticas, como el nuevo vehículo LANDTREK o nuevos camiones de trasporte de gran tonelaje. Y desde luego, no podemos olvidar las capacidades de maniobra, desde el conocido vehículo ruedas de combate 8x8 DRAGÓN, pasando por el vehículo de cadenas para Zapadores CASTOR y el mortero embarcado EIMOS, así como la continua evolución de los vehículos VAMTAC que han llegado a convertirse en verdaderos sistemas de armas de muy diversas configuraciones.

Esta es la muestra de una gran variedad de capacidades que se pueden encontrar en FEINDEF en su conjunto. No todas las capacidades mencionadas están expuestas en el stand del ET. Las empresas y grandes corporaciones presentan también plataformas, sistemas de armas y capacidades terrestres. Algunas al ser todavía programas liderados por el Ministerio de Defensa.

El MALE, por su parte, continúa favoreciendo que el Ejército de Tierra disponga de los materiales que necesita con suficiente anticipación. Igualmente, sigue promoviendo la adaptabilidad organizacional a través de la gestión por procesos, impulsando iniciativas de innovación tecnológica, así como fortaleciendo la resiliencia estratégica. Iniciativas que se han convertido en características que definen la eficacia militar del siglo XXI y que confluyen (en esfuerzo coordinado con nuestro Ministerio de Defensa), y se manifiestan en el proyecto de la Base Logística del Ejército de Tierra.

“La trasformación del Ejército de Tierra incorpora ya nuestra comprensión de la guerra contemporánea a gran escala”

 

P: ¿Cuáles son los ámbitos principales en los que el MALE actualmente desarrolla su actividad?

R: En el MALE trabajamos en tres grandes esfuerzos que definen claramente la naturaleza de nuestro trabajo: Sostenimiento, Adquisiciones e Innovación y calidad.

El primer pilar, el Sostenimiento, atiende a la realidad del presente, a mantener con alta disponibilidad operativa los materiales y sistemas de armas de la fuerza que tenemos hoy y necesitamos en funcionamiento. El esfuerzo de puesta a punto de todo lo necesario en Territorio Nacional es parte de la preparación y contribuye directamente al esfuerzo de la Disuasión.

Otro gran desafío es disponer de una logística operativa eficaz en el exterior, capaz de sostener los nuevos y ambiciosos compromisos que España ha asumido con la OTAN, en articular, la contribución al nuevo modelo de fuerzas, con despliegues en el “Flanco Este”. Este es un objetivo permanente y prioritario y donde la disuasión se debe mostrar creíble para desalentar al adversario y preservar la paz.

El segundo y tercer paquete de esfuerzos están relacionados con ir por delante, para obtener ventajas.

En cuanto a Adquisiciones, consecuencia de un proceso de “anticipación estratégica” a través del Estado Mayor del Ejército y en armonía con el EMAD y MINISDEF, se han articulado soluciones cualitativas que llegaran a corto y medio plazo. Se hallan abiertos trece procesos de obtención de nuevas capacidades a los que se sumaran este año otros 15 que afectan de manera independiente o conjunta al Ejército de Tierra.

El tercer pilar es la innovación, con equipos específicos dedicados al desarrollo de procesos en la futura Base Logística del ET, así como de iniciativas de Inteligencia Artificial.

P: En 2018 usted fue nombrado Jefe del Centro de Fuerza Futura del ET 2035 en la división de Planes del Estado Mayor del Ejército de Tierra, un puesto clave en el ambicioso desarrollo de modernización del Ejército. ¿Cuál es el impacto que en el diseño de esa fuerza tienen los actuales planes del MALE?

R: Sin duda el Plan de Fuerza futura del ET 2035 ha sido uno de los grandes impulsores de la trasformación que señalaba anteriormente. En realidad, se trató de un proceso conceptual de reflexión que culminó con una visión sobre cómo debía ser el cambio, a la luz de la revolución industrial o tecnológica en la que estábamos inmersos y que escalaba exponencialmente.

