Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Opinión

La batalla decisiva de Putin

Experto en migraciones y analista internacional.

Guardar

Soldado con un rifle de asalto ante la bandera de Ucrania.
Soldado con un rifle de asalto ante la bandera de Ucrania.

El próximo 9 de mayo Rusia celebrara, como cada año, el día de la victoria sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial, y este año seguramente Putin querrá celebrar también en la Plaza Roja de Moscú la victoria (o al menos alguna que se pueda llamar así) sobre los, así llamados por él, “nazis” ucranianos.

Con las fuerzas rusas abandonando el asedio a Kiev y reposicionándose para una ofensiva total contra el Dombass y el sur ucraniano se abre la ventana temporal para la batalla definitiva para Putin.

Después de los fracasos militares del Kremlin en Ucrania, donde esperaban una rápida victoria en cuestión de días con el consiguiente cambio de gobierno a uno títere que les asegurase el poder y la influencia, el objetivo final y único para Putin parece más claro: controlar completamente el Este ucraniano con la región del Dombass, someter al sur del país para crear un corredor en el Mar Negro conectando con Crimea y vender así la gran victoria sobre los ucranianos, además de obtener una mejor moneda de cambio a la hora de sentarse y discutir los términos de un alto el fuego.

El Ejército ruso, Crónica de un desastre

Después del absoluto desastre ruso demostrado en prácticamente todos los ámbitos posibles, desde el logístico pasando por el estratégico, quizás Moscú haya encontrado una solución llevando a cabo una ofensiva total sobre los nuevos objetivos ahora marcados por el Kremlin, y también por qué no, un “desahogo” de esta frustración militar y política cometiendo atrocidades sobre los civiles ucranianos.

El Ejército Rojo es una institución absolutamente respetada en Rusia y de la que la mayoría de ciudadanos de sienten orgullosos. También es una institución con mucho orgullo y amor propio, y si los desastres militares se siguen produciendo en el campo de batalla ucraniano y el presidente se dedica a purgar a sus líderes (como ya ha hecho con la inteligencia rusa), usándolos de cabeza de turco por los nefastos resultados de la invasión, se podría dar la posibilidad de que el propio Ejército Rojo “promoviera” la destitución de Putin.

El fiasco militar ruso en Ucrania confirma, por un lado, que su doctrina de combate ya no funciona (se mantiene muy similar a la de los tiempos de Stalin y orientados a otro tipo de guerras y batallas), y por otro, que el gasto en Defensa de Rusia no se ve reflejado en los resultados militares en Ucrania, y la cuestión es, ¿dónde va a parar el inmenso presupuesto de Defensa ruso? En Moscú ya se están produciendo detenciones por casos de corrupción en el ámbito de Defensa.

 Mayores ejércitos del mundo en 2021. Fuente Global Power a través de Statista.

 Mayores ejércitos del mundo en 2021. Fuente Global Power a través de Statista.

Por otra parte, la moral de las tropas rusas está muy baja y ya vienen muy tocados de las derrotas en Kiev y el norte del país. Oficiales asesinados por sus subordinados, material abandonado y saboteado por los propios militares rusos, unidades enteras que creen a pies juntillas que están de “maniobras militares” en terreno ucraniano, deserciones…

Pero parece que de nuevo la información que reciben los militares rusos de su cúpula política es demasiado optimista, o simplemente falsa. Todo ello acompañado de las humillaciones y pérdidas de vidas en el campo de batalla y la perdida de material gracias en parte a la “rasputitsa” (temporada de barro en los caminos ucranianos que hace casi imposible el tránsito de vehículos), sumado al incremento en los últimos días de la retórica radical contra la identidad y cultura ucraniana, hacen que nos encontremos en un momento muy peligroso de la invasión para los ciudadanos no combatientes de Ucrania.

Tampoco ayudará a la población civil ucraniana la escasa discriminación de los objetivos militares de los civiles en la actual guerra de desgaste que el Kremlin está llevando a cabo en algunas ciudades ucranianas como Mariupol. Es cierto que el combate urbano es quizás el más complejo de acometer para un ejército regular, pero si además de ello tu gobierno te dice que la identidad ucraniana es también el enemigo, la crueldad y la poca observación a los daños colaterales se pueden multiplicar por mil.

Apoyo decisivo de Occidente

Aunque la guerra se podría enquistar durante mucho tiempo en el Este del país, estamos en un momento del conflicto que podría ser decisivo y es muy importante enviar armamento e inteligencia para soportar la batalla por el Dombass y el sur de Ucrania. Pero además de esto, Ucrania, debido a los cambios notables del contexto de la batalla y de los objetivos rusos, tendrá que cambiar algunas tácticas de combate y también el armamento a utilizar en las próximas semanas.

