Muy cerca de cumplir los dos años de conflicto ruso-ucraniano, las consecuencias del enquistamiento del conflicto por un lado, y la amenaza de un ataque sorpresa ruso hacia los países del báltico (sea ésta realidad o exageración) se producen noticias como que, además de las permanentes y crecientes compras de lotes de armas y aumento de personal militar en esta región, se van a construir una serie de 600 búnkeres a lo largo de las fronteras de Estonia, Letonia y Lituania para reforzar el flanco este de la OTAN y ofrecer una línea defensiva para evitar o dificultar la movilidad, destinada a prevenir cualquier ofensiva "rápida y de gran alcance" lanzada por Rusia.
El acuerdo al que han llegado los tres países bálticos en enero se ajusta a los nuevos planes de defensa regional de la OTAN. Este proyecto de instalaciones anti-movilidad está estimado en 60 millones de euros y la construcción del primer búnker comenzará en 2025.
Los países bálticos ya están en el ciclo de planificación, desarrollo y otras pruebas para los futuros búnkeres, afirmó Susan Lilleväli, Subsecretaria de Preparación para la Defensa de Estonia, durante una conferencia de prensa, donde también dijo que "Hemos valorado diferentes estimaciones sobre qué tiempo necesita Rusia puede reconstruir su ejército, y en base a ello tenemos que trabajar. Hemos llegado a la conclusión de que el momento es ahora."
La advertencia de Lilleväli llega tras la afirmación de Kaja Kallas, primera ministra de Estonia, de que la OTAN tiene alrededor de tres a cinco años para prepararse para una guerra con Rusia.
Se espera que los nuevos búnkeres tengan unos 35 metros cuadrados reforzados para resistir ataques de artillería y puedan albergar hasta 10 soldados. Las áreas de almacenamiento están destinadas a estar llenas de municiones no explosivas.
"No estamos acumulando explosivos en tiempos de paz, pero municiones y explosivos estarían pre-almacenados lo suficientemente cerca de la línea defensiva", dijo Lilleväli.
Los siguientes pasos de planificación y desarrollo incluyen la construcción de algunos prototipos de búnkeres destinados a pruebas este año 2024 y se decidirá sobre las ubicaciones exactas para la construcción de estos edificios.
Kaido Tiitus, asesor del Subsecretario de Preparación para la Defensa de Estonia, afirmó que las lecciones de guerra aprendidas en Ucrania habían demostrado que los estados bálticos "necesitan encontrar maneras para detener los avances de las unidades blindadas rusas", agregando que "si les dejamos avanzar, podría ser demasiado tarde para proteger nuestros países".
Los tres firmantes de la línea defensiva anti-movilidad también firmaron un memorándum para la adquisición de equipo del Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) fabricado en EE.UU. el mes pasado "con el objetivo de crear un marco para el uso conjunto del sistema de armas tanto en tiempos de paz como de guerra", según un comunicado del Ministerio de Defensa de Estonia.
Parece claro que todo el perímetro europeo de Rusia se está “bunkerizando” y amasando tropas propias y de la OTAN en previsión de una ofensiva rusa, que sea cierta o no, está cambiando y mucho el panorama de seguridad y defensa de Europa Oriental.