Lattre du Plessis.

Opinión

¿Qué ha ocurrido realmente en la frontera de Melilla?

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Inmigrantes subsaharianos amontonados tras los enfrentamientos con la Policía de Marruecos durante un intento de salto de la valla de Melilla.  Europa Press.
Inmigrantes subsaharianos amontonados tras los enfrentamientos con la Policía de Marruecos durante un intento de salto de la valla de Melilla. Europa Press.

“Son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta”. Arrancamos con la famosa frase de Franklin Delano Roosevelt para referirse al dictador nicaragüense Anastasio Somoza, que luego citó el “original” Pablo Iglesias, no su triste versión actual, refiriéndose a Gadafi.

 

Y lo hacemos porque el dilema de Europa (sobre todo España, y ahora mismo de Pedro Sánchez), respecto a los emigrantes subsaharianos es el mismo. Los gobiernos de Marruecos y Argelia, respecto a los emigrantes subsaharianos, “son unos hijos de puta, pero son los hijos de puta de alguien grande”.

De USA y Europa, respecto a Marruecos. Y de Rusia y Europa, respecto a Argelia.  En este caso, Europa –ya sea por alianzas políticas o necesidades de energía- está comprometida, y necesita llevarse bien, porque ambos dos, sobre todo en su aspecto “muro en la frontera”, son sus “hijos de puta”.

Para los que saben lo justo del asunto, solo por medio de noticias de televisión y por los grandes titulares, para concienciar, imaginemos un continente, África y extrapolemos a Europa, donde desde la franja central y hacia el este numerosos países tienen graves problemas de conflictos políticos, militares (guerra civil) o hambrunas.

Lo conocimos en España, entre 1936 y 1939, medio millón de ellos durante y al final de la guerra civil -por ejemplo 2700 alicantinos a Orán en el buque Stanbrook - y millones, más de dos, huyendo del hambre y buscando un mejor futuro en los 30 años siguientes.

Para escapar desde África central y sur-este, del hambre y la guerra hacia Europa hay tres rutas.

La ruta este, hacia Egipto y sobre todo Libia y Túnez (para llegar a Lampedusa y Malta, por mar).

La ruta central, para llegar a Libia-Túnez (hacia Italia) o a Argelia/Marruecos (hacia España) vía Níger; y la ruta de la costa Oeste (Nigeria, Ghana, Costa Marfil, Senegal, Mauritania, Saraha, Marruecos).

Una vez conocidas las rutas, respecto al caso español (pateras, Ceuta, Melilla) debemos ser conscientes de varios elementos fundamentales:

Primero, sangre es dinero: Si no llevas o has pagado un importe medio de 3.000 dólares o euros por persona, mejor no lo intentes, Las famosas mafias, que existen, tan en boca de nuestro Presidente y Ministro Interior (en el Gobierno el Presidente o algún consejero, lanza un mensaje y todos lo repiten como avatares ), trabajan en su mayor parte en complicidad y con acuerdo con las autoridades locales y políticas de cada país.

Varios migrantes se dirigen al Centro Temporal de Inmigrantes (CETI), después de saltar la valla de Melilla, a 24 de junio de 2022, en Melilla. - ANTONIO RUIZ - Europa Press

Varios migrantes se dirigen al Centro Temporal de Inmigrantes (CETI), después de saltar la valla de Melilla, a 24 de junio de 2022, en Melilla. Antonio Ruiz, Europa Press.

Como han demostrado muchísimos reportajes e informes internacionales, hablando con los propios emigrantes:

“Los guardacostas marroquíes son los más implicados en este tráfico porque los días en que no están al servicio aprovechan para tener algunas relaciones con los subsaharianos. Les dicen que son policías que vigilan la orilla del mar y que si hay un grupo de migrantes que está listos para viajar les pueden dar un pasaje a cambio de una suma de dinero”.

La cantidad solicitada por persona oscila entre 1.500 y 3.000 euros. Esto requiere una gran y buena organización, “especialmente por parte de los marroquíes que colaboran con los subsaharianos porque estos marroquíes tienen vehículos 4×4 para transportar a los migrantes, incluido todo el equipo, a la orilla del mar”.

Los Toyotas de Calvo transportan migrantes

Varios de estos reportajes y testimonios son tremendamente crueles con el Gobierno de Pedro Sánchez, ya que cuentan como muchos de estos traslados se producen en 4x4 Toyotas, suministrados a las autoridades marroquíes por el Gobierno español y a través de departamentos de la ex vicepresidenta Calvo.