Verdaderamente, fue un proceso de toma de decisiones con vocación de “anticipación estratégica”. Enseguida, de forma paralela a la fase conceptual se decidió inicial una fase de experimentación. Se trataba de un desarrollo de mayor alcance y ambición de los que el ET había tenido hasta ese momento.

Hoy en día, en FEINDEF podemos ver los resultados tangibles de la tercera fase: la implementación. Muchas necesidades identificadas hace seis años son programas finalizados o en curso. Esta planificación de capacidades, para el MALE, ha constituido una autentica hoja de ruta a seguir.

Fuerza 35 representaba un estado final deseado, pero también constituía un proceso. Por eso, repartimos el tiempo en tres horizontes. En el año 2026 debíamos alcanzar el primer estado intermedio de fuerza posible. Pues bien, a día de hoy, podemos decir que hemos superado las expectativas y objetivos fijados para el horizonte 26.

Durante este proceso de cambio por supuesto hemos sabido adaptarnos. En su momento diseñamos unos requisitos operativos para cada una de las funciones de combate y de los sistemas de armas que las materializarían. Sin embargo, los requisitos operativos están en continuo proceso de evolución. Mantenemos una gran capacidad de adaptación y la necesaria flexibilidad para aprovechar los avances tecnológicos, prestando la pertinente atención a las tecnologías emergentes y disruptivas de utilidad para el empleo de la fuerza. Por otro lado, es importante permanecer igualmente atentos a las lecciones de los conflictos que constituyen un cambio de paradigma, como está sucediendo en la guerra de Ucrania, donde la innovación en el empleo de la fuerza es una constante.

La implementación de los primeros hitos de la Fuerza 35 es un logro, no solo de y para el ET, sino de, para y con la Industria de defensa; de, para y con el MINISDEF; de, para y con del mundo académico y de otros actores que se han esforzado en que todos convergiéramos en un mismo propósito, en un mismo objetivo.

Continuamos trabajando para alcanzar los objetivos previstos en el Horizonte 30 (Fuerza Avanzada) y en el 35 (Fuerza de Ventaja), teniendo bien presente que el campo de batalla actual es la revolución tecnológica.

“La Base Logística del ET constituirá parte de la respuesta del Ejército de Tierra a la trasformación digital, aplicada al ámbito de la Logística”

 

P: En su toma de posesión como Jefe del MALE, se refirió a la Base Logística de Córdoba como uno de los principales retos que tendrá que afrontar, ¿cuáles son esos retos y qué necesidades tiene el Ejército de Tierra para afrontarlos de manera satisfactoria?

R: La Base Logística del ET (BLET) no solo va a consistir en un conglomerado de nuevas y avanzadas infraestructuras que incorporarán tecnologías emergentes y disruptivas y que permitirá trabajo a cientos de trabajadores expertos de formación avanzada. La BLET será parte de un nuevo e integrado “sistema logístico” que implicará otro enfoque, una nueva forma de hacer las cosas. Constituirá parte de la respuesta del Ejército de Tierra a la trasformación digital, aplicada al ámbito de la Logística favoreciendo la integración total de todos los elementos presentes en el campo de batalla con los de las áreas de retaguardia estratégica, favoreciendo una transparencia completa en tiempo real y permitiendo al jefe una visualización de todo lo que necesita desde cualquier localización. Un modelo” Amazon” o “Inditex”, si se prefiere, con el que anticipar decisiones certeras, basado en predicciones. Avances sustanciales que se traducen en automatización de procesos y logística predictiva, iniciativas ya en marcha en el MALE y que durante los siguientes años seguiremos mejorando.

En definitiva, incorporará avanzadas formas de trabajo que posibilitarán una visualización completa de recursos, anticipando, por ejemplo, necesidades de cadenas de suministros desde centros industriales hasta los destinos finales de última milla en el campo de batalla, permitiendo, entre otras cosas, un mantenimiento eficaz que favorezca ciclos de vida de materiales y sistemas de armas más largos.

