Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Opinión

España responde a la fragilidad del equilibrio internacional

Experto en migraciones y analista internacional.

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Imagen creada por Inteligencia Artificial.
Imagen creada por Inteligencia Artificial.

Desde comienzos del año 2022 con la invasión de Rusia a Ucrania, y ya bien entrado 2023 con el mortífero ataque terrorista de Hamas en Israel, la inestabilidad geopolítica mundial ha aumentado de manera considerable. Además para este 2024 se suman las tensiones en el Indo-Pacifico entre China y Taiwán/EE.UU, la siempre agresiva Corea del Norte, y la Republica Islámica de Irán, que poco a poco se va involucrando de manera directa en la actual crisis de Oriente Próximo. Todo ello sin olvidarnos del terrorismo de índole yihadista que después de los acontecimientos en Oriente Próximo, podría volver con fuerza a Europa si Hamas consigue su objetivo de demonizar Israel y Occidente.

Todo lo que está ocurriendo y ocurrirá en el mundo no hace sino han resaltar la fragilidad del equilibrio internacional, afectando muy diversos aspectos de nuestra sociedad; desde la economía-empleo hasta la propia seguridad física de los ciudadanos.

Ante esta realidad España responde y el presupuesto de Defensa ha crecido un 116% desde el año 2013 con el objetivo final de llegar al 2% en el año 2029. El capítulo 6 del presupuesto oficial de Defensa se refiere a las inversiones reales y no deja de crecer en los últimos años, pasando de los 3.090 millones en el 2021 hasta los 7.117 millones de euros para el pasado 2023. La tendencia en los próximos años seguirá siendo alcista y en la Estrategia Industrial se prevé que esta partida sea de 9.579 millones en 2024; 12.093 en 2025; 14.368 en 2026; 16.681 en 2027; 19.121 en 2028, y 21.922 millones en 2029. Es decir, un aumento del 208% respecto a la cantidad final estimada para 2023.

Estrategia Industria de Defensa 2023. Fuente Ministerio de Defensa
Estrategia Industria de Defensa 2023. Fuente Ministerio de Defensa.

Todo ello además se materializa con el cumplimiento de nuestros compromisos internacionales con OTAN, Unión Europea y Organización de las Naciones Unidas en las misiones militares en el exterior, y consecuentemente con nuestra creciente Industria de Defensa, que se posiciona poco a poco estratégicamente en el tablero internacional, impulsando su tejido productivo y su capacidad de competir en grandes programas europeos. Aviones de combate y vigilancia, modernas fragatas, submarinos y buques logísticos, sistemas de armas de nueva generación, vehículos de combate… son parte de la larga lista de proyectos en la que está inmersa nuestra industria de defensa, además de los sistemas llamados “duales” o de doble uso, como el desarrollo de la Inteligencia Artificial, tecnologías cuánticas y drones o vehículos pilotados remotamente.

La industria de Defensa no solo contribuye significativamente a la economía española, con una aportación de más de 17,000 millones de euros al PIB y creando más de 100.000 empleos en 2022, sino que también se destaca en inversión en innovación, con 1.367 millones de euros destinados a I+D+I. Las colaboraciones empresariales, como Tess Defence con el VCR 8x8 o el VAC, refuerzan el tejido industrial español y posicionan al país como un competidor sólido en defensa a nivel internacional. La unión de esfuerzos y colaboraciones nacionales, que también internacionales, será el camino más seguro hacia el éxito de esta empresa.

La industria de defensa no solo fortalece la economía y el empleo sino que también fomenta la innovación y el desarrollo de tecnologías duales, aplicables tanto en el ámbito militar como civil. La relación costo-beneficio es notable, y se genera un beneficio de 2.5 veces la inversión realizada. Pero ojo, los retrasos en los programas, lo errores de producción, los sobrecostos sobre los presupuestos inicialmente admitidos, y los abandonos de proyectos son también parte de este juego industrial y tendremos que acostumbrarnos a ellos en una opinión pública, como la española, que querrá resultados positivos e infalibles para este tipo de mega inversiones.

Mirando hacia el futuro próximo, con elecciones en el Parlamento Europeo y en Estados Unidos en 2024, España se enfrenta a un escenario de nuevas expectativas e incertidumbres, pero también de oportunidades para fortalecer su compromiso con la paz, la democracia, y la libertad a través de una industria de defensa robusta y tecnológicamente avanzada. La industria de defensa española se muestra no solo como un pilar económico sino como un agente clave en el mantenimiento de la estabilidad y seguridad nacional e internacional.