España gastó 8.651.500 millones de euros (IVA incluido) en la compra de 130 todoterrenos con rejillas protectoras, aire acondicionado, garantía y manual de instrucciones en francés, entre otras características, para la Policía de Marruecos. La compra se realizó con cargo a fondos europeos a través de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración Políticas Públicas (FIIAP), institución pública que se dedica a la cooperación internacional y que cuenta con la vicepresidenta Carmen Calvo como presidenta de su Patronato.

Esta compra, provocó la indignación –oportunamente callada- de los policías y guardia civiles de Ceuta y Melilla, que escasos de medios deben impedir la entrada en Ceuta y Melilla de aquellos compañeros cómplices marroquíes que les acercan en vehículos con aire acondicionado pagados por España.

Segundo. Los hubs de recepción / distribución ilegales.

La expresión inglesa “hub”, a nivel transporte se suele utilizar para definir los centros de operaciones (en inglés hub) en aeropuertos que una aerolínea usa como base para cubrir sus destinos. Es decir, una especie de “reúno y reparto”.

Las mafias a las que alude el gobierno actúan igual, hay enormes “hubs” ilegales, en ciudades y zonas cercanas de centros como Jartum, Al Kufra, Arlit, Dirkou y, sobre todo, Agadez /Níger y Tamanrasset /Argelia.

Estos vienen a ser como el Aeropuerto Internacional de Dubai o el de Barajas en España en cuanto a interconexión de trafico ilegales personas se refiere.

Tamanrasset, equidistante a la frontera con Mali y Níger, alberga la VI Región Militar argelina, y cuenta con un importante aeropuerto mixto, desde el que la aviación controla el sur del país. En esta ciudad se encuentra el centro operativo militar conjunto, integrado por Mauritania, Mali, Níger y Argelia, en la lucha contra Al-Qaida en el Sahel.

Este operativo se creó bajo la presión occidental. Tamanrasset está a 2.800 kilómetros de Argel, casi cuatro veces la distancia entre el Cantábrico y Gibraltar, con lo que ello implica de política, poderes locales y equilibrio con el poder central (Argel), donde el poder real se divide entre los militares seguidores de Saïd Chengriha (Jefe Estado Mayor) y el Presidente Tebboune. Europa y España conocen de sobra lo que se “cuece” en Tamanrasset, y tanto Europol como las agencias policiales de cada país, saben cómo resolverlo. Pero más vale no entrar en los intereses argelinos.

Antes, desde Agadez /Nigeria, podías elegir entre la ruta central Tamanrasset /Argelia o hacia Libia por Sheba. Ahora, principalmente se dirigen hacia Tamanrasset.

Tercero. Marruecos acusa A Argelia; Argelia acusa a Marruecos; Sánchez: “los malos son las mafias”. ¿Quién dice la verdad?

 Todos dicen la verdad y todos mienten.

A España le presionan tres flujos de inmigrantes ilegales.

Por mar. Pateras “desde la costas sahariana, marroquí y argelina. Desde la costa atlántica salen marroquíes, saharauis y subsaharianos. De Tarfaya y Guelmin, Tan Tan , etc. parten embarcaciones con marroquíes y saharauis, mientras que del litoral de El Aiún y Bojador salen saharauis y subsaharianos. Lo más peligroso es coger el mar desde Dakhla, donde se registran numerosos naufragios por las corrientes de agua” (El Español).

Por la frontera de Ceuta. Cerca de Ceuta hay pocos campamentos de emigrantes subsaharianos, fundamentalmente se reparten por las ciudades y poblaciones cercanas, trabajando y mal viviendo hasta que surge su oportunidad.

Y por la frontera de Melilla. La opción que nos ocupa ahora. Veintitrés personas fallecidas, según Marruecos; más de cuarenta según Argelia. Principalmente sudaneses. 4.000 kilómetros desde Sudan a Melilla; muchos por la ruta Chad, Libia, Argelia y Marruecos.

¿Qué ocurre al llegar a Argelia? Según llegues con mafia o sin mafia, y tras miles de kilómetros por el desierto y rutas sin ayuda –donde un simple fallo en el motor puede significar la muerte-, puedes intentar llegar a España desde la costa argelina (los menos hasta ahora, ya que según el “cabreo” argelino con España esa presencia en las playas puede ser menor y por tanto los intentos mayores).

