Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Opinión

Ayuda militar a Ucrania: ¿cuáles son las medidas que implican un mayor riesgo de escalada?

Experto en migraciones y analista internacional.

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La fragata Blas de Lezo en una imagen de archivo, del 27 de agosto de 2019, en Ferrol, A Coruña, Galicia (España). Foto: José Díaz / Europa Press.
La fragata Blas de Lezo en una imagen de archivo, del 27 de agosto de 2019, en Ferrol, A Coruña, Galicia (España). Foto: José Díaz / Europa Press.

La reciente petición a la OTAN por parte del gobierno ucraniano de establecer áreas “no-fly” (zonas geográficas específicas donde, en este caso, determinados vuelos militares estarían prohibidos,) en parte o la totalidad de su territorio, sumado además, a la iniciativa de Polonia de enviar cazas para que pilotos ucranianos puedan usarlos en el conflicto armado contra Rusia, ha abierto un encendido debate sobre donde estaría fijada la línea roja de Moscú respecto a la ayuda militar de Occidente a Ucrania.

Esto nos lleva a la cuestión de cómo podemos ayudar al régimen ucraniano en su lucha contra el gigante ruso sin iniciar una escalada militar no deseada contra una potencia que tiene su ¨límite de tolerancia¨ bastante más bajo que el de la OTAN, a la hora de usar (o al menos amenazar) con sus capacidades nucleares.

Armas Nucleares en el mundo. Fuente: SIPRI Yearbook 2021.
Armas Nucleares en el mundo. Fuente SIPRI Yearbook 2021

Estamos entonces intentando algo muy complicado: ayudar a un país a defenderse militarmente, además de disuadir al agresor de continuar con la invasión, todo ello evitando comenzar la tercera guerra mundial.

La principal premisa en este sentido sería que la simple facilitación de armas a Ucrania no va a cambiar el curso de la guerra, es decir, con el material militar recibido Kiev no va a cambiar radicalmente la situación de dominio militar ruso sobre Ucrania. Esta fue al menos la regla que se estuvo respetando durante la mayor parte de la guerra fría donde las “proxy wars” o guerras por delegación estaban ampliamente permitidas por los dos bloques.

Número de militares en países OTAN Y Rusia en 2021. Fuente: Statista.
Número de militares en países OTAN Y Rusia en 2021. Fuente: Statista.

En este caso específico de Ucrania, existirían una serie de herramientas (militares y no militares), de las que muchas de ellas se están usando ya, que podemos utilizar para apoyar a Kiev:

  • Envío de drones, ya sea de reconocimiento u ofensivos.
  • Ciberataques.
  • Envío de sistemas militares defensivos.
  • Envío de sistemas militares ofensivos.
  • Establecimiento de áreas “No-Fly”.
  • Ayuda Humanitaria.
  • Envío de Sistemas de Guerra Electrónica.
  • Envío de equipos de Operaciones Especiales a territorio ucraniano en misiones de asesoramiento.
  • Envío de equipos de Operaciones Especiales a territorio ucraniano en misiones de Acción Directa sobre el enemigo.

Sobre este asunto, el Think Tank Atlantic Council ha realizado un interesante estudio entre expertos de diferentes materias relacionadas, en el que se enumeran dichas herramientas de ayuda a Ucrania (además de otras) y se les ha dado un factor del riesgo de posible escalada militar, que supondría su utilización en el conflicto con Rusia. El resultado final de este factor de riesgo viene determinado por dos factores principales:

  • Efectividad Militar de la medida: alta o baja;
  • Riesgo de escalada Militar con Rusia: alta o baja.
Gráfico: Factor de riesgo de escalada militar y efectividad militar de las medidas tomadas por Occidente para ayudar a Ucrania contra los rusos.Fuente: Atlanticcouncil.org.
Factor de riesgo de escalada militar y efectividad militar de las medidas tomadas por Occidente para ayudar a Ucrania contra los rusos. Fuente: Atlanticcouncil.org

Observando el grafico podemos ver que las medidas o herramientas que menos riesgo de escalada conllevan serían las de Ayuda Humanitaria y envío de Drones a Ucrania. Es curioso observar cómo un Ciberataque a Rusia no supondría un riesgo de escalada alto, según este informe, siempre teniendo en cuenta que OTAN no puede realizar ataques Cibernéticos y solo puede defenderse de ellos. Esta herramienta tendría que ser utilizada por Estados que actuaran de manera independiente a OTAN o Unión Europea.

