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Cae un grupo criminal dedicado a robar relojes de lujo en el centro de Madrid

La Policía Nacional ha detenido a los cuatro miembros de la banda, que han ingresado en prisión imputados por diez robos con violencia.

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Agentes de la Policía Nacional durante la detención de uno de los integrantes del grupo criminal dedicado al robo de relojes de alta gama en barrios del centro de Madrid
Agentes de la Policía Nacional durante la detención de uno de los integrantes del grupo criminal dedicado al robo de relojes de alta gama en barrios del centro de Madrid

Un grupo criminal dedicado al robo de relojes de alta gama en barrios del centro de Madrid ha sido desarticulado por la Policía Nacional, según ha informado el propio cuerpo a través de un comunicado emitido este mismo martes.

De acuerdo a su información, la operación se ha saldado con la detención de los cuatro integrantes de esta organización, quienes han ingresado en prisión tras pasar a disposición judicial y están imputados por los delitos de pertenencia a un grupo de violencia y diez robos con violencia, los cuales han sido esclarecidos. En estos asaltos –ocho cometidos en el distrito madrileño de Salamanca, uno en Retiro y otro en Chamartín– sustrajeron relojes por valor de cerca de 500.000 euros utilizando un arma de fuego para intimidar a sus víctimas y que no opusieran resistencia. Los agentes de la Policía Nacional también han llevado a cabo tres registros en los que se han recuperado seis relojes de lujo, dinero en efectivo, ropa y complementos utilizados en los ilícitos, así como la motocicleta.

Simulaban ser repartidores de comida a domicilio y estaban perfectamente organizados

La investigación sobre este grupo criminal se puso en marcha el pasado mes de agosto a raíz de varias denuncias en las que los afectados manifestaron haber sido víctimas de robos con violencia bajo el mismo procedimiento, señala la Policía Nacional antes de explicar cuál era su modo de operar.

Actuaban a cualquier hora del día en las proximidades de hoteles y restaurantes de alto prestigio, donde realizaban tareas de vigilancia para localizar a sus potenciales víctimas, personas que portasen relojes de marcas de alta gama, pudiendo tener un precio en el mercado que oscila entre los 40.000 y los 100.000 euros.

Para pasar desapercibidos, simulaban ser repartidores de comida a domicilio y, una vez que detectaban a sus víctimas, las seguían a pie, en moto –en ocasiones robadas– o en bicicleta, y avisaban a otros componentes del grupo para que perpetrasen el robo a punta de pistola, huyendo inmediatamente del lugar con el botín. La Policía Nacional también destaca que los integrantes de este grupo criminal estaban perfectamente organizados, con un claro reparto de tareas y sin tener ningún reparo en emplear la violencia en caso de no conseguir su objetivo.