Ramón C. Riva.

Opinión

Trump comete un posible delito al alentar a Moscú a atacar a países de la OTAN, pero tiene razón

Ex militar y experto en Seguridad.

Guardar

El ex presidente Donald J. Trump.
El ex presidente Donald J. Trump.

El expresidente estadounidense Donal Trump, y más que seguro candidato republicano para las próximas elecciones, ha animado a Putin a que haga “lo que quiera” con los aliados de la OTAN morosos.

Joe Biden, actual inquilino de la Casa Blanca, ha calificado por su parte de desquiciadas y atroces estas declaraciones sobre el Viejo Continente: “se gastan el dinero en su internacionalismo, pacifismo, feminismo y demás ismos… pero cuando vienen mal dadas, es Estados Unidos quien tiene que poner su dinero, sus soldados y sus muertos para defender a Europa. Al final, la propia debilidad moral Europa le hace conformarse con el buenismo. En muchos países europeos, ser militar es una deshonra con inclinaciones fascistas”.

Quizás se nos haya olvidado, pero ya en julio 2018, el entonces presidente de EE.UU., Donald Trump, calificaba de "morosos" a los países de la OTAN que no destinan el 2% de su PIB al gasto en Defensa. Además planteaba que los miembros de la alianza eleven el gasto militar hasta el 4% de sus respectivos PIB, frente al 2% acordado en la cumbre de Gales de 2014.

En aquellos momentos, un moroso muy moroso, era en España el gobierno de Mariano Rajoy, con un gasto de 8.000 millones euros, que suponía un 2,3% de los presupuestos generales y un 0,92% del PIB. Ni la mitad de lo que pedía (de inicio) Trump.

Recordemos sus declaraciones: "Son morosos en lo que a mí respecta porque Estados Unidos ha tenido que pagar por ellos", comentaba durante un desayuno con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes de la reunión lideres OTAN, criticando sobre todo a Alemania: "Muy triste que Alemania haga un acuerdo masivo de gas y petróleo con Rusia, mientras se supone que Estados Unidos debe proteger a sus aliados frente a Moscú”.

"Alemania paga miles y miles de millones de dólares al año a Rusia", criticó Trump, quien calificó la situación de "muy inadecuada" y dijo lamentar que el excanciller alemán Gerhard Schröder presida el gasoducto Nord Stream 2, a cargo de la gasista estatal rusa Gazprom.

En esa reunión de la OTAN, la primera a la que asistió Pedro Sánchez, presidente desde junio, este pidió que la aportación de cada aliado a la OTAN no se mida sólo por el porcentaje de su PIB destinado a defensa, pues consideró que todos deben ser "justos" y tener en cuenta entre otras variables la participación en misiones internacionales.

Aunque sea muy duro expresarlo de esta manera, España siempre ha compensado con el esfuerzo (salarios) y sangre (misiones) de sus militares su escaso (tercero por la cola) presupuesto militar.

Los países OTAN tienen 3 compromisos:

  1. Que cada país aporte el 2% de su PIB para gastos de defensa. De momento sólo Grecia, Estados Unidos, Lituania, Polonia, Reino Unido, Estonia y Letonia cumplen ese compromiso fijado en 2014, como meta para 2024
  2. Destinar más de un 20% de todo el gasto en defensa a equipamiento militar.  Gracias a la inferior participación de la partida de salarios, que la media OTAN, España sí cumple con el segundo compromiso financiero de la OTAN, destinando casi el 30% de sus presupuestos a su equipamiento.
  3. España cumple también con el criterio de estar presente en todas las misiones de la OTAN, con la única excepción de Kosovo por motivos diplomáticos, ya que el Estado español no reconoce la soberanía de ese territorio.  Aquí España es un líder, debe ser que la sangre impacta menos que los presupuestos. Cada vez que un presidente del Gobierno (véase José Luis Rodríguez Zapatero con Estados Unidos) la pifia en política exterior, ahí están nuestras tropas para enviarlas y quedar bien. Desde el comienzo de las misiones humanitarias y de paz en 1985, 179 soldados han fallecido en el desarrollo de su trabajo en el exterior de España, por diversas causas y en diversos escenarios. De ellos 170 pertenecían al Ejército de España y 9 a la Guardia Civil.

Desde el compromiso de la cumbre de Gales en 2014, alcanzar el 2% PIB en 2024, y con la invasión de Ucrania por Rusia de por medio (24-02-2022), la realidad es que faltando 10 meses para finalizar 2024 solo siete de los 30 países aliados que conforman la OTAN cumplieron en 2022 el objetivo de gasto militar establecido por la Alianza Atlántica; Grecia, Estados Unidos, Lituania, Polonia, Reino Unido, Estonia y Letonia cumplen ese compromiso.

De momento, Trump es solo un exmandatario y favorito para quedarse con la candidatura del Partido Republicano de cara a las elecciones presidenciales del próximo noviembre. Si bien el ex mandatario norteamericano ya lanzó esas acusaciones durante su pasada Administración, esta vez elevó la advertencia cuando aseguró que no solo no permitiría que su país defienda a países en deuda, que no deja de ser una bravata por la firma y compromisos de EE.UU. al firmar el pacto OTAN, sino que alentaría a Moscú a atacarlos, lo cual no deja de ser un delito de complicidad (la acción de incitar o ayudar a una persona a cometer un delito. Un cómplice es alguien que ayuda o alienta a un delincuente a cometer un delito) no solo en España (articulo 18 del Código Penal) sino también en Estados Unidos (por lo general se puede acusar del delito de complicidad o encubrimiento a cualquiera que ayude en la comisión de un delito, aunque la distinción legal puede variar de estado a estado. Una persona acusada de complicidad o encubrimiento por lo general no está presente durante la comisión del delito, pero tiene conocimiento del delito antes o después del hecho, y colabora con él a través de consejos, acciones o apoyo financiero. Dependiendo del grado de participación, su responsabilidad puede llegar a calificarse de asociación ilícita para delinquir).

En resumen, si contamos con que Trump tiene razón y solo siete de 30 países han cumplido su compromiso, adquirido en 2014, poniendo en riesgo a los demás, y a esto le sumamos su manera de expresarlo podemos concluir que Trump no deja de ser un posible delincuente, que además tiene razón.