Entre las medidas más “arriesgadas” se encontrarían la de comandos de Operaciones Especiales Occidentales en misiones de acción directa contra Rusia y las ya referidas áreas “no-fly”. Hay que especificar que la restricción de vuelos militares en determinados espacios no solo conlleva el riesgo de enfrentamiento entre aeronaves, sino que además habría que eliminar o dar cuenta de sistemas antiaéreos y radares que estuvieran en tierra, multiplicando así el riesgo de enfrentamiento, y por consiguiente, de escalada militar.

Sistema de Radar aerotransportado OTAN Airborne Warning and Control System (AWACS). Fuente: AFP.
Sistema de Radar aerotransportado OTAN Airborne Warning and Control System (AWACS). Fuente AFP.

A este respecto, se está discutiendo una solución intermedia de la restricción de vuelos militares sobre Ucrania, las llamadas áreas “no-fly humanitarias”, que asegurarían una serie de pasillos o corredores humanitarios sin el peligro de bombardeos aéreos.

Cómo se ha ayudado hasta ahora

Hasta el momento, se están transfiriendo sistemas de misiles, munición, equipamiento y logística en general a Ucrania a una velocidad nunca vista anteriormente. Hay que tener en cuenta que hablamos de transporte por tierra, puesto que Rusia tiene controladas las costas ucranianas del Mar Negro, y el espacio aéreo también está siendo un campo de batalla, demasiado caliente en estos momentos para usarlo como medio de transporte.

La invasión de Putin ha conseguido que más de 20 países hayan mandado, o vayan a hacerlo, material militar para apoyar a Ucrania, y que algunos de ellos hayan cambiado radicalmente sus políticas de Defensa, como el caso de Alemania, que pasó de prohibir mandar a Kiev material militar fabricado en Alemania a enviar 1000 sistemas anti-tanque y otros 500 sistemas portátiles de defensa antiaérea. O Suecia, que no pertenece a OTAN y suele mantener un rol neutral, y que enviará ayuda militar a Ucrania por primera vez desde 1939.

Por su parte, EE.UU. ha garantizado a Zelensky 1.000 Millones de dólares en armas a lo largo de este año 2022; la Unión Europea acaba de aprobar la cantidad que ya había facilitado en ayuda a Ucrania, 500 millones de euros, lo que significara alrededor de 1.000 millones de euros en material militar y otras necesidades; y, Reino Unido, con alrededor de 120 millones de euros, se ha convertido en el mayor donante a nivel estatal de Europa.

La tolerancia Rusia a la ayuda va a ir bajando

Con alrededor de 4.000 bajas rusas confirmadas (muchas más según Ucrania) la “tolerancia” de Rusia a la ayuda Occidental va a ir bajando, y de hecho Moscú ya ha atacado una base militar donde Ucrania se adiestraba con efectivos OTAN apenas hace un mes, y tan solo a 25 kilómetros de la frontera con Polonia, mandando un mensaje claro a Occidente.

El Kremlin ya ha confirmado que los convoyes con ayuda militar proveniente de Europa y EE.UU. son un objetivo militar legítimo y que no dudaran en atacarlos. Moscú, al tomar más territorio ucraniano, especialmente en el Oeste del país, va a poder controlar más estos envíos logísticos.

En definitiva, la ayuda de los aliados a Ucrania tiene dos objetivos principales: salvar vidas y alargar el conflicto armado lo suficiente para desangrar económica y políticamente al Kremlin, dando una oportunidad a Ucrania, que de otra manera no le quedaría más remedio que convertirse en insurgencia.

Pase lo que pase, cuando todo esto acabe, Rusia comenzará su venganza hibrida en la zona gris contra todo el que se haya puesto en su contra durante esta invasión. Al fin y al cabo, Moscú ha ganado ya su primera batalla demostrando que no tiene miedo al enfrentamiento militar (y nuclear), al contrario de OTAN y UE, que confían en la disuasión y no en la agresión como herramienta para la paz y la estabilidad.