O puedes intentar cruzar la frontera de Argelia con Marruecos.

En el reciente asalto de la frontera de Melilla, los marroquíes acusan a los argelinos:

“Marruecos acusa a Argelia de permitir entrar a los migrantes ‘extremadamente violentos’ que asaltaron Melilla. Marruecos asegura que los migrantes iban armados y tenían ‘una estructura jerárquica de líderes aguerridos y entrenados con perfiles de milicianos experimentados en zonas de conflicto’. Albares pide no responsabilizar a Argelia. Sánchez se alinea con Rabat: los ‘asaltantes’ eran violentos y llevaban "hachas y cuchillos".

Y es mitad verdad y mitad falso.

Desde la ruptura de “buena vecindad” de Argelia con Marruecos, la presencia de policía y militares argelinos en el control de fronteras es bastante más laxa.

A pesar de los conflictos políticos y militares entre Marruecos y Argelia, en la zona de Tremecén /Argelia hacia Oujda /Marruecos, trabajan de maravilla y en perfecta colaboración, los que dan y los que reciben sobres.

Lo sabe Marruecos, lo sabe Argelia, y lo sabe el gobierno español. Nos lo ocultan a los demás, pero no olvidemos que cada emigrante ilegal que llega a España es una historia, un relato, y al final, todo se sabe.

Por otro lado, los argelinos acusan a los marroquíes:

“El Gobierno argelino responde con contundencia a las acusaciones de Marruecos por el asalto masivo a la valla fronteriza de Melilla. Desde Argel aseguran que su vecino norteafricano ha ‘tirado la piedra a traición al vecino’ al querer culparles por una crisis en la que han muerto decenas de migrantes.

Así, según el enviado especial del Gobierno argelino para el Sáhara Occidental y los países del Magreb, Amar Belani, los subsaharianos cayeron en una ‘emboscada’ y fueron ‘ferozmente reprimidos por la fuerzas de seguridad’ en una ‘salvaje represión’ y una ‘carnicería’, según declaraciones recogidas por el portal de noticias argelino TSA”

También es mitad falso, mitad cierto.

Melilla está en el RIF (la costa en rifeño). La mayor parte de sus habitantes se consideran rifeños y no marroquíes, lo que el gobierno y la policía llama Blad es-Siba’ o zona rebelde.

Y donde se considera casi una traición pertenecer al ejército o la policía. Eso implica que las fuerzas marroquíes que participaron en los sucesos del 25-06 en Melilla no son precisamente la democrática policía europea, con actitudes hacia sus propios compatriotas casi de ejército de ocupación. Imaginemos con los sudaneses, o los saharauis si se sale Marruecos con la suya.

Según los propios vecinos de la zona, todo empieza con la iniciativa de la gendarmería marroquí de desmontar los campamentos de la zona y detener o expulsar a sus ocupantes. Se produjo una serie de columnas y concentración hacia Melilla, con dureza extrema por parte de los marroquíes.

La presión en los montes cercanos comenzó al principio de semana, mientras que el inició del asalto fue el viernes a las 6 de la mañana.

Desgraciadamente, y por muchas comisiones que se hagan, esto no acaba aquí. Argelia ha aprendido de Marruecos el factor de la presión migratoria, y relajado enormemente su disciplina en fronteras, por lo que la mayor parte de los que se dirigían a Libia y Túnez ahora se dirigen hacia Marruecos.

Y ahora, un nombre que recordamos de sobra, Monte Arruit. Desde Monte Arruit (donde los rifeños asesinaron a 3.000 soldados españoles que habían pactado rendirse) a los altos del Gurugu, por montes y aldeas del Rif, van llegando cientos, miles de subsaharianos, unos en grupos, otros traídos por las mafias, que se van concentrando en esa zona.

Tanto Argelia como Marruecos son conscientes de la debilidad española (sobre todo del gobierno Sánchez) respecto a la opinión publica y publicada. Y cada uno, a nivel gobierno –política- o a nivel local – sobornos- juega sus bazas.

Nuestro gobierno lo sabe, y puede intentar el “mal menor”, más no. Porque ya se sabe. “Son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta”.

Casualmente en mi próximo artículo veremos cómo coinciden la ruta atlántica y la argelina de la emigración subsahariana con los trazados de los futuros gaseoductos.

Sangre, sudor y gas. Mucho gas.