Raimundo Rodríguez Roca, Jefe del Mando Logístico del Ejército de Tierra, en FEINDEF 25.

P: “Las batallas, las campañas e incluso las guerras se han ganado o perdido generalmente por la logística” es una frase del General y Presidente de EE.UU. Eisenhower. ¿Considera que el Ejército de Tierra en España tiene una logística adecuada para ganar una guerra?

R: Tradicionalmente los narradores de la historia se han olvidado del papel trascendental de la Logística en la guerra. Sin embargo, los buenos estadistas y generales siempre han sabido que la guerra (y desde luego, la paz) se gana con Logística.

La victoria no siempre favorece al bando con más y mejores recursos materiales, aunque es cierto, que a menudo es la mejor baza. En cambio, la historia si muestra que la victoria recae del lado que posee más agilidad logística para movilizar sus recursos durante el decisivo esfuerzo de la guerra.

En el marco de la OTAN, hace un par de años se inició una reacción enérgica obligando a recuperar como primera prioridad el imperativo de la defensa territorial colectiva, con profundas implicaciones para la seguridad y defensa española, por los compromisos internacionales a los que hay que responder.

De la noche a la mañana asistimos a una redefinición de los términos de la Defensa necesaria. Habíamos dejado de hablar de disuasión, de grandes volúmenes de fuerza, de reservas estratégicas, de preposicionamiento, de capacidades industriales, de disponibilidad de Cuerpos de Ejércitos, de despliegues y sostenimiento de Divisiones completas a velocidades de vértigo para trasmitir credibilidad y evitar escalada. Y todo eso, es Logística, logística estratégica, Logística de base industrial, Logística en letras mayúsculas.

La nueva realidad exige transformarse rápidamente, un salto a la modernidad que, desde el complejo entramado de la Logística, se viene impulsando de forma notable para contribuir a convertirnos en el Ejército moderno que necesitamos al servicio de una sociedad democrática. Compatible siempre, con la tradición y los valores de nuestra vocación y profesión militar.

De hecho, la trasformación digital en el ámbito de la Logística favorece la integración total de todos los elementos presentes en el campo de batalla con los de las áreas de retaguardia estratégica.

Las naciones que no sean capaces de implementar esos cambios perderán una oportunidad, quedaran retrasados, siendo irrelevantes para la seguridad y protección de sus ciudadanos.

La Logística, en su más amplio sentido del término, desde la base industrial hasta la de última milla, y entendida en un contexto de seguridad internacional muy deteriorado, es una función principal. El nuevo escenario económico nos está permitiendo recuperar capacidades degradadas, completar otras y buscar ventajas mediante la incorporación de nuevas tecnologías.

“Para dar credibilidad a su modelo de disuasión por denegación, la OTAN está creando a través de toda Europa una especie de espacio “Schengen” para poder desplegar con rapidez cientos de miles de fuerzas de todos los países en dirección de flanco Este en un tiempo récord”

 

P: El Ejército de Tierra y el MALE están inmersos en un cambio de paradigma impulsado por vectores transformadores. Entre ellos destaca la necesidad de diseñar una logística acorde a los tiempos que asegure un modelo actualizado de despliegues que sean precisos en escenarios más allá de nuestras fronteras, ¿qué nos puede decir sobre ello?

R: Tenemos que ser muy eficaces en las capacidades de refuerzo y sostenimiento. Para dar credibilidad a su modelo de disuasión por denegación, la OTAN está creando a través de toda Europa una especie de espacio “Schengen” para poder desplegar con rapidez cientos de miles de fuerzas de todos los países en dirección de flanco Este en un tiempo récord. Ese espacio se denomina “Red de refuerzo y sostenimiento” (reinforcement and sustainment network). Incluye capacidades físicas y funcionales, especialmente infraestructuras y capacidades logísticas de todo tipo. En este sentido, nosotros nos estamos adaptando a los requisitos operativos exigidos por la OTAN. Para Ejército de Tierra es clave no fallar en la tarea de sostenimiento y ser capaces de articular cadenas de sostenimiento robustas

En la actualidad estamos implementando una estrategia de sostenimiento nueva, que anteriormente no habíamos tenido oportunidad de poner en práctica.

