Opinión

¿Venganza de Argelia?

Experta en Terrorismo Internacional y en la lucha contra Daesh.

Hemos visto cómo en los últimos meses se ha ido deteriorando la relación de España con Argelia después de que España reconociera la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental como “la base más seria, creíble y realista” para resolver el conflicto.

Así y después de seis meses, Argelia continua con la retirada de su embajador en Madrid y la relación se ha ido debilitando día a día entre las amenazas del corte de suministro de gas, la no repatriación de ciudadanos argelinos en situación irregular, la subida del precio de gas, la falta de cooperación en la lucha contra el terrorismo, la suspensión del Tratado de Amistad y el boicot comercial unido a la avalancha de inmigrantes que llegan a nuestras costas procedentes de Argelia.

En lo referente al gas, España ha tenido que comprar en los últimos meses a EEUU y Rusia ante la negativa de Argelia, que sí ha vendido a otros países como Francia o Italia.

La estrategia del gas supone para Argelia una forma de convertirse en una potencia en materia energética con el fin de presionar a la Unión Europea, tal y como lo hace Rusia, y de hacer frente al papel hegemónico de Marruecos en África.

En el ámbito de Inteligencia, en Argelia hay que recordar que se han llevado a cabo en menos de dos meses diversos cambios. El último es el nombramiento de Djebbar M’henna como nuevo director general de Documentación y Seguridad Exterior. Igualmente, el servicio de inteligencia en el exterior ha cambiado cinco veces de director en apenas tres años con todas las consecuencias que implica.

En relación con el conflicto del Sahara, el Frente Polisario es consciente de que no tiene mucho apoyo en el ámbito internacional, por lo que exige el cumplimiento de la legalidad internacional y de las Resoluciones de Naciones Unidas que reconocen el derecho de autodeterminación de pueblo saharaui.

Mientras Argelia exige negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario para resolver el conflicto, el Frente Polisario exige un referéndum de autodeterminación bajo los auspicios de la ONU, que fue planeado cuando se firmó un alto el fuego en 1991 pero nunca llegó a materializarse por los distintos problemas acaecidos como la dificultad del censo.

Lo que es indudable es que España tiene unas responsabilidades históricas y jurídicas con el Sahara Occidental y que debe terminar el proceso descolonizador que no concluyó en su día cumpliendo con lo que establece la legalidad internacional

Sin embargo, la situación actual del Sahara occidental es que el 80% del territorio está controlado por Marruecos y el 20% por el Frente Polisario bajo el paraguas de Argelia.

En el ámbito del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Marruecos lleva como valedor a EE. UU. y Argelia a Rusia en este conflicto donde se ha abstenido en las ultimas votaciones alegando que la propuesta estadounidense distaba de lo que debía ser la solución al conflicto del Sahara Occidental.

En cuanto a la posibilidad de conflicto militar entre ambos países, entre Marruecos y Argelia, el riesgo es bajo, porque ninguna de las partes lo quiere, pero no debe subestimarse tampoco.

Hay que recordar que Rusia es el principal suministrador de armas a Argelia, por lo que no sería descartable que este lo hiciera al Frente Polisario para no permitir una victoria de Marruecos.

Igualmente, en el ámbito militar hemos visto como Argelia ha participado en los ejercicios militares de Vostok, que han tenido lugar en Rusia, y como Rusia participará en las maniobras antiterroristas programadas por Argelia para noviembre de 2022 en el sector militar 3, a 50 kilómetros de Marruecos.

Todo ello parece indicar que Argelia se decanta por su relación con Rusia como lo ha venido haciendo hace años y a la vez pretende mantenerse como pais a caballo entre Oriente y Occidente.

Rusia, por su parte, centra sus objetivos en el Flanco Sur como maniobra para desestabilizar a Europa, teniendo como socio estratégico a Argelia y posicionando un nuevo colonialismo después de la salida de Francia de países como Mali y Republica Centroafricana, en los que está ocupando su lugar.  Esto cambia por completo el panorama de seguridad en el continente africano, donde entran nuevos actores que se posiciones en distintos sectores como Rusia, China, Turquía o Irán.

Mientras, la UE se considera a Argelia, en palabras del presidente del Consejo Europeo, un socio "leal" y "fiable" en el ámbito energético.

China por su parte cada día tiene más poder en África. La influencia que China ejerce sobre el continente africano no se puede enfatizar lo suficiente. Hace apenas dos años, Estados Unidos era considerado el aliado número uno de África. Hoy en día no solo ha sido destronado, sino superado por su rival global número uno.

Observamos cómo en los últimos años la influencia occidental se pierde en África en beneficio de países como Rusia o China que han desbancado al gigante americano y a Francia principalmente por medio de las guerras de influencia donde la narrativa china, rusa o turca ejerce su mayor influencia.

En este contexto y dentro del Magreb, Argelia es socio de Rusia, de China y de Turquía y principal pais de entrada de estos países al continente africano donde día a día extienden su influencia y su poder.