EE.UU., que acaba de confirmar un paquete de ayudas en material militar por 800 millones de dólares e incluiría artillería, helicópteros y blindados, entre otros, también podría proveer a Ucrania con drones MQ-9 Reaper, además de sistemas de armas de larga distancia, y esto sí podría cambiar el curso de la guerra, aunque el tiempo necesario de adiestramiento para estos sistemas sea demasiado largo como para ser aprovechados en las próximas semanas.

 El Tío Sam también va a proveer de más inteligencia militar si cabe a los ucranianos, dándole acceso de esta manera a objetivos rusos en el Oriente ucraniano y Crimea, pero por ahora no se facilitara inteligencia para atacar objetivos en Rusia por miedo a la escalada militar que podría provocar.

Eslovaquia ha aportado sistemas defensivos S-300 y puede aportar aviones de combate Mig-29, Rep. Checa envía tanques… y en definitiva Ucrania está recibiendo muchísimo material militar que podría dar una esperanza para aguantar el envite del gigante ruso, aumentando así las posibilidades de sentarse a negociar con mejor situación para Ucrania y, por otro lado, alargar la agonía militar rusa para crear desestabilización en la cúpula política del Kremlin.

Pero ¿qué ocurriría si el apoyo militar Occidental hace cambiar claramente la balanza de la guerra a favor de Ucrania? Si Ucrania planta batalla, o incluso derrota a Rusia, ¿las posibilidades de guerra entre OTAN y Rusia crecen? El miedo a la escalada militar con Rusia sigue ahí, y OTAN podría estar acercándose, o quizás incluso traspasando, la línea roja marcada por Putin.  

En definitiva, Occidente está multiplicando su ayuda militar y de asesoría a Ucrania contra Rusia y hay quizás un motivo que sobresale de los muchos que existen para hacerlo, OTAN ha olido sangre rusa, y no querría desaprovechar esta oportunidad de derrotar al ejército ruso, que significaría aumentar exponencialmente las posibilidades de sacar a Putin del poder en el Kremlin, pero…

…Rusia No Puede Perder

Visto los resultados de la campaña militar rusa en Ucrania, a Putin le quedan pocas opciones de salir honrosamente de esta situación. Podría aceptar la derrota y retirarse de Ucrania, cosa que no va a ocurrir, por lo que nos deja la menos deseada y más temida por todos, continuar actuando como si estuviera ganando la guerra, sacrificando más de sus soldados y material por el camino, provocar más muerte y destrucción civil en el país invadido e intentar salvar su liderazgo en Rusia. Sea cual sea el resultado, el presidente ruso lo venderá como una gran victoria.

La ventana de oportunidad es única y hay que decidir si resignarse a un futuro conflicto congelado en el Oriente ucraniano por el permanente ¨empate” de los bandos, o hacer una apuesta fuerte y definitiva para conseguir una victoria sobre los invasores y acabar para siempre con el autócrata ruso.

La batalla se espera sea brutal, con la ventaja militar y la lógica castrense del lado ruso, pero contra un ejército ucraniano con la moral muy alta y recibiendo apoyos del resto del mundo, y sobre todo, una determinación a prevalecer que está siendo admirada tanto por sus aliados como por su enemigo. El entrenamiento de los soldados ucranianos con OTAN y colaboraciones en Defensa con otros países han dado resultados y el ejército ucraniano no es el mismo que el del año 2014 cuando Putin invadió Crimea.

Todo apunta a que quedan muchas semanas de conflicto bélico, y quizás muchos años de conflicto congelado, pero el mundo ha puesto sus ojos en la batalla que se presentan en el Este ucraniano temiendo lo peor, pero también esperando un desenlace esperanzador: la retirada militar rusa y la destitución de Putin en el Kremlin.

El escenario cada vez se parece más a la invasión rusa de Afganistan que durante 14 años mantuvieron un conflicto que EE.UU. se encargó de equilibrar gracias al armamento y la financiación a los subordinados de un tal Osama Bin Laden.

En el tablero ucraniano se está jugando algo más que la libertad en Ucrania y Europa, porque China, que está tomando un rol ambiguo en el conflicto, está tomando buena nota de los acontecimientos, y si Ucrania prevalece podría ser que Taiwán también lo hiciera. El “bloque” democrático debe mantenerse  y demostrar que estar unido, porque hoy es Ucrania y mañana podría ser una isla del Pacifico.