Plataformas cada vez más sofisticadas que incorporan sistemas de armas tecnológicamente muy avanzados obligan a un enfoque de sostenimiento acorde a los tiempos que nos encontramos, de revolución tecnológica, próximos ya a completar un tercio de siglo XXI

El ET cuenta aproximadamente con unas 14.000 plataformas de distintos tipos que en los próximos años podrían alcanzar la cifra de unas 17000, incluyendo plataformas ruedas y cadenas, helicópteros, sistemas de armas diversos. El reto del sostenimiento es descomunal en cantidad y calidad. Es decir, la necesidad de funcionamiento, o de Disponibilidad Operativa (en términos militares) si se prefiere, de todos los sistemas de armas y plataformas de nuestro Ejército es uno de los principales desafíos a los que nos enfrentamos, y requiere de una atención y preocupación exquisita por parte de todos los escalones de toma de decisiones. Muy especialmente si queremos enviar un mensaje de Disuasión creíble rotundo y decisivo.

Entre otros aspectos, el modelo de logística que requiere el ET contempla que en los contratos de adquisición de los principales materiales se incorporen cláusulas que puedan garantizar el mantenimiento durante su ciclo de vida, incluyendo también, siempre que sea posible, la disponibilidad de equipos móviles de mantenimiento, a nivel industrial, que garanticen la operatividad de nuestras unidades tanto, en Territorio Nacional, como en Operaciones en el Exterior. 

P: En línea con la pregunta anterior, la incorporación de nuevos materiales cada vez más complejos que respondan a las necesidades de tecnologías disruptivas que precisan las unidades del Ejército supone otro de los vectores, en este caso innovador, que es necesario afrontar. ¿Cuál es la principal línea de actuación en este caso?

R: La principal línea de actuación debe basarse en la agilidad y la flexibilidad. Primero debemos ser ágiles para seleccionar cual de todas esas tecnologías disruptivas son de verdad necesarias y prioritarias para nuestro ejército, no siempre todas son de aplicación, hay que analizar y seleccionar cuales aportan valor añadido, por ejemplo, aquellas que aceleran y nos dan ventaja en nuestro ciclo de decisión y luego son capaces de incardinarse con un sistema de mando y control capaz de transmitir esas decisiones.

La agilidad debe ser compatible con la flexibilidad, debemos ser capaces de adaptar tecnologías que aun no siendo especificas del mundo de la defensa aporten gran valor añadido. En este apartado creo que es necesario resaltar aquellas que, en el área de la logística, automatizan procesos y nos permiten implantar un nuevo sistema logístico, que no esté basado en una logística programada, sino que se adelante y pase a ser una logística predictiva.

También hay que destacar que grandes avances en el mundo de la logística civil, unidos al uso de la inteligencia artificial, proporcionarán, empleados con la flexibilidad necesaria, como se ha destacado anteriormente, un nuevo sistema logístico que transformará el modo de sostener a nuestro ejército tanto en operaciones en el exterior como en sus actividades de preparación en territorio nacional.

“Una fuerte base industrial contribuye de forma extraordinaria a la disuasión”

 

P: El vehículo Dragon 8x8 está llamado a ser la espina dorsal de la capacidad de movilidad del Ejército de Tierra a corto-medio plazo. ¿Nos podría dar un punto de situación de cómo se encuentra el proyecto desde la óptica del ET?

R: El proyecto se encuentra ya en su fase final. Se han realizado gran cantidad de pruebas de calificación, estamos formando tripulaciones y personal experto en mantenimiento a diferentes niveles.

