Pilar Rangel

Opinión

Reunión Alto Nivel entre España y Marruecos

Experta en Terrorismo Internacional y en la lucha contra Daesh.

Guardar

Banderas de Marruecos y España
Banderas de Marruecos y España

El Ministro de Asuntos Exteriores español, José María Albares, anunció que la RAN con Marruecos se llevaría a cabo a últimos de enero o principios de febrero con Marruecos. Sin embargo, habrá que esperar a ver si finalmente se produce tras los últimos intentos fallidos después de siete años sin celebrarse y de que Marruecos la haya pospuesto hasta en tres ocasiones. A fecha de hoy, Madrid sigue pendiente de que Rabat concrete la agenda de la RAN.

Hay que recordar que en marzo de 2022 el Gobierno español respaldó el plan marroquí para el Sáhara, definiéndolo como la propuesta "más seria, creíble y realista" para solucionar el conflicto. Pero, a pesar de ello y de que haya pasado casi un año desde entonces, la RAN entre ambos países aún no se ha celebrado.

Se espera que durante la próxima reunión se debatan diversos asuntos, como la apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla, el tema de la inmigración o el comercio entre ambos países.

En relación con el tema de la inmigración, mientras que el Ministro de Asuntos Exteriores español asegura que en el último año ha descendido un 30%, el Ministerio de Interior afirma que los asaltos a la valla han aumentado un 27% siendo este un tema en el que Marruecos prometió involucrarse después del reconocimiento implícito de España del plan de Soberanía marroquí para el Sahara.

El Acuerdo entre España y Marruecos sobre el reconocimiento implícito de una autonomía marroquí para el Sahara es vinculante para ambos países, pero que no incide en lo que establece el Derecho Internacional sobre el Derecho a la Libre Autodeterminación de los Pueblos ni tampoco en las Resoluciones de NNUU sobre el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Y en esta línea hay que recordar que dos Estados no pueden despojar sus derechos a un tercero que además es reconocido por Naciones Unidas.

Según el Acuerdo, Rabat se compromete a respetar la "integridad territorial" de España, lo que aleja la reclamación de que Ceuta, Melilla y las Islas Canarias son territorios marroquíes. Esto ha sido unas de las condiciones que ha puesto el Gobierno español para ceder y dar su apoyo al plan autonomista de Marruecos para el Sahara Occidental.

No obstante, en el pasado hemos visto declaraciones de Othmani diciendo que "Llegará el día en que se reabrirá el asunto de Ceuta y Melilla, territorios marroquíes como el Sáhara". Y la reivindicación de Ceuta y Melilla también es una causa nacional para Mohamed VI.

Parece improbable que a corto plazo Marruecos invada Ceuta y Melilla, pero a largo plazo sí podría ocuparlo en cualquier momento, como hizo en el Sahara o como Rusia ha hecho con Ucrania, lo que nos llevaría a una confrontación armada en defensa de nuestras comunidades autónomas.

Todo ello muestra como el Gobierno de Pedro Sánchez ha preferido afianzar sus lazos con Marruecos frente a Argelia y, además, hacerle entrega de numerosas ayudas y subvenciones para frenar la inmigración irregular y controlar las fronteras. Esto ha sido realmente un cambio en la política exterior española tanto en lo relativo a Argelia como en las ayudas a la inmigración irregular de las cuales eran beneficiarios principalmente países como Senegal y Mauritania, naciones de origen y tránsito de la inmigración.

Marruecos siempre pide más a España y en esto se asemeja mucho a la idea imperialista de Putin de querer restablecer las fronteras históricas reclamando la marroquinidad de Ceuta, Melilla y las Islas Canarias, que siempre ha considerado territorios ocupados. Es por ello que no sería de extrañar la petición por parte de Marruecos de la cosoberanía para Ceuta y Melilla una vez anexionado el Sahara Occidental.

Y es que después de que España aceptase el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental, Marruecos ha continuado sus reivindicaciones sobre los territorios españoles en el continente africano. Ahora, Rabat se centra en las aguas jurisdiccionales de España y en el modelo de vecindad con Ceuta y Melilla.

Por otra parte, el apoyo de Pedro Sánchez al plan de autonomía marroquí para el Sahara Occidental no solo quebró la neutralidad de España en este conflicto, sino que provocó el enfado de Argelia, que rompió sus relaciones con nuestro país. Mientras Sánchez permanezca al frente del Gobierno y no haya un cambio de posición respecto al Sahara Occidental, las relaciones comerciales entre Argel y Madrid seguirán paralizadas. Muchas empresas españolas se han visto gravemente afectadas, ya que no tienen acceso al mercado argelino desde el pasado mes de junio. Además, esto ha generado el enfado de españoles y argelinos por posicionarse a favor de Marruecos en un contencioso donde durante años la postura de España ha sido neutral, como debería seguir siendo como antigua potencia colonizadora.

Por ello, la aplazada RAN con Marruecos sería una buena ocasión para que España se muestre firme con Marruecos en relación con todos estos temas. España debería volver a su posición de neutralidad en el tema del Sahara Occidental y exigir el reconocimiento por parte de Marruecos de la legítima soberanía de España en Ceuta, Melilla y el resto de los islotes, y la definitiva renuncia de Marruecos a sus pretensiones en estas zonas así como de las Islas Canarias.

Sin embargo, desde el ámbito de Información se asegura que es poco probable que esta reunión se produzca con este Gobierno por distintos motivos: por la ausencia del Rey de España en la política exterior, por las diferencias de Marruecos con algunos ministros españoles, por la cercanía de las elecciones, por la situación con Argelia y por el tema del Sahara como trasfondo.