Pilar Rangel

Opinión

Argelia, objetivo prioritario para España y para la UE

Experta en Terrorismo Internacional y en la lucha contra Daesh.

Guardar

España y Europa deben fortalecer sus relaciones con Argelia.
España y Europa deben fortalecer sus relaciones con Argelia.

Es necesario un Acuerdo entre España y Argelia y también con la Unión Europea dado que en el asunto del gas se convierte en punto de disputa entre países europeos. Italia ha aumentado las importaciones de gas argelino en un 20% para contrarrestar el posible cierre del gaseoducto ruso.

Esto, unido a la amenaza de Catar de suspender el suministro de gas natural a la Unión Europea si las autoridades belgas implican formalmente al emirato en su investigación de corrupción en curso en el Parlamento Europeo por el QatarGate, hacen necesario un acercamiento mayor a Argelia dado que Catar es la tercera reserva de gas natural más extensa del mundo.

Igualmente, Argelia, Niger y Nigeria firmaron un acuerdo para terminar la construcción del gaseoducto transahariano que conecta los puntos de bombeo de gas existentes en el delta del Niger (Nigeria) con los campos de Hassi-Masud (Argelia), aumentando la capacidad de suministro en unos 46000 millones de metros cúbicos por año.

Muchos medios de prensa en España han estado criticando y calificando a Argelia como un suministrador inestable, cuando los datos y la historia demuestran lo contrario. Algo similar pasaba con los marroquíes hasta que Argelia no renovó el contrato.

Las energías, y muy especialmente el gas, se están convirtiendo en armas de influencia política, y está pasando tanto con los exportadores como los importadores y siempre recordando no caer en un desabastecimiento duro, que es lo que se está usando como arma de cambio.

El gas se convierte en arma de guerra dada la necesidad de los países de la Unión Europea de su distribución y abastecimiento y, como arma de doble filo, para dar o rechazar según los intereses de cada país. Nunca la seguridad, la energía y la economía han estado tan estrechamente interrelacionadas como en el caso de la seguridad energética y su abastecimiento.

Lo que es evidente es que la Unión Europea necesita una estrategia a corto plazo en el ámbito energético -especialmente una estrategia común de compra del gas- ante la incapacidad de los últimos meses de los 27 de llegar a un Acuerdo energético que, en última instancia, sufren los ciudadanos.

Es hora de que Europa deje de mirar al este y empiece a mirar al sur, que tiene una producción sustancial de gas natural, reservas y nuevos descubrimientos en proceso de ser aprovechados. Argelia es un importante productor de gas con importantes reservas sin explotar y ya está conectada a España con varios gasoductos submarinos. Alemania y la UE están trabajando para ampliar la capacidad de gasoductos que conectan España con Francia, desde donde podría fluir más gas argelino a Alemania y otros lugares.

Los campos de gas libios están conectados por gasoducto a Italia. Tanto en Argelia como en Libia, Europa debería ayudar urgentemente a aprovechar nuevos campos y aumentar la producción de gas. Los nuevos gasoductos en discusión actualmente se centran en el Proyecto del Gasoducto del Mediterráneo Oriental, que llevaría gas de los campos de gas en alta mar de Israel a Europa.

Igualmente, en el ámbito económico han pasado seis meses desde que los empresarios españoles están esperando se reactiven las relaciones con Argelia, que no parece que cambien de estado dado el giro dado por España en su postura sobre el Sahara Occidental. Mientras, las pérdidas económicas son grandes y no parece que por parte del gobierno se vaya a hacer nada, por lo que las relaciones solo volverían a activarse con la presión de la Unión Europea o en caso de un nuevo giro en el caso de España.

En al ámbito militar, Argelia sigue comprando la mayor parte de su arsenal militar a Rusia, pero la mayor parte de las empresas internacionales que operan en el campo de los hidrocarburos en Argelia son empresas occidentales, desde Exxon movil, PB, ENI o Repsol.

El problema que tiene Argelia con occidente es que, durante la guerra de los noventa del siglo pasado, todos los países occidentales le cerraron la puerta y no la apoyaron para luchar contra el terrorismo. Sin embargo, después del fatídico suceso de las torres gemelas, el primer país que pidió ayuda a EE.UU. para luchar contra el terrorismo por su experiencia fue Argelia; desde aquel entonces hasta nuestros días cambió la dinámica de sus relaciones hasta el punto de que ya USA vende aviones militares, especialmente de carga, a Argelia (los últimos fueron 4 aviones de carga c-130j super hércules).

España y Europa deben fortalecer sus relaciones con Argelia y no deben permitir que la escalada vaya a más entre Argelia y Marruecos porque no se puede permitir tener un Magreb desestabilizado, ya que unido a todo lo que está ocurriendo en el Sahel se convertiría en un polvorín a las puertas de Europa. Argelia está llamado a convertirse en la punta de lanza en la lucha contra el terrorismo yihadista en el Sahel.

España no puede permanecer indiferente a los distintos escenarios ante los que nos podemos encontrar en un futuro próximo, ya que el Magreb es una zona de interés prioritario para nuestra seguridad nacional. Cada nuevo movimiento que se produce en uno de estos países del Magreb debería haber sido previsto con anterioridad por España y su posible respuesta. Si no actuamos de una forma preventiva los resultados pueden ser perjudiciales para España y ser aprovechados por otros actores internacionales.

Es hora de que Europa establezca una geoestrategia económica en relación con las distintas fuentes energéticas de abastecimiento para que no tengamos problemas como los que padecemos actualmente.

Europa debe apoyarse en África y África en Europa; ese debe ser el nuevo camino a seguir y pasa por Argelia.