Dentro de unos meses entraremos en lo que técnicamente se denomina Evaluación Operativa del vehículo, una especia de segunda oleada de pruebas. Podemos considerar que, en este momento, el vehículo Dragón se encuentra maduro y avanzado, aunque hay que finalizar más pruebas. El Vehículo de Combate Ruedas 8x8 dotará a las FAS españolas de una capacidad extraordinaria de la que no disponíamos y que necesitamos para obtener una ventaja en el campo de batalla, además, está siendo muy positivo para fortalecer el tejido industrial de defensa.

P. ¿Y qué otros proyectos le gustaría destacar dentro de las actuales o futuras adquisiciones o modernizaciones de materiales para el ET?

R: Muchas son las necesidades que tiene nuestro ejército y ya se han empezado gran número de programa especiales de modernización encaminados a satisfacerlas, pero me gustaría subrayar varias áreas donde se están dando grandes avances y que proporcionarán el Ejército que España necesita:

  • En primer lugar, nuestros sistemas de mando y control se verán renovados y mejorados gracias a programas como el Plan MC3 o el sistema conjunto de Radio Táctica (SCRT)
  • Los programas de actualización y mejora de nuestros sistemas de artillería antiaérea como el PATRIOT, el NASAMS o la modernización de nuestros cañones antiaéreos
  • Los programas encaminados a recuperar las capacidades de fuegos de largo alcance como el programa SILAM entre otras iniciativas
  • Nuestra función de combate de maniobra que no solo mejorará con los nuevos VCR 8x8, sino que con los futuros Vehículo de apoyo cadenas VAC o la modernización de nuestros carros de combate permitirá seguir contando con los medios adecuados para el combate terrestre
  • No me olvido de nuevas capacidades como los drones u otros vehículos no tripulados, o de los sistemas que permitan protegernos de los mismos o las indispensables mejoras en el campo de la ciberseguridad

Podría seguir enumerando proyectos, pero creo que con lo mencionado nos hacemos una idea del importante esfuerzo que se está realizando.

Raimundo Rodríguez Roca, Jefe del Mando Logístico del Ejército de Tierra, en FEINDEF 25.

P. En el campo de la cooperación con la industria civil o con las universidades tecnológicas, ¿considera que se podrían incrementar los cauces de colaboración con el MALE en el ámbito de la logística de doble uso como, por ejemplo, los estudios en el campo predictivo?

R: Sí, totalmente de acuerdo. Ya lo hacemos, llevamos unos años dando importantes pasos en ese sentido, aunque hay espacio de mejora, debemos seguir creciendo y fortaleciendo esa relación. El Ejército de Tierra en su conjunto, y el MALE específicamente, y como parte del desarrollo del proyecto “Fuerza 35”, puso en marcha el Foro Ejército y Empresas más Innovación (2E+I) que se desarrolla anualmente. Este año tendrá lugar de nuevo en Toledo los próximos días 1 y 2 de octubre. Ya estamos embebidos en el detalle en su organización.

El Foro E2+I representa parte de la humilde contribución del Ejército al desarrollo nacional de una Base Industrial y Tecnológica de la Defensa, muy alineada con las directrices del MINISDEF. Ejemplo de la colaboración necesaria para crear oportunidades, explorar intereses comunes y orientar las capacidades industriales del sector terrestre de Defensa alineadas con universidades y centros tecnológicos.

De hecho, fruto del buen resultado de esas colaboraciones ya trabajamos en proyectos muy concretos, por ejemplo, en el área de la logística predictiva, el MALE ha iniciado un proyecto piloto para sentar las bases de la futura implantación del Sistema de Logística predictiva del ET: el SILPRE, proyecto adjudicado a una UTE formado por Navantia, Indra y la Universidad de Córdoba. Son dos grandes empresas con una clara vocación dual, con líneas de negocio en el ámbito del mantenimiento, tanto en el sector de la defensa como en el mercado civil, y una universidad con un potente grupo de investigación en el ámbito de la inteligencia artificial, con la que el MALE viene cooperando desde hace tiempo a través de una de las unidades del MALE, el Parque y Centro de Mantenimiento de Vehículos Ruedas número dos en el Higuerón, Córdoba, en diversos proyectos tecnológicos.

