Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Opinión

La contraofensiva y las otras tres grandes preocupaciones de Moscú

Experto en migraciones y analista internacional.

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Contraofensiva ucraniana.
Contraofensiva ucraniana.

La esperada contraofensiva ucraniana para recuperar todo el territorio posible ilegalmente anexado por Rusia ha comenzado, pues el presidente Zelensky lo ha confirmado oficialmente.  Aunque la escala a la que se está realizando esta ofensiva militar es desconocida (¿y secreta?), los ataques a posiciones rusas en al menos tres sectores diferentes de Ucrania parecen ser prueba suficiente para constatar sobre el terreno el comienzo de las hostilidades coordinadas contra el invasor ruso.

Pero ¿qué razones, además de las propiamente militares, han empujado a Zelensky y sus aliados occidentales a anunciar esta ofensiva a bombo y platillo? Después de quince exhaustivos y brutales meses de batalla en el mapa ucraniano, esta contraofensiva no solo pretendería recuperar militarmente todo el terreno posible, sino que intentaría también demostrar que las tropas de Zelensky están perfectamente operativas y que mantienen su ambición de batalla y, sobre todo, de victoria.

Esta ofensiva a gran escala podría marcar el momento perfecto en el que el material militar facilitado por Occidente, el entrenamiento y capacitación de las tropas ucranianas por parte de la OTAN, coincidieran en el Oriente del país para dar un golpe de gracia a un conflicto que se encontraba en una fase muy delicada.

Desde luego sea cual sea el resultado de esta acción a gran escala, se va a convertir en el mayor test de la estrategia que Occidente, liderado por los Estados Unidos de América, han estado compartiendo (¿e imponiendo?) con sus aliados de Kiev, y donde veremos el resultado de la “otanizacion” de las tropas ucranianas desde que en 2014 Rusia se anexara ilegalmente la península de Crimea. Eso sí, los soldados ucranianos no dispondrán de la capacidad y superioridad aérea con la que normalmente trabaja la OTAN, lo cual supone una importante desventaja.

Pero si es cierto que se ha producido un adiestramiento de militares ucranianos a gran escala en prácticamente todos los países de la OTAN, especialmente importante ha sido este adiestramiento en Alemania, donde se encuentra una de las escuelas militares más importantes de la OTAN, Oberammergau. Además del adiestramiento a oficiales del ejército de Zelensky, se ha adiestrado a unidades enteras, y más allá, se han adiestrado diferentes unidades completas inter-operando entre ellas, alcanzando así un nivel óptimo de preparación para el combate real.

Las reacciones de Rusia

Desde luego que Putin esperaba que el apoyo a Kiev decayera en algún momento de la contienda y les dejara “trabajar” a su aire en el frente ucraniano. Esto no ha ocurrido por el momento, y si le sumamos que los objetivos principales para el comienzo de las operaciones militares especiales en Ucrania (desnazificación, desmilitarización y neutralidad para Ucrania) no se han cumplido en ningún sentido, nos hace dudar si Putin tiene el control de la situación en la guerra que mantiene sobre Ucrania.

Existen tres motivos recientes para que el Kremlin esté preocupado sobre la situación del conflicto:

  • Luchas internas entre líderes rusos. Como ejemplo más reciente tenemos el caso del fundador y líder del grupo mercenario ruso Wagner Yevgeniy Prigozhin, también sospechoso de pretender el puesto de Putin, y que declaró recientemente que la guerra estaba suponiendo para Rusia un verdadero peligro como nación y que podría estar abocado a una revolución interna, debido entre otras cosas a la falta de resultados en el campo de batalla y la posibilidad de establecer desde Moscú la ley marcial para que todos los ciudadanos rusos se involucren, de una u otra forma, en el conflicto con Ucrania. Prigozhin ha acusado a la elite rica rusa de vivir completamente de espaldas al conflicto y ha llegado a señalar a la hija del mismísimo Ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, de irse de vacaciones a Dubái con su novio, un famoso bloguero de fitness, como ejemplo de frivolidad y desentendimiento de las elites respecto a la guerra y las víctimas de esta situación.
  • Ataques con drones a Moscú. Aunque la autoría de estos ataques no está del todo clara, sí parece que Ucrania manda con estos ataques un mensaje a los ciudadanos rusos: “la invasión a Ucrania puede afectaros en cualquier momento y nadie está a salvo de las hostilidades militares”. La consecuente inquietud de los ciudadanos rusos puede traer futuros problemas a Putin.
  • Incursiones ucranianas en zonas controladas actualmente por Rusia. Aunque se trate de pequeños avances, y a pesar de lo que asegura la propaganda rusa, las tropas ucranianas han ganado pequeñas porciones de terreno en diferentes zonas del país desde que comenzara la oficiosa contraofensiva. Hay que tener en cuenta que esta contraofensiva no durará días o semanas, sino meses, por lo cual los resultados serán más difíciles de ver en el corto plazo.

¿Que ocurrirá después de la contraofensiva?

Dando por seguro que esta va a ser una guerra larga, se requieren planes para la seguridad de Ucrania a largo plazo, y precisamente esto es lo que necesita Kiev para la fase posterior a esta recién comenzada contraofensiva, donde ya podríamos ver, entre otros, los cazas F-16 sobrevolando los cielos ucranianos buscando objetivos terrestres y dando cobertura a las tropas de Zelensky.

Si esta ofensiva militar no obtiene los resultados estratégicos esperados, Occidente no debe cejar en su empeño y ayuda sin fisuras a Kiev, y es que los resultados en el campo de batalla, aunque sean buenos, podrían tardar bastante en convertirse en rédito político.

Unas expectativas demasiado altas en esta ofensiva militar no son desde luego aconsejables puesto que un fracaso, aunque sea solo parcial, podría dar alas a un Moscú que, viendo un descenso en el apoyo de Occidente a Kiev, podría aferrarse al largo plazo para conseguir su ambicionada victoria en Ucrania, simplemente esperando al olvido y/o hartazgo de este conflicto por parte de los aliados de Zelensky y también sacrificando, sin ningún tipo de miramiento, a sus tropas para desangrar poco a poco al enemigo.

Occidente debe salvar esta posibilidad creando un plan de seguridad para Ucrania a largo plazo, evitando así toda expectativa rusa de abandono de los aliados a Kiev.

Rusia, por su parte, no se quedará de brazos cruzados ante la posibilidad de que Ucrania se convierta en una verdadera potencia militar (algo así como un miembro de la OTAN, pero sin serlo) y habrá que estar atentos a sus reacciones a corto y medio plazo.