P: Desde la óptica de la actual base tecnológica industrial de la Defensa que en estos momentos España posee, ¿cuál es su opinión sobre el proceso de concentración que parece que está en marcha por parte de la defensa española?

R: Todo lo que sea crecimiento de la Industria española es una buena noticia, además una fuerte base industrial contribuye de forma extraordinaria a la disuasión. La hace creíble. Manda un poderoso mensaje.

Para ser fuertes, solventes y lograr retornos en la inversión de defensa, todos los países europeos con gran influencia ya han iniciado ese camino de concentración hace años, lo que les ayuda a fortalecer sus economías nacionales por un lado y su autonomía estratégica por otro.

Creo que es un modelo a seguir que podría generar importantes beneficios. El ET por sus formas de la acción, su forma de emplear la fuerza en el campo de batalla precisa de infinidad de distintos sistemas. Comparados con las necesidades de otros Ejércitos, las del ET son diferentes. Disponer de una empresa tractora en el ámbito de la defensa orientada al sector terrestre siguiendo el modelo de los países de referencia europeo parece algo positivo. Sería también una forma de contribuir a Europa desde la fortaleza de la soberanía española; una forma de defender los valores europeos en los que creemos desde una posición fuerte. Idea que no se opone a la de contar y cuidar el gran ecosistema de empresas medianas y pequeñas, cuyo papel no podemos descartar por que representan un gran valor añadido para la cadena de suministros, al tiempo que aportan un talento y una calidad extraordinaria.

Las pymes españolas dedicadas a defensa llevan en el ADN la creatividad de nuestro país y precisamente la innovación se necesita hoy más que nunca. Las pequeñas y medianas empresas tienen la ventaja que se mueven con gran rapidez y se adaptan de forma magnifica a las nuevas necesidades del mercado, al tener cadenas de tomas de decisión muy ágiles.

P: Finalmente, ¿de qué manera el MALE contribuye a la potenciación de los valores sociales relacionados con la defensa en España como el fomento de la cultura de la seguridad?

R: El MALE es parte del ET y como tal dispone de un sólido esqueleto de valores entre los que destacan compromiso y responsabilidad. Vivimos tiempos, como hemos destacado en varias ocasiones, de revolución tecnológica y a más tecnología, más valores. Se trata de una gran responsabilidad que exige un gran compromiso.

El MALE, cuyos principales cometidos son la reposición y sostenimiento de nuestro ejército, potencia los valores de la cultura de seguridad y defensa interconectando a las empresas, centros tecnológicos y universidades, entre otros actores, con las necesidades de nuestros soldados.

Entre los muchos ejemplos se hallan las colaboraciones que se mantienen con la Universidad de Córdoba, además del proyecto SILPRE, personal del MALE colabora como ponente en alguno de sus cursos de posgrado trasmitiendo, además de su experiencia y su conocimiento los valores que fomenta el Ejército. Del mismo modo, personal del MALE está cursando estudios pre-doctorales y desarrollando su tesis en esta universidad, compartiendo con sus compañeros y profesores los objetivos y necesidades de la defensa nacional en materia de tecnología.

Todos somos corresponsables, los que pertenecemos a las fuerzas armadas y los que no, porque todos tenemos la misma misión: conseguir, entre todos, un ejército, unas fuerzas armadas capaces, donde sin duda la persona es el centro de gravedad, pero que deben contar con los mejores medios y capacidades para seguir garantizando la seguridad de nuestros ciudadanos. Así lo entendemos y así nos costa que lo entiende el mundo civil que trabaja codo con codo con el MALE. Vivimos momentos de oportunidad histórica, aunque también de responsabilidad histórica, por ello trabajamos día a día con la mayor ilusión y el mayor de los compromisos para materializarla, difundiendo en toda su dimensión el propósito profundo de lo que está en juego. Dotar a nuestras FAS de nuevas capacidades es un compromiso también con las nuevas generaciones, con la sociedad a la que servimos.